TESTIMONIOS
Caminando en sombras de muerte han visto una gran luz
Los condenados andan en fila de a uno, encadenados, con grilletes en las muñecas, unos enganchados a los otros. Andan cojos, ciegos y... esclavos. Mudos no.
Los condenados andan en fila de a uno, encadenados, con grilletes en las muñecas, unos enganchados a los otros. Andan cojos, ciegos y... esclavos. Mudos no.
Es así, como transcurre nuestra vida en este mundo , entre un antes y un después y digo que no es mucha la atención que le prestamos al ahora, es decir al momento presente, y o bien nos refugiamos en el pasado, la mayoría de las veces sobrevalorando su importancia y generándonos este, una nostalgia
Nació en la ciudad polaca de Zabrzezy el 24 de abril de 1913. A los 5 años perdió a su madre y se trasladó al domicilio de unos familiares que cuidaron de ella con verdadera ternura. En este nuevo hogar alumbrado por la fe se impregnó del amor de Dios sintiéndose cada vez más cerca de María.
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: «No te asombres de que te haya dicho: ‘Tenéis que nacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu». Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?».
En la actualidad la mentira es demasiado frecuente y demasiado inquietante. No me refiero a los errores, que en principio se pueden aceptar, aunque por supuesto se pueden evitar, sino a la falsedad deliberada, buscada, difundida con grandes recursos...
"Los pecados de todos los hombres hicieron necesaria la crucifixión de Cristo, vuestros pecados y mis pecados". En tanto que el cristianismo es de origen humano, es de origen judío. Para todo el que quiera ser cristiano es muy importante no olvidar esto jamás.
Conmemoración de san Dionisio, obispo de Corinto, el cual, dotado de admirable conocimiento de la palabra de Dios, no sólo enseñó con la predicación a los fieles de su ciudad y de su provincia, sino también a los obispos de otras ciudades y provincias mediante sus cartas (180).
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: «No te asombres de que te haya dicho: ‘Tenéis que nacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu». Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?».
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Nos encontramos al final del día de Pascua, cuando han pasado muchas cosas.
La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia".
Sacerdote y mártir, el cual, nacido de padres maniqueos, todavía niño abrazó la fe católica y, siendo aún adolescente, recibió del mismo santo Domingo el hábito. Dedicado a combatir la herejía, de camino hacia Como cayó víctima de los enemigos, recitando en los últimos momentos el símbolo de la fe.
Estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado. Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación».
La Iglesia proclama que si por la muerte el alma se separa del cuerpo, en la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado, reuniéndolo con nuestra alma.
Esencialmente, la gratitud consiste de una disposición interior, un corazón agradecido, pero cuando es genuina trata, de alguna forma, de expresarse en palabras y en obras.
Nació en Valencia, España, el 23 de enero de 1350. Hijo de un prestigioso notario, tuvo cinco hermanos. Junto a sus devotos padres experimentó el amor a Cristo y a María desde su más tierna infancia. Ellos le incitaron a realizar alguna penitencia todos los viernes en memoria de la Pasión.
En aquel tiempo, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar».
Si lo cambió, partió la historia en dos, y dejó el Evangelio del amor. Las civilizaciones cristianas dan testimonio de ese cambio. Pero aún queda mucho por cambiar, pues las personas cambian: nacen, viven y mueren. Así que los nuevos cambios, los contemporáneos, nos los dejó a nosotros.
El amor al Padre merece que también nosotros sacrifiquemos y que asumamos gozosamente el dolor, por eso el gozo del Señor es nuestra fortaleza, el gozo del amor de Dios es el que nos hace fuertes en nuestras tribulaciones, pero claro, el que está fuera del amor no comprende esto.
Obispo y doctor de la Iglesia, que, discípulo de su hermano Leandro y sucesor suyo en la sede de Sevilla, en la Hispania Bética, escribió con erudición, convocó y presidió varios concilios, y trabajó con celo y sabiduría por la fe católica y por la observancia de la disciplina eclesiástica († 636)..
Los discípulos contaron lo que había pasado en el camino y cómo habían conocido a Jesús en la fracción del pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando Él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu.