Editoriales
México y la decadencia de la política
La política cayó al terreno del freak show en México. El mercado electoral del país es un espectáculo que nada más parece necesitar los personajes rimbombantes de Federico Fellini.
La política cayó al terreno del freak show en México. El mercado electoral del país es un espectáculo que nada más parece necesitar los personajes rimbombantes de Federico Fellini.
Y aún así, aunque el expresidente Enrique Peña Nieto enfrentó un intenso escrutinio en la prensa (incluyendo una muy notoria y exitosa investigación de MCCI sobre corrupción), no utilizó la tribuna intimidatoria de la presidencia para alegar que era víctima de una conspiración subversiva.
El crecimiento del odio y la violencia que está envolviendo a varias ciudades de Israel es una grave herida a la fraternidad y a la convivencia pacífica entre los ciudadanos, que será difícil de curar si no hay una apertura inmediata al diálogo. Me pregunto: ¿a dónde llevarán el odio y la venganza?
El barro se adueñó de México en los últimos días. Dos hechos ocuparon los comentarios nacionales. Primero, la nominación por Morena —el partido del presidente— de Evelyn Salgado, quien reemplazará a su padre, Félix Salgado Macedonio, en la candidatura a la gobernación del estado de Guerrero.
El populismo está en todas partes, pero América Latina es su paraíso. Cristina Fernández de Kirchner se presentó sin tapaboca en la inauguración del Congreso argentino. López Obrador, en México, dice que no lo usará hasta cuando “no haya corrupción ya”.
Todos han tratado de llevar agua a su molino. El dardo envenenado del supuesto austericidio es parte de la batalla para convertir la tragedia en una valoración terminante e implacable del Gobierno de la 4T y sus criterios en relación con el presupuesto. Pero lo mismo puede decirse de la contraparte
Es un hecho que el presidente consiguió lo que quería: el país prácticamente se ha deslindado en dos mitades. Estás conmigo o estás en mi contra, ha sostenido desde hace algunos meses y sus críticos y adversarios políticos han terminado por comprar la misma tesis.
La violencia debe ser condenada, en discurso y, sobre todo, en acto. La justicia, por ejemplo, debe actuar de oficio contra Macedonio por amenazas directas de violencia. Y Morena debiera cortar vínculos y expulsarlo del partido. Pero no sucederá, pues Macedonio es Morena.
El presidente ya logró someter a otra autoridad electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y tiene una influencia decisiva entre los magistrados que lo conforman. Desde ahí presiona para revertir las decisiones del INE.
El domingo, los votantes de Ecuador eligieron a Guillermo Lasso, un exbanquero que está a favor de las políticas de libre mercado, como presidente. Votaron por él en lugar de por Andrés Arauz, un populista de izquierda. Algunos analistas lamentan el fin del progresismo, pero lo que realmente...
Alrededor del 42 por ciento de los impuestos recaudados en México provienen de los estratos medios de ingreso. Esto se debe a que existen varios impuestos en los que las personas de clase media pagan más que los ricos (quienes ganan en promedio 189,000 pesos o más al mes).
Mientras lees estas líneas, en México un soldado habrá distribuido vacunas, un marino habrá terminado de quitar sargazo del mar Caribe y un oficial vigilará a un grupo de migrantes que avanza para cruzar sin documentos la frontera sur del país. En ocasiones, quizás mate a alguno.
En Paraguay se desarrollan dos escenas distintas al mismo tiempo. En las calles hay manifestaciones de una sociedad ya cansada de la desigualdad, la corrupción y, ahora, amenazada por el peor momento de la pandemia. En los pasillos del poder, el centro de la preocupación es otro: el coronavirus...
El presidente Andrés Manuel López Obrador políticamente está cada vez más fuerte, pero paradójicamente las posibilidades de llevar a buen puerto su proyecto de transformación económica y social disminuyen en la misma proporción. México vive hoy un peligroso divorcio entre política y economía.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha desarrollado en las últimas semanas una estrategia de confrontación que coincide con un momento de extrema debilidad del país, aún bajo los estragos de la pandemia y su estela de muerte y destrucción económica.
Hace unos días escuché conversar a dos mujeres en Barcelona mientras esperaban por su vacuna contra la covid. Una se quejaba del manejo de la pandemia con una amargura ecuménica: no importa si eres catalanista o estás a favor del gobierno central, decía, necesitas dar señales claras.
Una batalla en cada terreno. Andrés Manuel López Obrador ha optado por enfrentarse a todo lo que, en su opinión, representa el pasado reciente de México. El presidente del país acumula conflictos con el sector energético, el poder judicial y el movimiento feminista.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, nunca se ha limitado al momento de criticar el legado de su predecesor. Sin embargo, ha reservado un desprecio especial para la reforma de gran envergadura que abrió la cerrada industria energética de México al sector privado.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se presume como un demócrata. Lo dice él y lo replican sus seguidores. Ganó la presidencia en su tercer intento. En los primeros dos clamó fraude y por eso su arribo al poder, tras arrasar en los comicios del 2018, era fácil de...
Pocas dudas, si quedase alguna: los gobiernos de Brasil y México ocupan los fondos de la desvergüenza por su pésimo manejo de la pandemia. Y esa evidencia entraña un perturbador problema de fondo: en ambos casos, la ignorancia e improvisación de los funcionarios se alimenta con cinismo.