Muchas escuelas cerraron el miércoles en la región centro norte de Estados Unidos y el principal aeropuerto de Detroit suspendió sus actividades al acercarse una fuerte nevada a la región.
Las autoridades francesas pidieron el martes a la población mantenerse bajo techo y tomar medidas de precaución debido a la posibilidad de fuertes nevadas en medio de una feroz tormenta invernal.
Un frío intenso y vientos fuertes azotaban el lunes el este de Estados Unidos, con temperaturas en descenso tras las nevadas del fin de semana.
Los habitantes del norte del estado de Nueva York se preparaban para una tormenta invernal el fin de semana que podría descargar entre 20 y 60 centímetros (8 a 24 pulgadas) de nieve y paralizar el tránsito.
En una carrera contrarreloj, las autoridades excavan un túnel vertical en paralelo al pozo de 25 centímetros de diámetro y más de 100 metros de profundidad donde cayó el pequeño el domingo cuando jugaba cerca de donde sus padres almorzaban en la sierra de Totalán, Andalucía.
El mal clima seguía afectando partes de Europa el martes con avalanchas que sepultaron a edificios y vialidades en Austria golpeando, pero sin reportes de lesiones.
Fuertes nevadas esta semana en los países balcánicos obligaron el cierre de escuelas, aislaron a aldeas remotas e interrumpieron el tránsito y suministro de electricidad en muchas áreas de la región.
Fuertes nevadas proseguían el jueves en partes de Austria y el sur de Alemania, con varias localidades quedando aisladas, y se espera que las condiciones persistan.
Por segundo día consecutivo, una fuerte tormenta invernal azotó Europa el martes, atrapando a centenares de personas en regiones alpinas, causando demoras y cancelaciones de vuelos y generando temores de más avalanchas letales.
Las autoridades en Austria y Alemania advirtieron el lunes que el riesgo de avalanchas en la zona norte de los Alpes sigue siendo alto después de que varias personas murieran en accidentes relacionados con las nevadas y las inclemencias del tiempo.
Decenas de miles de usuarios se quedaron sin electricidad luego que una poderosa tormenta invernal azotó el norte de California, al tiempo que otro sistema en el sur del estado causó aludes en áreas afectadas por incendios forestales y atrapó a automovilistas en una importante carretera.
El oeste de Estados Unidos tuvo el miércoles cambios drásticos en el clima después de que cayera nieve sobre los cactus del desierto de Arizona, mientras que Anchorage registraba temperaturas cálidas... al menos para los estándares de Alaska.
La mayoría de las personas han fallecido en la región de Bicol, mientras otras 11 han muerto en Samar, principalmente por deslizamientos de tierra y ahogamientos, según han señalado funcionarios de la Oficina de Defensa Civil de Bicol.
En momentos en que los estadounidenses se preparan para iniciar sus mini vacaciones navideñas, el Servicio Nacional de Meteorología advirtió que se espera que el "significativo" sistema de tormentas traiga severas tormentas eléctricas en el sureste de Estados Unidos a partir de esta noche.
Una enorme tormenta arrojó nieve, aguanieve y lluvia gélida el domingo en una amplia franja del sureste de Estados Unidos, lo que llenó de hielo los caminos, paralizó el tránsito y dejó a miles de habitantes sin electricidad.
No se reportaron grandes problemas en las zonas que hace poco fueron calcinadas por siniestros, pero ocurrieron numerosos accidentes de tráfico en autopistas resbalosas del área de Los Ángeles. Se ordenó que la mayoría de los vehículos en las montañas usen neumáticos con cadenas.
Patty Rough perdió su casa y la mayoría de sus pertenencias por el incendio forestal que arrasó Paradise, y no tenía un lugar para preparar la cena para el Día de Acción de Gracias.
Los servicios de emergencia buscaban a cerca de 1,000 personas que siguen desaparecidas por los incendios forestales más letales en la historia de California, en momentos en que los equipos de bomberos reciban ayuda de lluvías.
La tormenta de nieve que afectó la parte oriental y el medio-oeste de Estados Unidos provocó al menos ocho víctimas, sobre todo debido a accidentes viales, y dejó a 389,000 personas sin luz.
Nueve personas murieron en Italia después de tres días consecutivos de violentas tormentas en el país, con varias regiones en alerta máxima.
