Reportajes
El éxodo migratorio en Venezuela llega a los 3 millones: ONU
Tres millones de venezolanos han huido de la crisis económica y política en su país, el mayor número desde 2015, dijo Naciones Unidas el jueves.
Tres millones de venezolanos han huido de la crisis económica y política en su país, el mayor número desde 2015, dijo Naciones Unidas el jueves.
Uno por uno, de a cinco por tumba, los ataúdes eran enterrados en la tierra roja de este rincón de un cementerio sudafricano mal mantenido. La inscripción en la madera barata revela la anonimidad de estos muertos: "Desconocido B/Hombre".
En un lujoso hotel en Caracas, abrió en septiembre una discreta tienda de vinos y rones que en otros anaqueles también exhibe desodorantes, pañales y fórmulas infantiles importadas.
Las imágenes se multiplican con aterradora velocidad. Cada día hay un reportaje nuevo, con distintos y difíciles testimonios. La tragedia ha dejado de ser solo venezolana. A cada momento, con cada paso, sus límites se extienden. La ONU ha advertido que se trata de la mayor crisis del hemisferio.
Una enfermera arrastra un contenedor vacío por los pasillos azules del Hospital Universitario de Caracas y las puertas de madera de los escusados tienen carteles donde se lee "baño contaminado" porque el centro de salud, que alguna vez fue referencia en Latinoamérica, no tiene agua.
El FMI compara la crisis en el país petrolero con la de "Alemania en 1923 o Zimbabue a fines de la década de 2000". Y no hace falta ser un especialista para notarlo: en Caracas y cualquier provincia los precios aumentan cada dos o tres días, dejando impotente al ingreso mínimo.
Nadie puede comprar una lata de atún con el salario mínimo en Venezuela. El ingreso es de 5.196,000 bolívares o 1,5 dólares al mes al cambio no oficial (unos 1,3 euros). Se coronó como el peor de Sudamérica en el Gobierno de Nicolás Maduro.
El 28 de abril, el presidente Nicolás Maduro dijo que estaba pensando darles un "premio" a quienes voten con su "Carnet de la Patria" en las elecciones presidenciales del 20 de mayo.
O no tan misteriosa: salió huyendo de Caracas hacia Colombia a finales del año pasado con su madre y sus dos hijos. Ángel Gustavo tiene tres años y corretea entre las piernas de la fotógrafa; Ángel Gabriel, de cinco, solo aparece fugazmente al final de esta conversación.
Obligado por la evidencia innegable de lo que está pasando en el país, finalmente el gobierno ha aceptado que hay una crisis. Pero no se hace responsable de ella. Solo denuncia al imperialismo estadounidense como culpable de la trágica situación.
Desde 2016, el poder adquisitivo del bolívar se ha desplomado y cada día se presentan nuevos obstáculos a causa del colapso de un modelo económico sustentado en los controles a la actividad privada y un estatismo exagerado. El resultado de ese modelo ha sido la hiperinflación.
Rodríguez dijo que tenía esperanzas de que la juventud de Venezuela pudiera provocar un cambio. Al igual que muchos de sus compatriotas, salió a las calles para protestar contra Maduro el año pasado, solo para quedar desconsolada cuando el mandatario consolidó su autoridad.
Durante las últimas tres semanas, Wilya Hernández ha estado durmiendo en las calles atestadas de basura de Cúcuta, una ciudad caótica en la frontera con Venezuela que vive un crecimiento descontrolado. Está acompañada por su esposo y Antonela, su hija de 2 años.