El candidato presidencial Andrés López Obrador parece enfilarse cómodamente hacia la victoria en las elecciones del domingo, pero la derecha evangélica, uno de sus "compañeros de viaje", se convirtió en un "aliado incómodo".
Cinco integrantes del partido opositor Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del candidato puntero en las encuestas rumbo a las elecciones presidenciales de México, murieron baleados en el sur del país, en medio de una creciente violencia contra políticos a menos de una semana de los comicios.
Las elecciones más grandes y costosas de la historia de México concluirán este miércoles con los actos de cierre de campaña y se abrirá una pausa de cuatro días para que millones de mexicanos reflexionen por quién votarán el 1 julio.
Un candidato a diputado local y cuatro militantes del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) fueron asesinados a tiros en el sureño estado mexicano de Oaxaca, informaron hoy las autoridades.
Los candidatos a la presidencia de México comenzaron el lunes la cuenta regresiva de los comicios del próximo domingo con algunos cierres masivos de campaña, la llegada de observadores internacionales y un simulacro de lo que serán las votaciones más concurridas de la historia del país.
Los mexicanos no tienen muchas opciones en las presidenciales del domingo próximo, con una izquierda casi simbólica y tres opciones de derecha, por lo que analistas estiman será un voto por "el menos peor".
La distancia entre Ricardo Anaya del Partido Acción Nacional y José Antonio Meade del oficialista Partido Revolucionario Institucional se ha reducido a apenas dos puntos, según una encuesta divulgada hoy que sigue colocando puntero al izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Joven, preparado y exitoso son algunas cualidades atribuidas a Ricardo Anaya, el candidato a la Presidencia de México del Partido Acción Nacional (PAN), con una fulgurante carrera política que puede verse truncada por las acusaciones de corrupción.
Los mexicanos acuden el 1 de julio a las urnas en unos comicios históricos por el gran número de cargos a elegir, entre ellos el presidente, gobernadores, diputados y alcaldes, y estar en juego un cambio político que puede relegar a los dos partidos que han dirigido el país: el PRI y el PAN.
Andrés Manuel López Obrador, el gran favorito para ganar las elecciones del 1 de julio, está convencido de que puede acabar con los grandes males del país: la corrupción, la impunidad, la violencia o la desigualdad social.
El candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador encabeza la intención del voto para presidente de México con un 37,7 % en las elecciones del 1 de julio, indicó una encuesta divulgada hoy por la empresa Consulta Mitofsky.
Luis de la Calle tiene en la cabeza prácticamente todas las variables económicas del México contemporáneo. Miembro del equipo negociador que alumbró el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) -cuya renegociación lleva más de un año copando las primeras páginas de los diarios mexicanos.
Los partidos de izquierda aspiran a ganar la mayoría de los cargos de gobernador de ocho estados mexicanos que se eligen en las elecciones del 1 de julio, mientras que el antaño hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI) apenas podría conservar Yucatán, según los sondeos.
En la tradición mexicana era común referirse a conceptos como el rasurado del padrón, los muertos votantes, carrusel de votantes y casillas zapato, en las que el PRI obtenía casi el 100 % de los votos posibles, y que en la actualidad casi han desaparecido del diccionario popular.
Nacido en el estado de Nuevo León, norte, donde se ubican las sedes de los grandes conglomerados industriales del país, Romo logró la hazaña de atar el cabo suelto que impedía al favorito a ganar las presidenciales ampliar su aceptación en uno de los sectores más díscolos a sus propuestas.
El sexenio de Peña Nieto, marcado por unas reformas esperanzadoras y claudicado por flagrantes casos de corrupción -la Casa Blanca, la Estafa Maestra, gobernadores prófugos -, la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa o una violencia que crece sin freno, ha propiciado que el hartazgo.
"Contención, contención. Tranquila, tranquila...". Claudia Sheinbaum arruga la frente, aprieta los labios y se repite estas dos palabras como si fuera un mantra. Sabe que va ganando. Desde hace meses se ha visualizado como la nueva jefa de gobierno de la capital mexicana.
La disputa electoral en México se desarrolla principalmente en las calles, las plazas públicas y los medios de comunicación tradicionales, pero la otra gran batalla, igual o más de encarnizada, se lleva a cabo en la arena cibernética.
La violencia política alcanzó su máxima intensidad, tras el asesinato de dos alcaldes con unas cuantas horas de diferencia, y apareció como un pésimo augurio que hace temer incidentes en los comicios del 1 de julio y que los votantes se alejen de las urnas.
En su tercer intento consecutivo por ganar la presidencia, el izquierdista mexicano Andrés Manuel López Obrador ha forjado una variopinta coalición electoral y, con el triunfo a su alcance, debe resolver cómo mantenerla unida.
