Un medidor de inflación que es monitoreado de cerca por la Reserva Federal se disparó 6,4% en febrero en comparación con un año antes, evidencia de los problemas económicos de los estadounidenses ante el aumento de los precios de alimentos, gasolina y otras necesidades.
La OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, se reunirán de forma telemática mañana jueves para fijar el nivel de su oferta de crudo en mayo, y todo apunta a que respaldarán un modesto incremento, ya planeado anteriormente, dejando a un lado las tensiones causadas por la guerra en Ucrania.
La Agencia de Protección Ambiental dijo que no podía comentar si estaba evaluando la medida, pero dijo que estaba "considerando una serie de opciones en toda la administración para ayudar a mitigar los impactos de las acciones de Rusia en los consumidores estadounidenses".
Los precios de los combustibles se han disparado desde el comienzo del conflicto bélico en el este de Europa y el barril de referencia en EU, que hoy llegó a bajar de los 100 dólares, llegó a rozar los 130 a principios de marzo.
El incremento de los precios en Brasil ha aumentado la presión en pleno año electoral contra el mandatario Jair Bolsonaro, quien la noche del lunes decidió sustituir al presidente de la petrolera estatal Petrobras por su insatisfacción con el alza de los combustibles.
El precio promedio de la gasolina regular estadounidense disminuyó en 6 centavos estas últimas dos semanas para ubicarse a 4,37 dólares por galón (3,78 litros). El precio de la gasolina sigue estando a 1,42 dólares por encima de lo que estaba un año atrás..
El petróleo de referencia estadounidense había comenzado la jornada a la baja pero se encareció tras reportes sobre un incendio en instalaciones de la estatal Aramco en la ciudad saudí de Yeda, en un ataque con misiles reivindicado por los rebeldes hutíes.
No obstante, los 31 países de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) se comprometieron hoy a "reducir radicalmente" sus importaciones de gas y petróleo ruso, y se mostraron dispuestos a utilizar sus reservas estratégicas para rebajar la tensión en el mercado energético.
En medio de una inflación galopante y con las arcas de los estados llenas de dinero, gobernadores y legisladores en todo Estados Unidos estudian una solución relativamente sencilla para aliviar los problemas de la gente a la hora de pagar la gasolina y los alimentos: darles dinero.
El gobierno de Alemania anunció un paquete de medidas para ayudar a mitigar los efectos del elevado precio de la energía para los consumidores, con subvenciones a los combustibles, descuentos en el transporte público, beneficios fiscales y ayudas adicionales para los más pobres.
En las calles de la isla caribeña se ven diariamente largas filas en comercios, farmacias, servicentros, panaderías y otros servicios, un reflejo de la crisis económica agravada por la pandemia de coronavirus, problemas internos y las sanciones de Washington a La Habana.
El Texas se encareció también por un nuevo descenso semanal en las reservas comerciales de petróleo, que se encuentran por debajo de la media para esta época del año desde hace semanas debido a la limitada oferta y la creciente demanda por la salida de la crisis de la covid-19.
“El gobierno apoyará al pueblo británico en estos momentos de altos costos de la energía”, declaró Sunak ante la Cámara de los Comunes. “Los británicos deben saber que los apoyaremos, tal como lo hemos hecho en estos últimos dos años”.
La escasez de combustibles sufrida en los últimos días en La Habana y otros municipios cubanos se debe a un aumento de la demanda por problemas en el suministro eléctrico, informaron este miércoles medios oficiales.
El ministro británico de Economía, Rishi Sunak, anunció este miércoles un plan fiscal valorado en 6,000 millones de libras (7.212 millones de euros) y una reducción en el precio de la gasolina y diésel destinados a suavizar el impacto en el Reino Unido de la creciente inflación y de la guerra...
Hasta la fecha, las autoridades cubanas no han dado explicaciones. El lunes, la provincia de Matanzas, vecina de La Habana, anunció un racionamiento del combustible, pero el representante del gobierno local aseguró que se trataba de un "problema transitorio".
Según la firma Rystad Energy, la reducida oferta de combustibles es el mayor problema del mercado, que ya se presentaba ajustado antes del conflicto en el este de Europa, por lo que no se descarta que el precio del crudo siga escalando hasta los 130 dólares.
La capital cubana amaneció con colas que serpenteaban por tres y cuatro cuadras, centenares de metros, desde los establecimientos de Servicupet, la red estatal de gasolineras, y conductores que esperaban hasta ocho horas para poder rellenar el depósito.
Esa situación se da en medio de las llamadas internacionales a que Arabia Saudí y otros miembros de la OPEP aumenten su producción para frenar la subida de los precios, dado que se han ceñido a su plan pactado el verano pasado para abrir los grifos paulatinamente cada mes.
Sin embargo, estas dos últimas jornadas de subidas no han sido suficientes para borrar las pérdidas registradas entre el lunes y el miércoles, por lo que en el global semanal el WTI se dejó en la semana un 4,2 %, desde los 109,33 que marcó al cierre del pasado viernes.
