Los habitantes de un pequeño poblado del norte de México comenzaron a limpiar las calles el lunes, luego de un intenso tiroteo entre efectivos de seguridad y miembros del crimen organizado que dejó 22 muertos el fin de semana.
Cuando docenas de camionetas llenas de hombres con armas de grueso calibre irrumpieron en Villa Unión, en el estado norteño de Coahuila, los vecinos de la pequeña localidad cerca de la frontera estadounidense empezaron a darse cuenta de que eran el blanco de una invasión de escala militar.
La cifra de muertos por un enfrentamiento el fin de semana entre miembros de un cártel de narcotráfico fuertemente armados y las fuerzas de seguridad aumentó a 22, informó el lunes el gobernador del estado de Coahuila, en el norte de México.
Las fuerzas de seguridad de México mataron el domingo a otros siete presuntos integrantes de una banda de narcotraficantes que realizó un ataque de una hora en una ciudad cerca de la frontera con Texas, dijeron funcionarios, agregando que el total de muertos subió al menos a 21.
La marcha busca manifestar la solidaridad de un grupo de mormones que emigraron hace más de un siglo a México desde Estados Unidos cuando las leyes en este último país se endurecieron hacia la práctica de la poligamia, con las familias de víctimas del crimen organizado.
“Si en el caso remoto se tomara una decisión que consideremos afecta muestra soberanía, entonces actuaríamos en el marco de las leyes internacionales. En el caso de que se tomara una decisión que consideráramos contraria al interés nacional, pero lo veo así, improbable”, dijo.
Representantes de los gobiernos de México y Estados Unidos se reunirán la próxima semana para discutir los planes del inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, de incluir a los cárteles mexicanos en la lista de organizaciones terroristas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió este viernes a Estados Unidos que México no permitirá que extranjeros armados actúen en su territorio, luego de que su par estadounidense, Donald Trump, dijera que designará como "terroristas" a los narcotraficantes.
El asesinato de una mujer en un país con altos niveles de femicidio parece ya no suscitar mayores reacciones en medio de 13 años de violencia en ascenso, pero la muerte de Abril Pérez, el pasado 25 de noviembre, encendió como pocas veces la indignación general.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, visitará México la próxima semana para revisar con funcionarios del país latinoamericano la colaboración binacional sobre seguridad, en medio de tensiones sobre un plan para designar a los cárteles mexicanos de la droga como terroristas.
Los mexicanos reaccionaron airadamente el miércoles después que el presidente de Estados Unidos Donald Trump dijo que designará a los cárteles del narcotráfico de México como organizaciones terroristas.
El presidente Donald Trump puso al gobierno de México a la defensiva cuando dijo que “definitivamente” proseguirá con sus planes de etiquetar a los cárteles mexicanos del narcotráfico como organizaciones terroristas.
México registró entre enero y octubre los 10 meses más sangrientos desde que se tiene memoria, pero el presidente Andrés López Obrador insistió hoy en que el flagelo de la violencia que castiga al país se estabilizó.
Ladrones armados intentaron secuestrar un convoy entero de camiones cisterna que transportaban gasolina por el norte de México, pero las fuerzas de seguridad frustraron el robo al enfrentarse a disparos con los delincuentes.
Hombres armados desataron el caos en Nuevo Laredo, ciudad mexicana que hace frontera con Laredo, Texas, bloqueando avenidas importantes, incendiando vehículos y enfrentándose con soldados en tiroteos que dejaron un presunto agresor muerto.
La delincuencia organizada cambió su "modus operandi" para enfrentar la forma de afrontar la ofensiva del gobierno en su contra y ahora no sólo dirige sus ataques contra sus enemigos sino también contra civiles, que suelen ser aterrorizados en las calles por hombres armados.
El gobierno mexicano dijo el domingo que invitó a la Oficina Federal de Investigaciones estadounidense (FBI, por sus siglas en inglés) a participar en su investigación sobre un ataque en el norte de México que mató a nueve ciudadanos con doble nacionalidad de Estados Unidos y México.
Indignados familiares de seis niños y tres mujeres que fueron asesinados en una emboscada en México instaron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a aceptar la ayuda ofrecida por Estados Unidos para enfrentar a los cárteles de la droga.
Una inusual oleada de violencia en el lado sur de la frontera de Arizona con México ha detonado alertas de las autoridades de Estados Unidos y obligado a ciudadanos estadounidenses a pensar cómo viajar más seguros.
Mientras 850 elementos de fuerzas de seguridad local, estatal y federal se preparaban para emprender una redada en una enorme prisión estatal del norte de México, los reos orquestaron una ola de caos afuera de la cárcel de Ciudad Juárez.
