El presidente Trump causó un gran revuelo a principios de mes al anunciar su intención de imponer nuevos aranceles a la importación de acero, de un 25 %, y de aluminio, de un 10 %, los cuales, según dijo en un principio, afectarían a todos los socios comerciales del país.
Pero el flujo de efectivo que llegaba desde Asia se detuvo hace casi tres años, una vez que flexibilizaron la forma de pago, como solicitó el atribulado Gobierno de Maduro, viendo cómo la caída de los precios del petróleo, su principal fuente de ingresos, profundizaba la recesión y la escasez.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, defendió hoy en una reunión ministerial del G20 los aranceles a las importaciones del acero y el aluminio anunciados por el presidente Donald Trump, ya que, alegó, son una respuesta ante "prácticas desleales" de comercio.
La postura proteccionista de Washington llega en un momento en que los gobernantes de la región miran cada vez más hacia Asia, particularmente China, para expandir su comercio, obtener préstamos y financiar proyectos de infraestructura.
El primer ministro avanzó también que se reducirá la lista negativa de sectores limitados a la inversión extranjera, y que se fusionarán las tres leyes que regulan la llegada de capitales foráneos "con el fin de cumplir el compromiso de dar trato igualitario a inversores nacionales y extranjeros".
Líderes de finanzas del mundo buscaban el lunes conseguir un claro apoyo al libre comercio, en medio de preocupaciones de que los aranceles de Estados Unidos al acero y al aluminio, junto a posibles acciones contra China, puedan desatar una guerra comercial que golpee al crecimiento global.
El gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado que los billetes venezolanos están siendo vendidos en Colombia por ser un papel de buena calidad, pero los economistas culpan de su escasez a la lentitud del Banco Central en emitir moneda, a la par que suben los precios.
Pero la guerra comercial está tan presente en el ambiente previo a la cumbre de Buenos Aires, que como es habitual en el G-20 será a puerta cerrada, que parece imposible que la batalla entre EU, los grandes países europeos y China, ahora gran defensor del libre comercio, no domine las jornadas.
"Con el suministro de Venezuela claramente vulnerable a un declive acelerado, sin ningún cambio compensatorio de otros productores, es posible que el país latinoamericano pudiera ser el elemento final que empuje decisivamente al mercado a un déficit", dijo la AIE.
Los desafíos de la región afloraron durante una intensa jornada de debates que abordó los cambios políticos, económicos -en especial por la amenaza que supone la política proteccionista del presidente de EU, Donald Trump- y los graves lastres compartidos, como la desigualdad y la corrupción.
De manera particular, el informe menciona a Colombia (32) y Brasil (38) por tratarse de dos países que "cuentan con sistemas energéticos con buen desempeño debido a sus abundantes recursos naturales", pero que al mismo tiempo "tienen niveles de preparación bajos" para la transición.
De hecho, de acuerdo al informe, la producción conjunta de los países de la organización bajó en febrero hasta 32,18 mbd, 77,100 bd menos que en enero, debido sobre todo a la caída del bombeo de Venezuela (-52,400 bd), Emiratos Árabes Unidos (-34,300 bd) e Irak (-25,500 bd).
La cuestión no explícita que plantean estas cifras es lo que pudiera pasar si los catorce países de la OPEP y sus diez aliados -entre ellos Rusia y México- deciden en su próxima reunión, prevista para junio, abrir los grifos y poner así fin al recorte de la producción petrolera pactado.
La corrupción, una enfermedad crónica por la que se desangra el desarrollo en Latinoamérica, será objeto de especial atención por primera vez en el Foro Económico Mundial para la región que comenzó hoy en Sao Paulo.
El gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, salió hoy en defensa del libre comercio y dijo no concordar con el proteccionismo económico en la apertura del Foro Económico Mundial para Latinoamérica, que se celebra hasta el jueves en la capital paulista.
Según la medición de la Asamblea Nacional difundida el lunes, en febrero los precios en promedio aumentaron un 80 por ciento, una aceleración ligeramente menor a la del mes anterior, en medio de la hiperinflación que vive el país petrolero desde finales de 2017.
La comisaria europea de Consumo, Vera Jourova, aseguró que la UE está trabajando con el Gobierno chino, con el que está "discutiendo sobre casos concretos" e intercambiando "buenas prácticas" para salvaguardar "las estrictas leyes comunitarias" en materia de consumo.
Los diputados citaron leyes y artículos de la Constitución según los cuales está prohibido usar las reservas del país como garantía, como ocurre con el Petro que, según el Gobierno, estará respaldado en 5,000 millones de barriles de crudo y otros minerales.
Los compradores globales adquirirían 1,94 millones de barriles por día (bpd) de crudo iraní en marzo, un 21 por ciento menos que el mes previo, dijo la fuente que solicitó el anonimato debido a que la información es confidencial. Fue la cifra más baja desde marzo de 2016.
La producción de petróleo en Estados Unidos creció fuertemente el año pasado y se espera que aumente en 2,7 millones de barriles por día (bpd) a 12,1 millones de bpd hacia 2023, ya que la mayor actividad en campos de esquisto compensaría las disminuciones en el suministro convencional.
