Asediados por una avalancha de noticias negativas y con los grandes países europeos en cuarentena colectiva por el virus, la Fed y el BCE han sumado este domingo a su cruzada a sus pares de otras latitudes para dejar claro que, esta vez sí, van en serio y de la mano.
Wall Street se disparó el viernes luego de una semana turbulenta para las bolsas mundiales, signada por una hecatombe histórica el jueves ante el avance del coronavirus.
Wall Street ha recuperado este viernes parte de las pérdidas de los últimos días, en la sesión final de una semana de turbulencias brutales. El Dow Jones ha cerrado con una subida del 9,4%.1.980 puntos por encima de su valor en la jornada negra del jueves.
Wall Street subió con fuerza en los últimos momentos de la sesión del viernes después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró emergencia nacional para combatir el coronavirus, aunque los principales índices cerraron la semana con grandes pérdidas.
El viernes, la Fed aceleró su compra de bonos para responder a los desajustes en el mercado de bonos del Tesoro, el mercado financiero más grande del mundo y uno de los más importantes.
Hace tres semanas era una mera gripe, hace dos, el cisne negro de 2020, y ahora es un terremoto económico global de una magnitud impredecible. La Bolsa española sufre el coronavirus desde finales de febrero y cada capítulo de la lúgubre serie supera, por lo negativo, al anterior.
Las acciones europeas se desplomaron un 11,5% el jueves, su peor caída diaria en los registros, después de una fría recepción de los mercados a las respuestas de los gobiernos y bancos centrales para combatir el potencial impacto económico del coronavirus.
Los mercados de activos de América Latina acumularon más pérdidas el jueves, debido a la generalizada aversión global al riesgo derivada del impacto del coronavirus y la cada vez mayor percepción de que los estímulos no serán suficientes para prevenir una recesión económica.
Las acciones globales se desplomaban y entraban en terreno bajista, mientras que el petróleo se hundía, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prohibió los viajes desde Europa para frenar la propagación del coronavirus, amenazando con más alteraciones a la economía global.
El pánico se apoderó de las bolsas europeas este jueves, en una jornada sin control a pesar de los anuncios de medidas del BCE ante el desafío del coronavirus, que suma víctimas humanas y no deja indemne a ningún sector económico.
La Reserva Federal (Fed) ha anunciado este jueves que inyectará al menos 1,5 billones de dólares al mercado de préstamos a corto plazo para garantizar la liquidez y detener la sangría de Wall Street, que se había visto obligada a suspender -por segunda vez en una semana- su cotización.
Hace tres semanas era una mera gripe, hace dos el cisne negro de 2020 y ahora es un terremoto global de una magnitud impredecible. La crisis del coronavirus va camino de convertirse en una sacudida feroz para los débiles cimientos de la economía global: la amenaza de una recesión se ve cada vez...
Los precios de las acciones bajaban pronunciadamente el miércoles al mediodía en la Bolsa de Valores de Nueva York, prácticamente borrando los avances del día anterior, ante la consternación generalizada por el impacto económico que está teniendo el brote del coronavirus en todo el mundo.
Para los gestores de fondos ya es bastante malo ver cómo el coronavirus ha borrado billones de dólares de valor de los mercados mundiales, pero peor aún es no saber qué tan grave es el brote para la economía, para los resultados de las empresas y, en consecuencia, para sus carteras.
La Reserva Federal aumentará los montos que inyecta diariamente a los mercados financieros en 50,000 millones de dólares hasta alcanzar 150,000 millones, como una medida de protección ante la epidemia del nuevo coronavirus, anunció el lunes el banco central estadounidense.
Wall Street sufrió el lunes su mayor pérdida diaria desde la crisis financiera de 2008, en una sesión en la que aumentaron las preocupaciones sobre una recesión ante el desplome de los precios del petróleo y los continuos temores sobre el coronavirus.
El FMI pidió este lunes a los gobiernos del mundo que articulen "una respuesta internacional coordinada" como durante la crisis financiera de 2008 para contrarrestar el impacto económico del nuevo coronavirus, en un momento de desplome de los mercados.
Wall Street ha detenido este lunes durante 15 minutos la cotización, en respuesta automática a la brusca caída de las acciones que componen sus principales selectivos.
Las acciones globales se hundían el lunes mientras que los precios del petróleo se desplomaban hasta un 33% después de que Arabia Saudita lanzó una guerra de precios con Rusia, lo que llevó a los inversores, ya conmocionados por el COVID-19, a buscar refugio en los bonos gubernamentales y el yen.
Las acciones estadounidenses cayeron el viernes debido a que se intensificaron los temores por lo daños económicos por la propagación del coronavirus, aunque los principales índices de Wall Street terminaron muy por encima de sus mínimos de sesión.
