El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, defendió el jueves su política monetaria ultra expansiva en momentos en que su periodo al frente del organismo finaliza exactamente como empezó: tratando de unificar a un bloque monetario cada vez más alienado.
El Banco Central Europeo (BCE) dejó sin cambios el jueves su política monetaria, tal como se esperaba, pero mantuvo la puerta abierta a incrementar sus estímulos ya que la economía de la zona euro sigue sufriendo el impacto de una desaceleración global.
La libra esterlina cayó el martes frente al euro y el dólar después de que los legisladores británicos rechazaron un cronograma de Brexit propuesto por el gobierno, pero sus pérdidas fueron limitadas ya que las posibilidades de que no haya un acuerdo para abandonar la UE se veían como muy escasas.
El oro subió el lunes a su mayor nivel en más de dos semanas, ya que débiles datos de la zona euro revivieron los temores a una recesión global y empujaron a los inversores a buscar refugio en el lingote, mientras que el paladio saltó a niveles récord por un sostenido déficit en los suministros.
El sector minero, en tanto, muy dependiente del comercio, avanzó un 2,7%, mientras que el índice automotor fue impulsado por nuevos indicios de que la prolongada guerra comercial entre Estados Unidos y China se está apaciguando tras las concesiones hechas por las dos principales economías del mundo
Christine Lagarde enfrentará una decisión crucial en su primer año como presidenta del Banco Central Europeo (BCE): bajar los brazos en el intento por revivir la inflación o ceder a la tentación de continuar ayudando a los gobiernos del bloque con un programa infinito de compras de bonos.
Las acciones de Estados Unidos subieron el jueves, con el índice S&P 500 cerrando cerca de su máximo histórico, impulsadas por el progreso de la situación en la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la promesa del Banco Central Europeo de mantener los estímulos.
El dólar y el yen se depreciaban el miércoles gracias a un fortalecimiento de la confianza y menores preocupaciones políticas globales, después de noticias de Hong Kong, Italia y Gran Bretaña que los mercados percibieron como positivas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó el viernes a la Reserva Federal de inacción mientras el euro pierde valor contra el dólar, una diferencia que dice está dando a los países europeos una gran ventaja comercial.
El dólar cayó el viernes después de que el presidente Donald Trump ordenó a las firmas estadounidenses que comenzaran a buscar alternativas a sus operaciones en China, luego de que Pekín impuso nuevos aranceles, escalando la tensión comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
El dólar cayó el jueves, pero se movió dentro de un rango estrecho, mientras los inversores aguardaban algún anuncio o declaración de la Reserva Federal esta semana en el simposio de Jackson Hole, un evento en que se discutirá el deterioro del panorama económico mundial.
Las acciones europeas subían el miércoles, impulsadas por esperanzas de más estímulo monetario y fiscal que ayudaban a aliviar los temores a una recesión mundial, la agitación política que vive Italia y las guerras comerciales sin fin.
El yen y el franco suizo subieron el viernes, ya que los inversores buscaron monedas de refugio ante las preocupaciones por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la incertidumbre política en Italia y débiles datos económicos a nivel mundial.
China dejó el lunes que el yuan se debilitara a menos de 7 unidades por dólar, tocando un mínimo de 11 años, en una escalada de la guerra comercial entre Washington y Pekín que agitó a los mercados cambiarios del mundo.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) responde a la promesa lanzada al mercado y en una acción inusual procede a rebajar en un cuarto de punto los tipos de interés. Los deja en una banda entre el 2% y el 2,25%.
El dólar trepaba hasta máximos de dos meses el viernes y se encaminaba a su segunda semana consecutiva de ganancias tras la publicación de datos que mostraron que la economía de Estados Unidos se desaceleró menos de lo esperado en el segundo trimestre.
La libra esterlina, que ya cotizaba cerca de un mínimo de dos años, retrocedió un poco más después de que Boris Johnson ganó la votación conservadora para convertirse en el nuevo primer ministro de Reino Unido, lo que preocupa a inversores que temen que lleve al país a un Brexit sin acuerdo.
Las monedas de América Latina retrocedían el martes en las primeras horas de negocios, en medio de un fortalecimiento global del dólar, luego de un acuerdo presupuestario en Estados Unidos entre el presidente Donald Trump y el Congreso.
El Fondo Monetario Internacional dijo el miércoles que el dólar estadounidense está sobrevaluado entre un 6% y un 12%, sobre la base de los fundamentos económicos a corto plazo, mientras que el euro, el yen y el yuan se consideraron, en términos generales, en línea con los fundamentales.
Powell es el más reciente funcionario de un banco central que ha expresado su escepticismo sobre la libra, un proyecto que Facebook anunció. Los gobernadores de los bancos centrales del Reino Unido, Francia, el Banco Central Europeo, Singapur y China también han expresado sus inquietudes.
