MENSAJERÍA
Salvará a su pueblo de sus pecados
Dios nos conceda ser una valiosa piedrecilla escondida en el grandioso edificio de su Iglesia. poster
Dios nos conceda ser una valiosa piedrecilla escondida en el grandioso edificio de su Iglesia. poster
Se dedicó a la enseñanza durante muchos años en la Academia de Cracovia, después recibió el encargo pastoral de la parroquia de Olkusia, en donde, añadiendo a la recta fe un cúmulo de virtudes, se convirtió para los cooperadores y discípulos en ejemplo de piedad y caridad hacia el prójimo.
Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías.
Luego, los resultados desvelarán que era falso lo que considerábamos erróneamente como verdadero, o nos confirmarán que hemos acertado al fiarnos de una enseñanza, de una experiencia, de una opinión autorizada, o de una doctrina acogida gracias a una revelación divina...
¡Qué dulce es vivir en la gracia de la Misericordia! La humanidad necesita dejarse envolver en el amor de Cristo, sólo así podrá encontrar la felicidad. Una vida confortada en el amor de Cristo experimenta el consuelo, la paz y la santidad que Él mismo brinda a un alma confiada.
A pesar de los innumerables dramas que suscita la emigración hay que recordar todavía hoy a una frágil maestra del S. Angelo Lodigiano, Francisca Cabrini, nacida en 1850, la menor de 13 hijos. Se distinguió, por no mirar la emigración con los ojos del político ni del sociólogo.
«Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre...»
La llegada de un niño siempre es motivo de felicidad, aún cuando no haya sido planeado, inclusive si en algún momento se pensó que no sería bien recibido, llenará de alegría y ternura el hogar que sabe amar. A pesar del dolor, el hambre y las angustias, el contemplar al bebé nos hace olvidar.
Presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y doctor de la Iglesia, que, enviado a Alemania, se dedicó con ahínco a defender la fe católica y a confirmarla con la predicación y los escritos, entre los que sobresale el Catecismo, y encontró el reposo de sus trabajos en Friburgo, Suiza.
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo.
En esencia, si vives bastante tiempo, llegará un momento en el que tus viejas maneras de conocimiento ya no te servirán, tu corazón se verá forzado a mirar más allá de sus heridas, todas tus viejas seguridades se desmoronarán y te quedarás desamparado mirando fijamente una luz muy diferente.
Llegan varias noticias e informaciones: van a subir las tasas de interés; un compañero ha perdido su trabajo; un familiar ha recibido el diagnóstico de cáncer; un conocido nos ha criticado por la espalda; un gobierno ha decidido suprimir impuestos que asfixiaban a muchas familias.
Su vida la escribió con devoción precisa un monje contemporáneo llamado Grimaldo, que además fue religioso de su casa. Lo que se describe en latín decadente de última hora fue luego puesto en el balbuciente romance de lengua castellana por Gonzalo de Berceo ya en el siglo XIII.
Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ciertamente la religión cristiana, si no puede considerar razonables ciertas confesiones de ateísmo o de agnosticismo en nombre de la ciencia, sin embargo, es igualmente firme al no acoger afirmaciones sobre Dios que provengan de formas no rigurosamente atentas a los procesos racionales.
Curiosamente sabemos que esta expresión cristiana ha nacido en el ambiente de las celebraciones eucarísticas primitivas. Los discípulos que habían conocido al Maestro y hablaban de él suscitaban, podemos pensar, una gran nostalgia por su persona, un gran deseo de conocerlo.
Belén, Nazaret, Palestina, Jerusalén, más de dos mil años después de Cristo, tantas generaciones de creyentes y de santos y santas de Dios, la Iglesia que busca su unidad de Cuerpo Místico y de comunidad sinodal y ecuménica en medio de la humanidad: todo ello revive con la Navidad.
Se formó en Montpellier y en Toulouse. Sus aptitudes y excepcional inteligencia le abrían las puertas de la universidad para impartir derecho, pero ya había decidido cuál iba a ser su forma de vida: la monástica. Ingresó en la abadía benedictina de Chirac siendo un adolescente de 12 años.
Nació en Armagh, Irlanda, en 1094 en la familia O'Morgair, según San Bernardo de la nobleza. Fue bautizado con el nombre de Maelmhaedhoc (latinizado como Malaquías). Fue educado por Imhar O'Hagan y después por el Abbad Armagh. Fue ordenado sacerdote por St. Cellach (Celsus) en 1119.
Durante sus primeros años se dedicó a los estudios de bachillerato y a la equitación y al deporte de la natación. Pero las dos actividades que más le agradaban eran la oración y el dedicarse a ayudar a los pobres. Frecuentemente se retiraba a una ermita alejada del pueblo dedicado a la meditación.