Muchas de las famosas playas de Florida fueron desalojadas el jueves debido a una proliferación de marea roja que, por primera vez en décadas, plaga al mismo tiempo las costas del Golfo de México y del Atlántico.
Hace no mucho tiempo se consideraba que el cambio climático era una amenaza para el futuro. Cada vez más se convierte en una realidad del presente, una nueva normalidad que genera miles de millones de dólares en gastos anuales para gobiernos, empresas y ciudadanos que luchan por adaptarse.
El gobernador de Florida, Rick Scott, declaró hoy el estado de emergencia en siete condados afectados por la marea roja, como se conoce a la contaminación por una microalga tóxica y que ha producido la muerte de miles de peces.
La creciente preocupación de los floridanos por la contaminación por algas que sufren las playas de su turístico estado se ha transformado en un movimiento para reclamar a los políticos que descrucen los brazos y busquen soluciones cuanto antes.
Liberar la economía de plásticos de un solo uso se ha convertido en una prioridad de la sostenibilidad en la Unión Europea (UE), donde legisladores, productores y consumidores intentan prescindir de un material tan letal para la biodiversidad marina como cotidiano para los ciudadanos.
La Comisión Europea propuso el 28 de mayo un ambicioso conjunto de medidas para limpiar las playas europeas y eliminar plásticos desechables de sus mares y vías navegables. Además, exhortó a la Unión Europea a ser pionera en la reducción de basura marina en todo el mundo.
Si su idea de unas vacaciones perfectas es sentir la arena entre los dedos en una playa de postal, los investigadores tienen buenas noticias: las costas de arena en el mundo está creciendo.
En el estudio, presentado hoy en la Asamblea General de la Unión de Geociencia Europea (EGU) que se celebra en la capital austríaca, se aplicó un modelo especial de simulación de esas olas gigantes en 24,000 playas turísticas con riesgo de sufrir su impacto.
Algo trágico estaba sucediendo en las aguas turquesas de la bahía de Sepetiba. Desde fines del año pasado, los pescadores empezaron a encontrar, hasta cinco veces al día, cadáveres de delfines que lucían muy delgados y además tenían cicatrices.
El Consejo Estadounidense de Química ha adoptado una estrategia más amable ante las prohibiciones a los sorbetes plásticos que la que adoptó en el caso de las bolsas, al sugerir que los restaurantes proporcionen pajillas únicamente cuando un cliente los solicite.
En enero pasado, las Playas de Tijuana y de San Diego tuvieron que cerrar al público unos días ante el arrastre de basura y aguas residuales de la ciudad mexicana, perteneciente al estado de Baja California y a la estadounidense, que forma parte del estado de California.
Pero tras siete décadas de reconstrucción de sus playas, el estado ahora afronta dificultades por la falta de arena, la subida de los costes y los escasos fondos públicos aun durante los años más tranquilos. La rápida sucesión de tormentas vigorosas hace que los desafíos sean aun más difíciles.
