El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el miércoles que la ciudad tuvo que cancelar 23,000 citas para personas que esperaban su primera dosis esta semana. El Departamento de Policía de Nueva York suspendió las primera dosis de vacunación para sus oficiales.
A medida que la pandemia del coronavirus se extendía por Estados Unidos el año pasado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades pasaron a un plano secundario, opacados por errores propios y por un gobierno empeñado en minimizar la magnitud de la crisis.
El gobierno estadounidense ha suspendido los viajes de algunos de los lugares donde han surgido las nuevas variantes —como Gran Bretaña y Brasil— y anunció recientemente que pediría que todo aquel que viaje a Estados Unidos deberá presentar una prueba negativa de COVID-19.
De momento no está claro dónde y cuándo contrajeron el virus los legisladores. Pero el médico del Capitolio ha comentado a los miembros de la Cámara de Representantes que podrían haber estado expuestos a alguien que se encontraba en la habitación y tenía el virus.
Hay suficiente evidencia científica para relegar este producto al estatus de, digamos, el helado: un lujo ocasional que es mejor consumir con moderación para disfrutar su sabor y textura. El aceite de coco sigue promocionándose como un alimento milagroso.
Los teatros siguen cerrados y no se puede comer al interior de restaurantes en la ciudad de Nueva York, pero Cuomo dijo el martes que si se pudiera desarrollar un sistema de pruebas rápidas del virus, permitiría que esos sectores regresaran de forma más segura.
La cantidad de muertes por COVID-19 se ha disparado desde que la dolencia reemergió con fuerza en octubre. En los primeros seis meses de la pandemia, California sufrió 10,000 muertes, pero en apenas un mes la cifra subió de 20,000 a 30,000.
Muy pocos voluntarios cumplieron con los requisitos para formar parte de los Cuerpos de Salud de California y solo un puñado de ellos tiene la experiencia necesaria para ayudar en los casos más graves de COVD-19 que están llevando al límite a las unidades de cuidados intensivos.
Se han registrado altos picos de contagio y muertes en California, Arizona, Texas y Florida. Esos cuatro estados tuvieron una combinación de casi 1,500 muertes y 80,000 casos el jueves, cifras comparables a los totales nacionales de octubre. El total de muertes supera los 365,000.
La esperada campaña de vacunación contra el coronavirus en Estados Unidos se ha topado con una resistencia inesperada: cada vez más trabajadores de la salud, que han visto personalmente la muerte y la tragedia causadas por el COVID-19, se están negando a vacunarse.
El aumento más reciente de casos se ve agravado por la rápida propagación de una nueva variante de COVID-19, altamente transmisible, que se detectó por primera vez en Reino Unido en diciembre y ahora se ha extendido a varios estados de Estados Unidos, incluido Nueva York.
Mientras muchos países siguen afectados por la COVID-19, China —donde se originó— se ha convertido en uno de los lugares más seguros del mundo. El país reportó menos de 100,000 contagios en todo 2020. Estados Unidos, ha reportado una cifra mayor todos los días desde principios de noviembre
La variante, que también se ha documentado en los estados de Florida, Colorado y California, se detectó en un hombre de unos 60 años que vivía en una ciudad al norte de Albany y que no había viajado recientemente, lo que sugiere que se está produciendo una propagación comunitaria.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, prometió no vacunarse contra el coronavirus antes que sus pares en su grupo de edad, incluidos los neoyorquinos negros, hispanos y pobres.
Más de 26.530 personas han muerto a causa del virus en California, lo que lo convierte en el tercer estado en superar las 25,000 muertes desde el comienzo de la pandemia, detrás de Nueva York con casi 38,000 muertes y Texas con más de 27,000, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins.
California se convirtió el jueves en el tercer estado en superar 25,000 fallecimientos por COVID-19 desde que comenzó la pandemia, detrás de Nueva York con casi 38,000 muertes y Texas con más de 27,000, según un conteo de la universidad Johns Hopkins.
Esta semana, el condado de Los Ángeles alcanzó un “hito terrible”, con 274 muertes en 24 horas, para un total de 10.056 decesos, dijo la doctora Barbara Ferrer, directora de salud del condado. El condado más populoso del país ha tenido 40% de las muertes por el virus en California.
La policía de la ciudad de Nueva York recurrió a las tácticas de siempre por motivo de las celebraciones del Año Nuevo el jueves, desplegando perros detectores de bombas y camiones cargados de arena como medida de precaución ante cualquier explosión.
Al menos siete departamentos de salud estatales buscan voluntarios para la campaña, algunos de los cuales se asocian con universidades o escuelas de enfermería con incentivos como descuentos en matrículas y capacitación práctica. Otros están enseñando a los socorristas a poner vacunas.
El sistema de salud de California se está viendo sobrepasado por el mayor brote de coronavirus del país y podría colapsar en cuestión de semanas si la gente ignora el distanciamiento social durante las fiestas de fin de año, según advirtieron las autoridades sanitarias mientras el número de...
