“Son secuestradas por el simple hecho de formar parte del ejercito mexicano”, dijo Pérez López. “No tenían nada que ver con cuestiones operativas”. El militar agregó que presumen fueron miembros del crimen organizado por la forma en la que actuaron.
Otro de los exfuncionarios de Pemex que enfrenta un proceso judicial es Emilio Lozoya, exdirector de la compañía estatal, quien ha sido acusado de los delitos de corrupción, lavado de dinero y asociación delictuosa y de haber recibido millones de dólares en sobornos.
El estado mexicano de Guanajuato vive, desde hace años, la peor ola de violencia de su historia. Aunque es uno de los estados que más aporta al Producto Interno Bruto del país, también es el primero en homicidios.
La muerte violenta no da tregua. Los cadáveres de hombres y mujeres quedan tendidos cada día por el suelo de México. Descuartizados, irreconocibles, grabados y difundidos, anónimos, estrangulados, ahorcados.
Al menos 59 cuerpos, la mayoría de ellos “de gente joven y con un alto porcentaje de mujeres”, han sido hallados en varios enterramientos clandestinos en un barrio de vecinos del municipio de Salvatierra, un pequeño enclave en el centro de México.
El reportero Julio Valdivia, de 44 años, ha sido asesinado este miércoles, según han confirmado El Mundo de Córdoba, el diario donde trabajaba, y las autoridades locales.
Los problemas del crimen y la violencia están tan arraigados y son aparentemente tan insolubles que los grandes esfuerzos del presidente Andrés Manuel López Obrador parecen insuficientes.
Hasta hace poco. Ningún capo, por muy poderoso que fuera, se había atrevido a desplegar fusiles de alto calibre y disparar más de 100 veces contra un jefe de la policía de la capital en una calle emblemática.
Un violento cártel mexicano que robó grandes cantidades de combustibles de la petrolera estatal Pemex pudo operar durante años porque funcionarios de alto nivel del gobierno anterior miraron hacia otro lado en vez de enfrentar el problema, dijo el jefe de la oficina del combate al lavado de dinero.
La policía y ejército de México informaron el domingo que arrestaron al líder del cártel de Santa Rosa de Lima, el cual ha propagado la violencia a través del norte-centro del país y peleado durante años una batalla sangrienta con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Una operación contra la estructura financiera del cartel, lo llamaron entonces las autoridades. El 20 de junio, un importante operativo militar cercaba la zona de residencia e influencia de otro de los enemigos públicos del país: El Marro, el líder del cartel Santa Rosa de Lima, en Guanajuato.
Nada de lo que ocurrió en San Mateo del Mar el domingo fue fortuito. El pueblo vivía en tensión desde hacía casi mes y medio. Y esa era solo la última capa de tensión. Había otras con meses y años de antigüedad, sedimentos de un rencor durísimo.
El líder de un poderoso cártel amenazó en un video que circulaba el domingo en redes sociales con desatar más violencia contra el Gobierno, luego de que un operativo de la fuerza pública en el estado de Guanajuato terminara con la supuesta captura de su madre y varios integrantes del grupo.
Siete presuntos delincuentes y un miembro de la Guardia Nacional murieron durante un enfrentamiento el martes en el estado de Guanajuato, en el centro de México, informaron las autoridades. Un segundo agente resultó herido.
El gobierno mexicano desplegó en las calles más soldados que nunca para combatir la inseguridad, pero no alcanza para frenar la violencia que aumenta a niveles históricos.
Al menos 16 eventos de extrema violencia en los últimos 11 meses, los primeros de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, han sometido a una fuerte presión la estrategia adoptada por el Gobierno federal para reducir la violencia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que su gobierno intenta pacificar el país sin guerra, exterminios ni masacres, a partir de centrar su política de seguridad en el respeto a los derechos humanos.
Empresarios y líderes religiosos mexicanos denunciaron que grupos criminales los están extorsionando en el estado central de Guanajuato. Hasta hace poco Guanajuato era considerado una historia de éxito en el país por atraer inversiones de industrias de tecnología de punta.
México cerró 2018 con un récord histórico de violencia: 35.964 homicidios, un promedio de 98 al día. La tasa de muertes violentas se situó en 29 por cada 100,000 habitantes y el número de casos aumentó un 13% respecto a 2017.
La fiscalía general de México dijo el jueves que detuvo a un general en retiro, encargado de la seguridad en la petrolera estatal Pemex durante la administración previa, por presuntos delitos relacionados con el robo de combustible.
