Editoriales
Elecciones en Estados Unidos: cada vez menos confianza en resultados
El 5 de noviembre se celebrarán elecciones en Estados Unidos. Desde 2020, existe una gran desconfianza en los resultados, especialmente entre los republicanos.
El 5 de noviembre se celebrarán elecciones en Estados Unidos. Desde 2020, existe una gran desconfianza en los resultados, especialmente entre los republicanos.
A los europeos, una victoria de Trump les convendría porque pondría fin a la guerra de Ucrania y la UE, aunque muy dividida, tendría que ponerse las pilas. Otras derivadas resultan demasiado preocupantes.
Trump ha declarado que utilizará los poderes de la presidencia para vengarse de quienes percibe como enemigos. Sus aliados han desarrollado un razonamiento jurídico para eliminar la independencia del Departamento de Justicia con respecto al presidente. Trump ha insinuado que haría lo siguiente...
En este momento de increíble importancia para Estados Unidos y el Partido Demócrata, insto al presidente Joe Biden, a su familia y a los dirigentes de su partido a que se hagan la misma pregunta: ¿qué es lo que tu peor enemigo, Donald Trump, quiere que hagan ahora? Entonces, hagan lo contrario.
Los años que la futura presidenta de México vivió en California y su trato con funcionarios de EE. UU. ofrecen claves sobre cómo se manejará con el vecino del norte.
El rey gobierna sin más restricciones que su propia voluntad, la cual por lo tanto tiene el valor de una norma jurídica. No se concibe la existencia de los poderes entendidos como inherentes a cualquier régimen republicano o democrático, o sea, el ejecutivo, el legislativo y el judicial.
Mark Galeotti describe al Kremlin como una corte medieval incrustada en un Estado burocrático. La muerte del opositor político, Alexéi Navalni, consolida la deriva autocrática del régimen ruso y nos recuerda el coste humano que asume la oposición política en gran parte de los Estados modernos.
La guerra en Gaza ha escalado en uno de los conflictos más acuciantes en décadas en la región y ha vuelto a poner la cuestión palestina en el centro de la política internacional. El conflicto sigue fuertemente arraigado en la calle árabe y no se vislumbra una negociación posible o favorable.
La retórica violenta de Trump en la campaña electoral de 2024 suscita una creciente alarma, además de comparaciones con dictadores fascistas históricos y autócratas populistas contemporáneos. Últimamente deshumanizó a sus adversarios diciendo que eran “alimañas” que debían ser “erradicadas”.
Durante el siglo XIX, algunos países europeos sufren actitudes antisemitas (ya fueron expulsados de muchos de esos países, al comienzo de la Edad Moderna). En Rusia los zares obligaron a los judíos a vivir en guetos, y les negaban la propiedad de la tierra y la educación.
En la disputa de siglos entre los dos lados por la tierra, hubo poco respiro de la violencia. Las reivindicaciones territoriales competitivas siguen alimentando las narrativas de duelo de victimización. Estos fomentan la ira, la animosidad, el miedo y la desconfianza.
Pero Kganyago no dijo que fuese imposible. Los BRICS tienen ya algunas cartas en la manga: desde 2015 el Asian Infraestructure Investment Bank y desde 2013 el New Development Bank (NDB), que va a conceder el 30% de sus créditos en monedas de sus países miembros.
De todos los disparates que se dijeron en el primer debate presidencial del Partido Republicano de Estados Unidos el 23 de agosto, la medalla de oro al populismo barato debería ir al precandidato Ron DeSantis por prometer una invasión militar a México para terminar con los carteles de la droga.
La guerra nuclear regresó al ámbito de las conversaciones cotidianas y pesa en la mente del público más que en toda una generación. No solo hablamos del gran éxito de taquilla de Oppenheimer: desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia, las autoridades del país han proferido amenazas nucleares.
La tecnología nos ha subyugado a los deseos de quienes la controlan. La información es poder y aquellos que la controlan deben rendir cuentas ante alguna autoridad para garantizar que no se abuse del poder y que no ponga en peligro la libertad y el anonimato de los individuos y la sociedad.
Este año ha sido tan inquietante como esclarecedor para las democracias latinoamericanas. Los acontecimientos políticos en Perú y Brasil y las preocupantes tendencias en México y El Salvador son una advertencia de lo que ocurre cuando los sistemas de partidos colapsan.
“Dado el papel cada vez mayor de las Fuerzas Armadas en México, es realmente crucial y urgente que los servicios de inteligencia en México estén regulados con un mecanismo de supervisión civil”.
Trump transformó por completo la relación entre la presidencia y el Estado de derecho, y a menudo afirmaba que el presidente está por encima de la ley. De modo que es adecuado que sus actos como presidente y como candidato sean ahora ponderados oficialmente por jueces y jurados.
Miriam Jordan es corresponsal en la sección Nacional. Cubre el impacto de la migración en la sociedad, la cultura y la economía de Estados Unidos. Antes de unirse al Times, cubrió inmigración por más de una década en el Wall Street Journal y fue corresponsal en Brasil, Israel, Hong Kong e India.
Estos colapsos bancarios eran totalmente evitables, si el Congreso y la Reserva Federal hubiesen hecho su trabajo y mantenido las regulaciones bancarias severas en vigor desde 2018. El SVB y el Signature han desaparecido, y ahora Washington debe actuar con rapidez para evitar la próxima crisis.