Las potencias occidentales dijeron el sábado que sus ataques con misiles golpearon al corazón del programa de armas químicas de Siria, pero parece poco probable que la ofensiva frene los avances del presidente Bashar al-Assad en el marco de una guerra civil de siete años en el país.
Distintos políticos estadounidenses consideran que la decisión de Trump fue ilegal, no constitucional y arriesgada. No fue el hecho de que decidiera atacar al país árabe lo que no gustó a sus críticos, sino que el ataque no contara con la autorización de los legisladores estadounidenses.
"Un ataque ejecutado a la perfección", tuiteó Trump luego de que los aviones y barcos militares de Francia y Gran Bretaña lanzaron más de 100 misiles contra unas fuerzas aéreas sirias que según los aliados no mostraron resistencia. "No pudo haber habido un mejor resultado. ¡Misión cumplida!"
Las fuerzas sirias no se vieron sorprendidas por el bombardeo. Se encontraban en estado de máxima alerta desde el jueves y habían evacuado ya sus principales cuarteles. Aviones y equipos militares fueron trasladados a zonas seguras, esto es, a recintos controlados por las tropas de Rusia.
El vicepresidente de EU, Mike Pence, advirtió hoy que su Gobierno está "preparado" para volver a atacar Siria si es necesario y para defenderse de posibles represalias de Damasco o sus aliados, y dijo que el régimen Bachar al Asad tendrá "un precio que pagar" si usa de nuevo armas químicas.
El gobierno ruso aseguró el sábado que cuenta con un documento de un laboratorio suizo que analizó las muestras del agente neurotóxico utilizado para envenenar a un exespía ruso, el cual apunta como la causa probable a una sustancia creada en Occidente y no en Rusia.
Los medios oficiales solo han dado cuenta de daños materiales en Damasco, donde los misiles han destruido un centro de investigación situado en el distrito de Barze, al noreste Damasco. En Homs confirmaron que se habían registrado tres heridos en el bombardeo.
Estados Unidos dice tener informes que apuntan a que el gobierno Sirio empleó gas cloro y sarín contra la localidad de Duma, y denunció que el uso de armas químicas "se suma" al cúmulo de "brutalidades" llevadas a cabo por el "régimen" de Bachar al Asad contra su propio pueblo.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, dijo que la ofensiva no tendría continuidad siempre y cuando Assad no vuelva a emplear armas químicas. Los ataques fueron ejecutados por aviones no tripulados y buques que dispararon misiles de crucero desde el Mar Mediterráneo.
La embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo el viernes que Washington estima que las fuerzas del presidente Bashar al-Assad han usado armas químicas al menos 50 veces durante los siete años de guerra en Siria.
Según el interlocutor de la agencia, últimamente varios medios de comunicación israelíes y rusos comunicaron que Rusia retiró sus buques del puerto de Tartus ante un posible ataque de EU contra el país árabe.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, aseguró hoy en su rueda de prensa que el equipo del presidente continúa analizando la situación, aunque reiteró que la responsabilidad del ataque recae sobre el presidente sirio, Bachar Al Asad, así como en Rusia, por no frenarlo.
"Es una práctica habitual. En caso de una amenaza de ataque potencial, los buques abandonan sus muelles para maniobrar y así evitar que un solo golpe pueda destruir más de un barco", explicó a los periodistas el presidente del Comité de Defensa de la Duma, el general Vladímir Shamánov.
También se esperaba que Trump hablara con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien dijo el jueves que tiene pruebas de que el gobierno sirio llevó a cabo el ataque de Duma y tomaría una decisión cuando haya reunido toda la información necesaria.
Rusia, que convocó la sesión ante las "amenazas" de EU a Siria, volvió a defender que el supuesto ataque químico del pasado sábado en Duma fue un montaje y que Washington y sus aliados quieren usarlo como pretexto para actuar contra las autoridades de Damasco.
"Esperamos que no haya punto de no retorno, que Estados Unidos y los aliados se abstengan de cualquier acción militar contra un Estado soberano", dijo Nebenzia a los reporteros. "Estamos muy preocupados por la situación, por la peligrosa escalada".
En la víspera del arribo de la agencia internacional que vigila las armas químicas, los expertos rusos inspeccionaron el lugar del presunto ataque en Douma _una ciudad del suburbio de Gouta oriental que está justo al este de Damasco_ y no hallaron rastros de esas armas, agregó Sergey Lavrov.
"El Gobierno parece estar aguardando instrucciones por parte del presidente Donald Trump acerca de cómo proceder. Pero la administración norteamericana está enviando señales alarmantemente contradictorias", lamentó el político izquierdista.
La declaración de Shaaban se da luego de que el gobierno de Washington amenazó con lanzar una agresión contra objetivos militares sirios por un presunto ataque químico por el Ejército de este país árabe en la ciudad de Duma, región de Ghouta Oriental, al este de Damasco.
Los temores a una confrontación entre Rusia, el gran aliado de Siria, y Occidente han aumentado desde que Trump afirmó el miércoles que los misiles "estarán llegando" tras un ataque del 7 de abril en la ciudad siria de Douma, y criticó a Moscú por defender al presidente sirio Bashar al-Assad.
