El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se comprometió a reforzar la frontera sur del país después de dos días de negociaciones con el fin de evitar la entrada en vigor del nuevo arancel anunciado por Washington para el próximo lunes.
Comida podrida, baños en mal estado y ciertas prácticas del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos en los centros de detención para migrantes podrían violar los derechos de las personas ahí recluidas, informó el jueves el órgano de control interno de la dependencia.
Seis inmigrantes indocumentados perdieron la vida cuando el vehículo en el que viajaban se estrelló contra un canal de riego durante una persecución policial en una zona rural del sur de Texas, informó la policía.
El gobierno mexicano reforzó su control fronterizo en medio de las acusaciones del presidente de Estados Unidos Donald Trump de negarse a frenar el alud de centroamericanos que llegan a su país.
El día clave de la negociación con Washington, el Gobierno mexicano desplegó todas las fuerzas de seguridad de la región del sur de Chiapas para detener el avance de un nuevo grupo de hondureños, guatemaltecos y salvadoreños que se disponía a cruzar México.
Imágenes captadas por Reuters mostraron el descontento de los migrantes que, en algunos casos, fueron obligados a detener su camino y subir a autobuses para ser llevados a una estación migratoria en el estado sureño de Chiapas.
La agencia que recibe a niños migrantes, la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, solicitó al Congreso 2.880 millones de dólares más para aumentar la capacidad de acogida, dijo el miércoles la portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Evelyn Stauffer.
El anuncio se hizo en un momento en que diplomáticos estadounidenses y mexicanos inician conversaciones en la Casa Blanca para evitar las consecuencias potencialmente lacerantes de la amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles a todos las importaciones mexicanas.
El grupo de migrantes, que incluye a muchas mujeres y niños, partió temprano de Ciudad Hidalgo, en la frontera entre México y Guatemala y se dirigió a Tapachula. La policía local y estatal escoltó a la caravana.
La cantidad de migrantes detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México llegó en mayo a su punto más elevado en una década, y las autoridades advirtieron que no tienen fondos ni recursos para cuidar al creciente número de padres y niños que ingresan al país.
Unos 200 elementos de la policía militar y federal, así como de las agencias de migración, esperaban el miércoles a un grupo de alrededor 1,000 migrantes centroamericanos que caminaban por el sur de México con destino a Estados Unidos.
Cientos de migrantes centroamericanos cruzaron de Guatemala a México el miércoles y un grupo de unos 1,000 inició una marcha hacia el norte.
Unos 400 migrantes centroamericanos cruzaron la frontera hacia México el martes con la esperanza de llegar a Estados Unidos para solicitar asilo.
Las autoridades de inmigración están buscando la manera de aumentar la deportación de familias que viven en Estados Unidos de manera ilegal, medidas que probablemente tendrían problemas logísticos y enfrentarían fuerte oposición pública.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que México debería frenar la “invasión” y la “arremetida” de inmigrantes ilegales a su país, o de lo contrario enfrentará aranceles a sus productos que podrían causar fuertes pérdidas en inversión extranjera.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha emplazado este lunes a México a cesar de inmediato el flujo de migrantes y drogas a través de su territorio como"gesto de buena voluntad.
Las lágrimas que intentaron esconder los migrantes al bajarse del avión con el cual fueron deportados desde Estados Unidos se volvieron ligeras sonrisas cuando les aplaudieron y les dieron la bienvenida con declaraciones de que son muy importantes para el crecimiento de Guatemala.
En un comunicado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza dijo que “evitará” el cementerio Eli Jackson en la localidad de Rio Grande Valley, en el sur de Texas, pero seguirá “cumpliendo con los requisitos operativos de la Patrulla Fronteriza para el muro fronterizo”.
México espera mejores condiciones con el próximo presidente de Guatemala para poder reducir el flujo de migrantes que atraviesa su país para llegar a Estados Unidos y ha causado la furia del presidente Donald Trump, dijo el lunes el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
El Gobierno mexicano trazó este lunes dos líneas rojas frente a su difícil negociación con Washington sobre inmigración, a punto de desembocar en una guerra comercial.
