Frente a los 'chalecos amarillos', el Gobierno de Emmanuel Macron lo ha intentado todo. Primero, intentó minimizar el movimiento de protesta. Luego, diabolizarlo. Contra las cuerdas, el presidente reculó y entonó su mea culpa. Pasada la tregua navideña, llega el momento de la mano dura.
Fuegos artificiales, conciertos, servicios espirituales y discursos políticos marcaron la transición a 2019 mientras personas en todo el mundo despedían el lunes un año plagado de desafíos para la política, el comercio, las alianzas y la religión.
Lentejuelas y chalecos amarillos se darán cita en los Campos Elíseos en fin de año. París reforzará las medidas de seguridad en Nochevieja en torno a la avenida más importante de la capital francesa que une el Arco de Triunfo y la plaza de Concordia.
Festejantes de todo el mundo daban la bienvenida a 2019 y se despedían de un inquietante 2018, plagado de desafíos para la política, el comercio, las alianzas y la religión.
Los manifestantes del movimiento de los chalecos amarillos marcharon el sábado frente a las sedes de las principales emisoras francesas, mientras pequeños grupos se reunían el sábado en París y en otras ciudades de Francia, en medio de indicios de que su movimiento parece haber perdido fuerza.
Miles de taiwaneses inspirados en las manifestaciones recientes en Francia protestaron el jueves por tercera vez en una semana para exigir menos impuestos y el manejo justo de las disputas fiscales.
El primer ministro de Francia se reunió el lunes con policías involucrados en incidentes con manifestantes violentos del movimiento de los chalecos amarillos, en una muestra de apoyo en medio de preocupaciones sobre la creciente brutalidad en ambos lados.
El fallecimiento de un hombre atropellado ha elevado este jueves a nueve el número de personas que han perdido la vida en Francia en el marco de las protestas de los 'chalecos amarillos', un hecho que el Gobierno galo ha aprovechado para volver a pedir el final de estas movilizaciones.
Un noveno integrante del movimiento de protestas “chalecos samarillos” ha muerto en los disturbios en Francia mientras continúan las manifestaciones y los bloqueos de rutas, dijeron autoridades el jueves.
Las autoridades francesas parecían el miércoles dispuestas a ceder a demandas de la policía de pagos atrasados por horas extra, pero aun así los agentes continuaban con su huelga de brazos caídos para garantizar que se cumplan sus exigencias.
Los “chalecos amarillos” que protestan en Francia provocaron un caos en el transporte el martes, tras ocupar estaciones de peajes de autopistas e incendiar algunas.
Miles de manifestantes tomaron las calles de varias ciudades francesas el sábado en el quinto fin de semana de manifestaciones contra el gobierno del presidente Emmanuel Macron, pese a llamados a desconvocarlas después de un ataque mortal en Estrasburgo esta semana.
Algunos manifestantes permanecían en las rotondas el domingo a pesar del pedido del ministro del Interior, Christophe Castaner, de que abrieran el paso al tráfico. Ocho personas han muerto en accidentes vinculados con los bloqueos de rutas.
El contexto ahora ha cambiado. El 'Acto 5' de los 'chalecos amarillos' es el primero que tiene lugar desde que el presidente, Emmanuel Macron, accedió a aplazar las reformas fiscales previstas para el 1 de enero y que implicaban un aumento del precio de los combustibles.
Un sexto manifestante "chaleco amarillo" murió al ser atropellado por un camión en un camino bloqueado cerca de la ciudad sureña de Aviñón, informaron las autoridades el jueves.
"No nos hemos entrometido ni pensamos entrometernos en los asuntos internos de otros países, entre ellos Francia", ha sostenido Peskov en declaraciones a la prensa, recalcando que Moscú confiere "gran importancia" a las relaciones con París y procura fomentarlas.
El ruido de vehículos policiales blindados y de cartuchos de gas lacrimógeno sacudió el sábado el centro de París, donde los agentes antidisturbios batallaron para contener a miles de manifestantes antigubernamentales vestidos con chalecos amarillos, cuya nueva movilización fue más violenta.
Cientos de Manifestantes se arremolinaban alrededor del monumento del Arco de Triunfo, que fue vandalizado con pintadas contra Macron el sábado pasado, cuando los manifestantes también incendiaron decenas de automóviles y saquearon tiendas en los peores disturbios en París desde mayo de 1968.
Miles de agentes de seguridad de Francia se preparaban en la mañana del sábado para nuevas protestas de los "chalecos amarillos" en la capital y otras ciudades, en un cuarto fin de semana de enfrentamientos iniciados por el alza del costo de la vida.
El viernes, trabajadores en todo París colocaban tablones en los ventanales de tiendas y negocios, lo que hacía parecer que la zona de los Campos Elíseos se estaba preparando para el impacto de un huracán.
