Los precios del oro caían un 2,5% el miércoles, ya que las preocupaciones sobre el impacto económico global del coronavirus opacaban las medidas de estímulo anunciadas por Estados Unidos, lo que llevaba a los inversores a deshacerse de la mayoría de los activos en busca de la seguridad del efectivo
Las acciones globales volvían al rojo el miércoles, mientras los futuros de Wall Street apuntaban a una nueva jornada de pérdidas, ya que el temor a las consecuencias del coronavirus eclipsaba las grandes medidas de apoyo aprobadas por las autoridades en todo el mundo.
El brote del coronavirus está impulsando las entregas de comida a través de aplicaciones web en países de América Latina, a medida que las escuelas suspenden las actividades y más personas trabajan desde casa para contener una epidemia que ya ha infectado a más de 100,000 personas en todo el mundo.
La Bolsa de Nueva York ha echado a andar este miércoles con fuertes caídas, cercanas a ese límite en el que se activan las suspensiones automáticas de cotización. Los estragos que la pandemia del coronavirus va a causar en la economía han puesto a los inversores en modo pánico...
Los índices de referencia de la Bolsa de Nueva York cerraron la sesión con importantes subidas, espoleados por los potentes estímulos anunciados por la Casa Blanca y la Reserva Federal con el fin de contener la hemorragia económica que supone la pandamia del coronavirus.
Las bolsas europeas volvían este martes a media mañana a operar con pérdidas, bajo el inquietante signo del coronavirus, pese a una dinámica y esperanzadora apertura, y al mejor comportamiento de las bolsas de Asia y Pacífico.
Una gran volatilidad ha marcado la apertura de la cotización en Wall Street, después de que el lunes registrara la peor jornada en más de 30 años. El Dow Jones subía un 1,8% en los primeros minutos de cotización del martes, y el S&P 500 subía un 2%, igual que el Nasdaq.
Las monedas y bolsas de valores de América Latina se desplomaron el lunes debido a un aumento en la aversión al riesgo producto del avance del coronavirus y pese a un sorpresivo recorte en las tasas de interés estadounidenses, en un intento de la Fed por estabilizar la economía global del pánico.
El mensaje del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, al anunciar un aluvión de políticas monetarias y medidas de liquidez fue claro: el banco central de Estados Unidos usará todas las herramientas a su disposición para mantener el crédito fluyendo en el sistema financiero.
Las bolsas europeas y asiáticas se desplomaron este lunes, al igual que lo hacía Wall Street, y el barril de petróleo Brent alcanzaba su nivel más bajo desde 2016, en un contexto de pánico por el coronavirus a pesar del esfuerzo de los bancos centrales.
Las acciones estadounidenses sufrieron su mayor caída diaria desde el lunes negro de 1987, porque la sorpresiva baja de las tasas de interés de la Reserva Federal a casi cero provocó ansiedad y miedo a una posible recesión profunda por la pandemia de coronavirus.
Las bolsas mundiales y los precios del crudo seguían hundiéndose el lunes, porque la segunda baja de emergencia de las tasas de interés en Estados Unidos en dos semanas -dejándolas en la práctic en cero- y las medidas de apoyo económico en todo el mundo no lograban frenar el temor al coronavirus.
Los bancos centrales han vuelto a quedarse cortos y los mercados siguen instalados en una espiral de pánico y caos. Como en los años negros de una década atrás, en plena Gran Recesión, la plana mayor de los institutos emisores a escala mundial movió ficha el domingo por la noche para tratar...
En otro día de nerviosismo en el mercado financiero, la Bolsa de São Paulo, Brasil, marcó el pulso de lo que puede ser otro lunes negro para la región latinoamericana: el Bovespa arrancó con una dura caída y suspendió las operaciones.
El extraordinario movimiento de la Reservad Federal, que anunció el domingo el mayor paquete de estímulos financieros desde la crisis financiera de 2008, en coordinación con otros bancos centrales, no ha logrado transmitir la confianza buscada y, a juzgar por los primeros compases...
Las bolsas europeas caían más del 8% el lunes mientras la pandemia de coronavirus se extendía por gran parte de Europa, ya que la drástica flexibilización monetaria por parte de los bancos centrales mundiales no lograba tranquilizar a los inversores sobre el creciente daño económico.
Los mercados globales y futuros de Estados Unidos caían el lunes después de que las decisiones de varios bancos centrales para impulsar el crecimiento económico no lograsen calmar el temor de los inversores sobre las medidas de contención contra el nuevo coronavirus.
La Reserva Federal recortó sus tasas de interés a un nivel cercano a cero, reinició operaciones de compra de bonos y lanzó otras medidas de su arsenal de post crisis, junto con otros grandes bancos centrales, para establecer un punto de apoyo para la economía global, afectada por una epidemia...
Asediados por una avalancha de noticias negativas y con los grandes países europeos en cuarentena colectiva por el virus, la Fed y el BCE han sumado este domingo a su cruzada a sus pares de otras latitudes para dejar claro que, esta vez sí, van en serio y de la mano.
La propagación de la epidemia obliga a Italia a confinar a su población. Los precios del petróleo sufren su peor caída desde la primera guerra del Golfo. Ante este panorama, los inversores venden masivamente sus acciones y se abalanzan sobre los bonos alemanes y estadounidenses.
