Biden vuela a Londres el domingo camino de la cumbre de la OTAN en Lituania. Está previsto que se entreviste el lunes con Sunak en el 10 de Downing Street antes de dirigirse al Castillo de Windsor para reunirse con Carlos por primera vez desde el funeral de la reina Isabel II en septiembre.
Durante el encuentro, ambos se esforzarán por demostrar su compromiso con la denominada “relación especial”, que posiciona a Estados Unidos y al Reino Unido como dos de los aliados más cercanos del mundo, compartiendo visiones similares en términos políticos, económicos y culturales.
La guerra en Ucrania encabeza la agenda del primer ministro británico Rishi Sunak el miércoles al iniciar una visita de dos días Washington, donde arribó con el mensaje de que la Gran Bretaña post-Brexit sigue siendo un aliado esencial de Estados Unidos en un mundo de Estados autoritarios.
La coronación del rey Carlos III representa una oportunidad para unir a la gente con la historia y el esplendor de la monarquía, pero esas tradiciones también están llenas de controversia en momentos en los que trata de demostrar que la monarquía sigue teniendo un papel en la Gran Bretaña moderna.
Los invitados extranjeros, desde el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a los reyes Felipe VI y Letizia de España, pasando por la primera dama estadounidense Jill Biden, llegaron a Londres, donde el monarca dio el viernes por la tarde una recepción en su honor.
El Partido Conservador británico sufrió grandes pérdidas en los primeros resultados de unas elecciones locales consideradas como una prueba del respaldo al gobierno del primer ministro, Rishi Sunak, antes de los próximos comicios nacionales.
El presidente estadounidense Joe Biden se reunió el jueves con los líderes de Irlanda, hablando de los valores compartidos entre las dos naciones y las oportunidades por venir, mientras les agradecía por recibir a refugiados ucranianos.
La familia de la madre de Biden proviene de este rincón de Irlanda y el mandatario se veía muy feliz de tomarse un descanso del ajetreo cotidiano de Washington para empaparse de su herencia irlandesa, a la que a menudo describe como un motor en su vida pública y privada.
El presidente Joe Biden declaró el miércoles que el futuro brillante para Irlanda del Norte “apenas comienza”, prometiendo más apoyo estadounidense al conmemorar el 25to aniversario del Acuerdo del Viernes Santo, un pacto mediado por Estados Unidos que trajo la paz a esa parte de Reino Unido.
"Tras casi cinco años de la represión ejecutada por el régimen Ortega Murillo en abril de 2018, no han cesado las violaciones a derechos humanos contra un pueblo que denuncia la impunidad y exige justicia", indicó ese organismo, integrado por activistas nicaragüenses exiliados en Costa Rica.
El gobierno estaba a la espera de una respuesta de Johnson, un fuerte partidario del Brexit que fue destituido de su cargo por escándalos éticos en julio de 2022. Se cree que Johnson aspira a un regreso político y culpa a sus colegas conservadores, incluyendo a Sunak, de su salida.
Menos entusiasmo, sin embargo, mostró en su primera reacción el líder del Partido Democrático Unionista (DUP), Jeffrey Donaldson, quien alertó de que hay ciertas "cuestiones clave" en el acuerdo sellado entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) que le continúan suscitando "preocupación".
Gran Bretaña y la Unión Europea están “cada vez más cerca” de lograr un acuerdo para resolver una espinosa controversia pos-Brexit relacionada con Irlanda del Norte, indicó el primer ministro de Irlanda el sábado.
La fragilidad de la paz se puso de manifiesto en el ataque a tiros a un agente de policía norirlandés el miércoles cuando entrenaba a un equipo infantil de fútbol. La policía dijo que disidentes del Ejército Republicano Irlandés eran sospechosos del ataque, que dejó al agente en estado crítico.
La líder escocesa Nicola Sturgeon, el rostro del movimiento de independencia de su país durante ocho años, anunció el miércoles que renunciará al cargo, tras meses de controversia por una ley que facilita a la gente cambiar su género en documentos oficiales.
El Reino Unido le ha dado a Irlanda del Norte un plazo mayor para formar un gobierno de poder compartido, eliminando la amenaza de elecciones que podrían descarrilar los esfuerzos para renegociar un acuerdo comercial post-Brexit para la región.
La mayor parte del mundo sigue sin combatir con éxito la corrupción, con poco o ningún progreso en el 95% de los países desde 2017, según un influyente reporte publicado el martes por una organización anticorrupción.
El ministro británico de Exteriores, James Cleverly, y el vicepresidente comunitario Maros Sefcovic, que se reunieron hoy en Londres, lograron un avance que supone un "prerrequisito fundamental para crear confianza y dar seguridad", y que además "ofrece una nueva base para las conversaciones".
Sturgeon ya anunció este año sus planes de celebrar un plebiscito el 19 de octubre de 2023, pero a diferencia del organizado en 2014 -que perdieron los independentistas por un 45 % frente a un 55 %- no cuenta con la autorización del Gobierno británico.
El gobierno británico informó el viernes que se han aplazado hasta enero las elecciones en Irlanda del Norte para restaurar el gobierno regional de poder compartido debido a los problemas de realizarlas durante la temporada navideña.
