MENSAJERÍA
Momentos de transición
La vida tiene momentos ordinarios, sencillos, marcados por rutinas más o menos estables.
La vida tiene momentos ordinarios, sencillos, marcados por rutinas más o menos estables.
«Franciscano, taumaturgo, custodio de los Santos Lugares. Fue devoto del Sagrado Corazón de Jesús de María y de san José. Impulsor de Vía Crucis y templos. Pasó gran parte de su vida en Canadá»
El fin de la transfiguración era desterrar del alma de los discípulos el escándalo de la cruz. Por eso los llevó a un monte alto, para ilustrarlos acerca de su pasión, para hacerles ver que era necesario que el Cristo padeciese antes de entrar en su gloria, conforme a lo anunciado por los profetas.
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo.
«En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre...»
El santo cura de Ars es ejemplo de la sencillez y carisma benevolente que deben caracterizar a los sacerdotes, apóstoles de la misericordia divina y administradores de los sacramentos. Pues, supo sacar sabiduría de la vida diaria y gloria en la sencillez de la entrega a los fieles.
Llegado el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio de todos gustando tanto a Herodes, que éste le prometió bajo juramento darle lo que pidiese. Ella, instigada por su madre, «dame aquí, dijo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista».
Luego de proclamar solemnemente las ocho Bienaventuranzas, Jesús se dirige sobre todo a los Apóstoles y discípulos, indicándoles las cualidades necesarias al cumplimiento de su misión. Los consejos del Divino Maestro se aplican también a todos los católicos.
"Estoy buscando alguna actividad que complete mi día, algún quehacer en donde pueda relacionarme con más gente y compartir, una ocupación que haga olvidarme de mis problemas, una distracción"
«Monje benedictino, obispo e impulsor en su sede de la reforma gregoriana. A él se debe la reconstrucción de la basílica-catedral de Anagni; en ella fue canonizada Clara de Asís»
El 2 de agosto de 1635, en un lugar llamado "Puebla de los Pardos", en la provincia de Cartago, una joven mestiza andaba buscando leña para cocinar los alimentos, cuando encontró sobre una piedra donde nacía un manantial de agua cristalina, una "muñequita" de piedra con un niño en sus brazos.
San Eusebio, primer obispo de Vercelli, en la Liguria, que consolidó la Iglesia en toda la región subalpina y que, por defender la fe del Concilio de Nicea, fue desterrado por el emperador Constancio a Escitópolis y, posteriormente, a Capadocia y a la Tebaida.
Muchas personas no saben qué es el pecado, porque no han llegado a descubrir que existe una vocación al amor y a la verdad, porque no saben que necesitamos apartarnos del mal para buscar y realizar el bien.
La libertad de religión, de pensamiento e inclusive y actualizada, la libertad de conciencia, es amparada por la Constitución Política Mexicana y los Tratados Interamericanos en la materia.
Tomo un guijarro entre mis dedos. Me asomo ante un torrente impetuoso. Dudo entre arrojarlo o retenerlo. Si lo tiro, será difícil recuperarlo. Si lo conservo, podré pensar qué hacer con él en el futuro.
Memoria de san Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia, que insigne por el celo de las almas, por sus escritos, por su palabra y ejemplo, trabajó infatigablemente predicando y escribiendo libros, en especial sobre teología moral, en la que es considerado maestro.
Una historia evangélica particularmente poderosa narra el encuentro de Jesús con una mujer sirofenicia. En el centro de esa historia está el lugar donde tienen lugar sus encuentros. Tiene lugar en las fronteras de Samaria.
Jesucristo, hijo de Dios, hijo de María y José, marca el nacimiento de nuestra era, es el centro de la historia humana y nos da la explicación del porqué, el cómo y el para que de nuestra existencia.
El capitán Loyola, orgulloso y galante, comenzó a servir a Dios cuando un cañonazo le quebró la pierna y la altiveza. De caballero pasó a ser mendigo y ermitaño. Luego descubrió que la plenificación de su vida era la formación de una orden que difundiera el Evangelio a todos los hombres.
La conversión del agua en vino en las bodas de Caná, fue el comienzo de muchas preguntas de la gente y de los primeros apóstoles de Jesús. ¿Quién era este extraordinario y oscuro carpintero que tenía tales poderes? ¿Dónde había adquirido tal poder?