El aspirante presidencial, que está batallando para abandonar el tercer lugar de los sondeos rumbo a los comicios del 1 de julio, no mencionó una sola vez la palabra "corrupción" durante la presentación en sociedad del Comité de Ética de la organización.
Los banqueros mexicanos aseguraron hoy que trabajarán con el próximo presidente del país sin importar su ideología, desmarcándose así de las voces que señalan que la iniciativa privada es contraria al líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
El objetivo es tratar de capitalizar el voto opositor, en la medida en que Andrés Manuel López Obrador ha suavizado sus críticas al presidente mexicano. El riesgo no es pequeño: los gobernadores panistas temen represalias y se cuidan de defender a su candidato.
Sin embargo, Trump ha lanzado amenazas contra el TLCAN en todos los terrenos, vinculando la renegociación con su idea de que México pague por su muro, y sugiriendo que el país no evadirá unos aranceles punitivos sobre el acero y el aluminio a menos que se acuerde un TLCAN "justo".
López Obrador tiene un 35 por ciento de apoyo de cara a la votación del 1 de julio, según el sondeo de la encuestadora Parametría publicado por Reuters el miércoles y antes de su difusión masiva, en comparación con el 34 por ciento que le daba una ventaja de 11 puntos en la encuesta del mes previo.
Meade, el primer candidato del PRI que no milita en el partido, recibe a EL PAÍS a última hora de la mañana del domingo en su oficina de la sede nacional de la formación. A escasos metros de donde minutos antes se ha dirigido a la militancia tricolor en el 89 aniversario del partido.
"Es una grave amenaza a la democracia: hoy es contra mí, mañana puede ser contra otro candidato o candidata, o contra un ciudadano opositor al régimen. Y esto no lo debemos permitir", ha subrayado en un céntrico hotel de la capital mexicana.
Además, durante el acto por el 89 aniversario del PRI, Meade cargó contra el candidato de Por México al Frente, Ricardo Anaya, por la sombra de los casos de corrupción que planean sobre él.
El ambiente electoral en México se calienta al máximo a cuatro meses de las presidenciales, en medio de acusaciones de lavado de dinero contra el segundo en las encuestas, Ricardo Anaya, que se dice perseguido por "todo el aparato del Estado".
El último dato relevante lo ofrece Reforma, que preguntó a sus entrevistados cuál era su segunda opción para el puesto de presidente. Los votantes de López Obrador no piensan, de momento, en segundas opciones, pero el 4% eligió a Meade y el 17% a Anaya.
El grupo de hombres espera ser atendido. La primera en recibirles es una funcionaria que pregunta cómo puede servirlos. Anaya pide que le reciban los folios del documento que lleva. La mujer explica que el escrito está dirigido al procurador mientras que esas son, en realidad, otras oficinas.
Durante una rueda de prensa en la Casa América de Madrid para presentar su nuevo libro, "La llamada de la tribu", Vargas Llosa se mostró este miércoles confiado en que el caso venezolano sirva de ejemplo a los votantes mexicanos para que "no retrocedan" hacia el populismo y la demagogia.
El año pasado, banqueros reunidos en Acapulco tenían en mente a un aspirante izquierdista a la presidencia de México cuando discutieron preocupaciones sobre el auge del populismo. Ahora, a cuatro meses de los comicios, ese candidato lidera las encuestas y los otros se preparan para escucharlo.
La sombra de la corrupción, uno de sus caballos de batalla, planea sobre él, mientras los ataques de sus dos rivales, Andrés Manuel López Obrador (Morena) y José Antonio Meade (PRI) arrecian para tratar de desbancarlo de la segunda posición en las encuestas.
En un evento en la Ciudad de México, Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, negó que el poderoso grupo que lidera esté apoyando a algún candidato y más bien ofreció trabajar con quien gane la elección.
La nueva andanada de ataques del presidente de Estados Unidos Donald Trump contra los mexicanos debería hacer reconsiderar a su homólogo Enrique Peña un proyectado viaje a Washington en las próximas semanas para reunirse con el magnate.
El candidato del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de México, José Antonio Meade, impugnó hoy el acuerdo del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) que prohíbe los debates entre candidatas y candidatos durante la intercampaña.
A Armando Escobedo le encanta ver debates políticos. Uno de sus favoritos se produjo en 2000, entre Andrés Manuel López Obrador y el poderoso exlegislador panista Diego Fernández de Cevallos. El estudiante de 24 años no siguió el encuentro en la televisión, tenía seis años cuando se transmitió
"Asumimos que hay un tema de violencia, corrupción y pobreza que tiene a la gente enojada", admitió como autocrítica el candidato del PRI, José Antonio Meade, en un reciente encuentro con corresponsales extranjeros en su cuartel general del centro de Ciudad de México.
El candidato puntero hacia los comicios presidenciales no se opone a la inversión extranjera en petróleo, dijo su principal asesora en energía, pero su gobierno haría cambios dramáticos a la estrategia sobre el petróleo del país, incluyendo un nuevo enfoque en refinación en vez de exportaciones.
