El Banco Central Europeo puso fin oficialmente el jueves a su generoso esquema de compra de activos, pero prometió que seguirá alimentando el estímulo en una economía que está lidiando con una inesperada desaceleración y agitación política.
Las acciones terminaron con alzas en la bolsa de Nueva York pero lejos de máximos de sesión, porque la cautela volvió a los inversores cerca del cierre pese al optimismo sobre las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y algunas señales tranquilizadoras en la política británica.
La libra subía el miércoles desde mínimos de 20 meses, dado que los operadores apostaban por la supervivencia del gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, a una moción de censura, lo que le permitiría salvar su acuerdo de Brexit.
El índice S&P 500 y el Promedio Industrial Dow Jones cerraron una sesión volátil con leves caídas, con inversores alternando su atención entre las negociaciones por comercio entre Estados Unidos y China, la amenaza del presidente Donald Trump de paralizar la administración nacional, y el Brexit.
La compañía, cuyos productos también incluyen carbón, níquel y mineral de hierro, adelantó que espera un crecimiento del 3 por ciento de la producción de 2019 y otro 5 por ciento más en 2020 y 2021, lo que dio impulso a sus acciones en la bolsa de Londres, que cerraron con alza del 5,5 por ciento.
Las acciones cerraron con leves alzas una sesión volátil el lunes en la bolsa de Nueva York, ayudadas por las ganancias en el sector tecnológico, aunque la incertidumbre en torno al Brexit avivó las dudas de los inversores respecto al crecimiento de la economía global.
Los inversores decidieron tomar coberturas el lunes y provocaron caídas en las bolsas europeas, ante una serie de riesgos políticos por una votación sobre el Brexit y los disturbios el fin de semana en Francia que se sumaron a las preocupaciones por el crecimiento global y las tensiones comerciales
Los principales índices de Wall Street cayeron el viernes más de un 2 por ciento, en una liquidación amplia liderada por los declives en grandes firmas de internet y tecnológicas, con lo que acumularon su mayor caída semanal desde marzo.
El banco central de Estados Unidos está sugiriendo un punto de inflexión de su política monetaria, después de que una funcionaria de la Reserva Federal respaldó el viernes nuevas alzas de las tasas de interés en el "corto plazo", pero señaló que cada vez hay menos certeza hacia el futuro.
El índice S&P 500 y el Promedio Industrial Dow Jones cerraron el jueves con leves pérdidas en una sesión volátil, tras el arresto de una alta ejecutiva china que avivó temores a nuevas tensiones comerciales entre Washington y Pekín.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense cayeron el jueves, en el caso del papel a 10 años a mínimos en tres meses, por expectativas de que la Reserva Federal subirá menos veces las tasas de interés en medio de indicadores de una economía más débil y de volatilidad en el mercado.
El nerviosismo porque los mercados de bonos de Estados Unidos indican una recesión inminente y una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo que aún continúa hicieron que las acciones europeas se hundieran el miércoles, tras el derrumbe del 3 por ciento en Wall Street.
El paladio es más valioso que el oro por primera vez desde 2002, ya que los precios aumentaron alrededor de un 50 por ciento en menos de cuatro meses, hasta niveles récord, mientras que el oro no pudo capitalizar algunos escenarios aparentemente alcistas.
Una de las autoridades más influyentes de la Reserva Federal dijo el martes que espera nuevos aumentos de tasas de interés el próximo año ya que la economía de Estados Unidos está en "muy buena forma", reforzando el tono optimista de la Fed de cara a las crecientes dudas en los mercados financieros
El retorno del referencial del Tesoro, el bono a 10 años, cayó a su punto más bajo desde mediados de septiembre, y su diferencial con el papel a dos años fue el menor desde el inicio de la crisis financiera, lo que algunos inversores interpretaron como una señal de una desaceleración.
El retorno del referencial del Tesoro, el bono a 10 años, cayó a su punto más bajo desde mediados de septiembre, y su diferencial con el papel a dos años fue el menor desde el inicio de la crisis financiera, lo que algunos inversores interpretaron como una señal de una desaceleración.
La incertidumbre respecto a la capacidad de China y Estados Unidos para resolver su guerra comercial ofreció cierto apoyo al dólar. Aun así, los inversores estaban nerviosos por una inversión en la curva entre las notas a tres y cinco años y entre los papeles a dos y cinco años.
Wall Street se derrumbó más de un 3 por ciento el martes, liderado por los sectores bancario e industrial, luego de que el mercado de bonos del Tesoro envió señales inquietantes sobre el crecimiento económico y los inversores se volvieron a preocupar por el comercio mundial.
Los sectores minero, automotriz, tecnológico y petrolero subieron el lunes en las bolsas europeas, impulsando con fuerza al principal referencial de la región, luego de que los presidentes de Estados Unidos y China acordaron una tregua temporal en su guerra comercial.
El dólar sufrió un retroceso generalizado el lunes, ya que las monedas golpeadas por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China recuperaron terreno luego de que los presidentes de ambos países declararon una tregua en su disputa por aranceles a las importaciones.
