La cuarentena impuesta el 20 de marzo profundizó la crisis de un sector que ya venía muy golpeado en los últimos años por la devaluación de la moneda y la recesión económica. Las operaciones de compra-venta tuvieron una caída cercana al 80% en junio, según datos del sector.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el Producto Interno Bruto (PIB), la medida más precisa de la economía, se contraerá en 9,3% este año, la peor recesión en América Latina desde que se tiene registro. Es probable que este no sea el último pronóstico.
Con nuevos picos alarmantes de COVID-19 y las cifras crecientes de muertos, el ciclo devastador de la pandemia se repite y deja al Congreso con escasas opciones a un nuevo y oneroso rescate. Se cierran negocios, las escuelas no pueden reabrir plenamente, desaparecen los empleos, al tiempo que se agotan los fondos federales de emergencia.
Los precios del petróleo cerraron con baja el viernes, presionados por la preocupación de que el aumento de casos de coronavirus disminuya la demanda de combustible, mientras los principales países productores de crudo se preparan para aumentar la producción.
Tras concluir una revisión regular del Artículo IV de la mayor economía mundial, el personal del FMI citó otros riesgos, como el fuerte aumento de los niveles de deuda gubernamental y corporativa, así como la perspectiva de una largo periodo de inflación baja o, incluso, negativa.
Los precios del crudo caían el viernes por la creciente incertidumbre sobre la recuperación de la demanda de combustible ante el aumento de casos de coronavirus en varios países, mientras que una alianza de grandes productores se dispone a elevar el bombeo.
Los precios del crudo cayeron un 1% el jueves, después de que la OPEP y sus aliados accedieron a moderar el recorte récord de los suministros a partir de agosto, y en momentos en que los contagios de coronavirus siguen subiendo en Estados Unidos.
El Banco Central Europeo (BCE) usará toda su capacidad para proveer estímulos incluso si la economía de la zona euro empieza a mostrar señales de recuperación de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, dijo el jueves la presidenta del organismo, Christine Lagarde.
Los precios del petróleo subieron un 2% el miércoles, apoyados por una fuerte caída de los inventarios de crudo en Estados Unidos, pero las ganancias estuvieron limitadas debido a que la OPEP y sus aliados se disponen a aliviar las restricciones de suministro a partir de agosto.
Así lo subrayaron otros datos del miércoles que mostraron que la actividad de las fábricas en el estado de Nueva York aumentó en julio, pero que los industriales se mostraron menos optimistas sobre las condiciones de los negocios en los próximos seis meses.
El producto interior bruto británico aumentó un 1,8% en mayo después de caer un 20,3% en abril, el primer mes completo de confinamiento en Reino Unido, según la Oficina Nacional de Estadísticas, por debajo de todos los pronósticos de una encuesta de Reuters a economistas.
Las exportaciones en junio subieron un 0,5% con respecto al año anterior, según mostraron los datos de aduanas chinas el martes, superando las expectativas de los analistas de una caída del 1,5% y en comparación con el descenso del 3,3% de mayo.
El informe del Departamento de Trabajo del martes se conoció cuando algunos estados densamente poblados de las regiones del sur y del oeste del país estaban revirtiendo o haciendo una pausa en los desconfinamientos, abrumados por el aumento de las infecciones de la enfermedad respiratoria.
A Macron le quedan 600 días en el Gobierno y buena parte los tendrá que dedicar a recuperar la economía del país, fuertemente afectada por la epidemia, especialmente el empleo, que es “la prioridad”, ha reconocido.
La demanda mundial de petróleo se disparará en un récord de 7 millones de barriles por día el próximo año cuando la economía mundial se recupere de la pandemia de coronavirus, pero se mantendrá por debajo de los niveles de 2019, dijo la OPEP en su informe mensual.
La producción de petróleo de Venezuela cayó en junio al nivel más bajo en casi ocho décadas, según datos entregados el martes por la OPEP, en momentos en que las sanciones de Estados Unidos a PDVSA afectan las exportaciones.
Entre largas filas, trasnochos y angustia, la escasez de gasolina no cede en Venezuela, semanas después de la llegada de combustible desde Irán y el estreno de nuevas tarifas dolarizadas en un país donde el combustible era prácticamente regalado.
El viernes 1 de mayo, dos trabajadores de la plataforma petrolera PXA-1, propiedad de la estatal brasileña Petrobras, se presentaron en la enfermería de la instalación quejándose de dolores de cabeza y síntomas de fiebre.
Los precios también encontraron soporte en datos que mostraron que las empresas energéticas de Estados Unidos redujeron el número de plataformas petroleras y de gas natural que operan a un mínimo histórico por décima semana consecutiva, pese a que la tasa de disminución se ha reducido.
El futuro del crudo Brent LCOc1 cayó 94 centavos, o un 2,2%, para situarse en 42,35 dólares por barril, después de haber ganado un 0,5% el miércoles. Los futuros del crudo CLc1 del West Texas Intermediate de Estados Unidos bajaron 1,28 dólares, o un 3,1%, a 39,62 dólares por barril.
