INTERNACIONAL - Seguridad y Justicia
Las mujeres de Nueva Zelanda se ponen el velo en solidaridad con las víctimas del atentado
Al concluir la plegaria, Mustafa Boztas admitió que la experiencia le abrumaba. "Casi no tengo palabras, lo siento", dijo. A veces, su rostro se contraía a causa de un latigazo de dolor. "Todavía tengo un fragmento (de bala) en las costillas y el hígado dañado", aseguró .