En las afueras del hotel donde ofreció su conferencia de prensa cientos de simpatizantes con banderas de Guatemala coreaban “Sí, se pudo”. En otras plazas de la capital y la histórica Plaza de la Constitución, miles de personas bailaron y cantaron celebrando los resultados.
La rotunda victoria del progresista Bernardo Arévalo en la segunda vuelta presidencial de Guatemala se sintió como una reprimenda de los votantes a la élite política en medio de críticas a la corrupción generalizada.
Bernardo Arévalo se alzaba el domingo como “virtual ganador” de la segunda vuelta presidencial de Guatemala tras lograr una amplia ventaja que lo convertiría en el próximo presidente de un país en el que la corrupción se ha extendido a varios sectores políticos y económicos.
Sandra Torres, la ex primera dama que busca por tercera vez ganar la presidencia de Guatemala, cerró el viernes su campaña electoral con la promesa de entregar ayuda social y advertencias sobre un eventual resultado adverso.
Los intentos de Torres de mostrar a Arévalo como una amenaza son sólo “política”, dijo Zepeda, quien vio el debate de los candidatos televisado esta semana y quedó satisfecho con que Arévalo dijera que no tenía intención de hacer cambios que afectaran los valores sociales conservadores de Guatemala
Zury Ríos Sosa es la hija del fallecido exdictador José Efraín Ríos Montt y quiere ser presidenta de Guatemala. Conocida en los círculos militares allegados a su padre como “la Nena”, se postula por primera vez en las elecciones del domingo con una propuesta de mano dura.
Sandra Torres Casanova saltó a la palestra pública en 2008 de la mano de su entonces esposo y presidente guatemalteco Álvaro Colom. Durante el mandato de Colom, fallecido en 2023, fue duramente criticada por involucrarse en el gobierno y señalada de interferir en las decisiones presidenciales.
El ganador de las elecciones presidenciales de Guatemala no gobernará una nación fácil: la corrupción, la migración, la pobreza y la inseguridad, sumadas al rápido deterioro del Estado de Derecho, son algunos de los desafíos que le esperan en enero cuando tome posesión.
La migración, pobreza, denuncias por corrupción, críticas por mala gestión de la pandemia y el acoso contra jueces, fiscales y periodistas independientes han marcado los cuatro años de presidencia en Guatemala de Giammattei, quien no puede reelegirse debido a que lo prohíbe la ley del país.
El proceso electoral en Guatemala, que llama a las urnas el domingo para elegir presidente, vicepresidente, miembros del Congreso y otras autoridades locales, arrancó con tropiezos desde el momento de la inscripción.
Funcionarios estadounidenses se han pronunciado en el mismo sentido. Phil Gordon, asistente presidencial de Estados Unidos y asesor de Seguridad Nacional de la Vicepresidencia, dijo hace unos días que su país apoya “elecciones libres, justas, inclusivas y pacíficas en Guatemala”.
Las organizaciones pidieron a la comunidad internacional estar atenta a lo que sucede en Guatemala. Dijeron que a pesar de solicitar reuniones con el gobierno, no hubo respuesta. Tampoco hubo de inmediato una reacción oficial a los planteamientos de esas organizaciones de prensa.
Hay 29 partidos políticos en Guatemala con aspiraciones para gobernar y ocupar cargos públicos, en unas elecciones en las que se renovará el presidente, el vicepresidente, los diputados al Congreso, los alcaldes y los diputados al Parlamento Centroamericano.
Entre 2021 y 2022, durante el gobierno de Alejandro Giammattei, se han exiliado más de 100 personas entre operadores de justicia, defensores de derechos humanos, activistas y periodistas, denunciando persecución por haber investigado corrupción o crímenes de lesa humanidad.
Precisamente al respecto, la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, un ente de la Organización de Naciones Unidas, señaló en la última década que el dinero ilícito para campañas electorales, con fuentes como el narcotráfico, provocaron "la captura del Estado" guatemalteco.
Colombia y Guatemala quedaron en medio de una fuerte tensión diplomática luego de que el país centroamericano anunciara que emprenderá acciones legales contra el actual ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, quien lideró en Guatemala una comisión anticorrupción.
Un tribunal dará a conocer el miércoles su fallo en el juicio al expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina, acusado de defraudación. El caso fue uno de los más emblemáticos de la extinta comisión contra la impunidad de las Naciones Unidas en Guatemala y obligó a Pérez Molina a renunciar al...
Las palabras de Monterroso se registraron durante la primera declaración del periodista José Rubén Zamora Marroquín, presidente del diario El Periódico, uno de los principales críticos del Gobierno que preside Alejandro Giammattei y también de la fiscal general, Consuelo Porras.
En agosto de 2008, Zamora fue secuestrado por un comando armado en la Ciudad de Guatemala. Tras ser retenido por más de diez horas fue abandonado en el departamento de Chimaltenango, a 56 kilómetros del lugar del secuestro. Fue encontrado con señales de violencia y había sido drogado.
La misión de la ONU llevó a juicio a tres expresidentes, incluido el general Otto Pérez Molina, y acusó a más de 1,500 personas, entre ellas funcionarios del gobierno y empresarios. Tras años de investigación, Velásquez tuvo que salir de Guatemala por tensiones con el presidente Jimmy Morales.
