Los hombres de Solskjaer no se enfrentaban a un cualquiera. Su rival buscaba amarrar en Old Trafford la cuarta y última posición con acceso a la próxima edición de la Liga de Campeones. Con tres puntos, la misión del West Ham de alcanzar al Leicester se antojaba casi imposible.
La coronación del City se había retrasado después de que el equipo dirigido por Pep Guardiola sufrió una derrota en casa 2-1 ante el Chelsea el sábado. Es el tercer título de Premier League de Guardiola con el City en sus cinco temporadas a cargo.
El City también ha batido un récord a domicilio. La victoria del 1 de mayo en la Premier en el campo del Crystal Palace (0-2) supuso alargar a 19 las victorias consecutivas en campo ajeno en todas las competiciones esta temporada. El ritmo lo cortó el pasado domingo al caer en casa ante el Chelsea
Son el equipo con más goles anotados — 72 — pese a jugar sin delantero de referencia y fueron también el que menos encajó en la liga — 26 — gracias a al resurgir del central John Stones haciendo dupla con Ruben Dias, un portugués que fichó previo a la temporada por 68 milllones de euros.
Los de Zidane reaccionaron a medias, pero en el descuento ese probar desde fuera del área le sonrió a Kroos, con ayuda de un Hazard que sin querer hizo el 2-2. Casemiro tuvo incluso la victoria en otro disparo lejano. El punto no consuela pero en esta Liga de sustos y suspense a lo Hitchcock
Eddie Hearn, el promotor y dirigente de Matchroom Boxing, dijo que anticipa que el combate entre Álvarez —el mexicano de 30 años, 76 kilos, apodado el Canelo y poseedor de los títulos de la AMB y la CMB— y Saunders —el campeón invicto de la WBO de Inglaterra—, agotará las 70,000 entradas.
El acuerdo implicó que los clubes aceptaran que se enfrentarían a una multa de 100 millones de euros si pretendían jugar una competición no autorizada o una multa de 50 millones de euros si incumplen cualquier otro compromiso que hayan contraído en la declaración.
Cuando las cosas pintan mal para un equipo, el cambio de entrenador suele ser la primera medida que toman los directivos de los grandes clubes. Hay ocasiones en las que sale bien, como cuando Zidane sustituyó a Benítez en el banquillo del Madrid en enero de 2016 y terminó ganando la primera de...
El Real Madrid se ha considerado durante mucho tiempo el rey de la Liga de Campeones, pero su contundente derrota ante el Chelsea en el partido de vuelta de las semifinales del miércoles puso de manifiesto que necesita reconstruirse para recuperar su lugar en la élite del continente.
El Villarreal agarró el partido hasta inmovilizarlo, de forma que pasara el tiempo sin que pasara nada para cruzar sin novedades el umbral que le sitúa entre los clubes que han disputado una gran final europea. Conjuró así la desgracia de la semifinal de Champions de 2006.
En Stamford Bridge debía decidir entre apostar por los jugadores de peso que regresaban tras lesión o dar paso a los sustitutos sin sentir que mejorarían sus prestaciones. Su falta de confianza en futbolistas como Odriozola, Marcelo o Isco quedó demostrada y les invita a pensar en una salida.
La segunda ocasión en la que la Premier acaparó la final fue en 2019. Liverpool y Tottenham se enfrentaron en el Wanda Metropolitano. Venció el conjunto del germano Jurgen Klopp al que dirigía el argentino Mauricio Pochettino por 2-0, con tantos del egipcio Mohamed Salah y del belga Divock Origi.
Kroos y Modric. Sufrieron mucho. Llegan a la recta final de la temporada con la gasolina justa. En la reserva. Mientras, Jorginho y Kanté limpiaron todo. Y especialmente Kanté, con llegada en los dos goles, siendo determinante en el primero de Timo Werner y en el segundo de Mason Mount.
El resultado de la ida, 1-1, no era portador de buenos augurios para unas semifinales europeas del Real Madrid. Fue el marcador que se llevó del Bernabéu a la vuelta en 1988 a Eindhoven, donde el PSV frustró la que todavía se recuerda como la gran oportunidad perdida de la Quinta del Buitre
Kyle Walker, veterano de cuatro temporadas en el equipo del centro de Manchester, lo anunció sobrecogido por la emoción. “Este club y estos jugadores necesitaban una final de Champions”, dijo; “con el talento que hay en este vestuario, no alcanzar la final ha sido una decepción año tras año”.
El alemán, que sustituyó a Frank Lampard en enero, añadió que el mayor desafío que enfrenta su equipo es olvidar el marcador de la ida. "El reto es siempre a lo largo de dos partidos, juegas el primero y luego vuelves a empezar 0-0".
El 1-1 de la ida permite al Chelsea plantear un partido parecido al que hizo cuando acudió a este mismo escenario con una renta de 0-1 contra el Atlético de Madrid o cuando jugó la vuelta de cuartos con el 0-2 de la ida contra el Oporto. No es un equipo que busque encerrarse.
"Hay que quitarse el sombrero con este equipo. Cada vez que hay dificultades, responde. Son los mejores. Estamos donde queremos y es merecido", dijo Zidane el martes antes del choque en Stamford Bridge, que decidirá la serie que comenzó con el empate 1-1 en Madrid.
El entrenamiento en Stamford Bridge se inició con rondos antes de que los jugadores madridistas ensayaran la presión y la salida de balón. Disputaron un partido en un campo de reducidas dimensiones y finalizó con series de centros y remates a portería para afinar la puntería.
Un tanto con su sello, porque nació de un pelotazo con intención de Ederson. Zinchenko cogió adelantada a toda la defensa, llegó hasta el área y puso un pase atrás que remató De Bruyne. Rechazó la defensa y el rebote se le quedó a Mahrez que coló la pelota entre las piernas de Keylor.
