La reciente Operación Manantial de Paz lanzada por Turquía en el norte de Siria tenía dos objetivos declarados: alejar a las milicias kurdas de la frontera y utilizar la zona conquistada para crear una zona segura adonde repatriar a la mitad de los 3,6 millones de refugiados sirios.
Turquía ha entregado a más de 18 hombres, supuestamente soldados del Gobierno sirio, que fueron capturados en el noreste de Siria cerca de la frontera turca a principios de esta semana, dijo el Ministerio de Defensa turco a última hora del jueves.
Turquía y Rusia iniciarán el viernes un operativo de vigilancia conjunta en el noreste de Siria, luego de un cese del fuego mediado por los rusos que prometió que los combatientes kurdos se retirarán de esa zona y se dirigirán al sur, anunció el miércoles el presidente turco.
Cerca de 300 policías militares rusos adicionales llegaron a Siria, dijo el viernes el Ministerio de Defensa de Rusia, bajo un acuerdo entre Ankara y Moscú que detuvo una incursión militar de Turquía en el noreste de Siria.
Fuerzas turcas y sus aliados atacaron a tropas del gobierno sirio en el noroeste de Siria y les provocaron algunas bajas el jueves, y también se enfrentaron con combatientes encabezados por kurdos, informaron una agencia estatal de noticias en Damasco y un grupo que monitorea la guerra.
Las fuerzas kurdas han comenzado a retirarse de las áreas cercanas a la frontera turca en Siria, dijo el jueves el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, luego de un acuerdo entre Moscú y Ankara que puso fin a la ofensiva militar transfronteriza de Turquía.
Seis trabajadores sanitarios que fueron secuestrados este mes en el oeste de Libia fueron liberados, según anunció el jueves un destacado grupo de derechos humanos.
El presidente de Siria, Bashar Assad, ha recibido un premio de las potencias mundiales que maniobran en los diversos frentes de guerra en el país. Sin hacer un solo disparo, las fuerzas de Assad están regresando a las ciudades y localidades del noreste de Siria en las que no ponían un pie desde...
Los ministros de Defensa de la OTAN se reúnen este jueves y viernes en Bruselas para analizar, entre otros conflictos, la grave situación en el noreste de Siria.
Siria y Turquía desplegarán fuerzas en el noreste sirio para sacar de la frontera a los combatientes del YPG kurdo, luego de sellar el martes un acuerdo que tanto Moscú como Ankara calificaron como un triunfo.
El anuncio se produjo mientras los combatientes kurdos completaban su retiro de una sección de la frontera entre Siria y Turquía, tal como les fue requerido en un acuerdo de cese al fuego negociado por Estados Unidos que expiraba el martes por la noche.
Cientos de fuerzas kurdas permanecen cerca de la frontera noreste de Siria a pesar de una tregua negociada por Estados Unidos que exige su retirada, por lo que Turquía podría reanudar su ofensiva en la zona cuando expire el alto el fuego, dijo el presidente turco Tayyip Erdogan.
Hasta 1,300 combatientes sirios kurdos deben abandonar todavía la región nororiental de Siria invadida por Ankara, dijo el martes el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, horas antes de que termine el alto el fuego de cinco días entre los dos bandos.
Los soldados estadounidenses que se retiran de Siria se dirigirán al oeste de Irak y seguirán realizando operativos contra el grupo Estado Islámico, indicó el secretario de defensa estadounidense.
"Creo que lo que ha ocurrido en los últimos días es un error serio de Occidente y la OTAN en la región", ha afeado el mandatario galo en rueda de prensa al término de la cumbre europea de dos días.
Turquía suspenderá su ofensiva en el norte de Siria durante cinco días para que se retiren las fuerzas kurdas, tras lo cual el alto el fuego será permanente, anunció el jueves el vicepresidente estadounidense Mike Pence, tras entrevistarse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Turquía acordó el jueves detener su ofensiva en Siria durante cinco días para permitir que las fuerzas kurdas se retiren de una “zona segura” que Ankara había tratado de capturar, un acuerdo que fue aplaudido por Washington y que los líderes turcos presentaron como un triunfo absoluto.
La mecha no prenderá por ahora en el corazón del polvorín de Oriente Próximo. Estados Unidos ha pactado este jueves con Turquía un alto el fuego de cinco días para detener las hostilidades en el norte de Siria y permitir el repliegue de las milicias kurdas.
Una delegación estadounidense del más alto nivel encabezada por el vicepresidente Mike Pence enfrentaba la ardua misión el jueves de convencer al presidente turco Recep Tayyip Erdogan que declare un cese de fuego en su ofensiva contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha desmarcado de la ofensiva lanzada por Turquía en el noreste de Siria, aunque ha declarado que los kurdos "no son unos ángeles" y "saben cómo luchar" para responder a estos avances.
