Los precios de los futuros de granos y de soja de Estados Unidos repuntaron el jueves por nuevas compras de maíz y soja por parte de China y porque expectativas de temperaturas bajo cero en todo el país alimentaron la preocupación de que algunos cultivos vulnerables puedan sufrir daños.
Alrededor de 40 ingenios azucareros en Cuba permanecen abiertos pese al deteriorado clima y un bloqueo parcial del país en un esfuerzo por inyectar divisas a la deteriorada economía local.
Estos establecimientos se encuentran entre los más afectados por las medidas impuestas en México para frenar la propagación del coronavirus, como el cierre de negocios cuyas actividades son consideradas no esenciales, y el confinamiento de la población en sus casas.
Miles de trabajadores británicos tendrán que ayudar a recoger la cosecha, ya que los temporeros de otras partes de Europa no pueden viajar debido a las medidas de confinamiento para frenar la propagación del coronavirus, dijo el miércoles el ministro de Medio Ambiente británico George Eustice.
Los futuros de maíz y soja de Estados Unidos cayeron el viernes después de tres días consecutivos de alzas, porque los inversores limitaron riesgos debido a la incertidumbre sobre el futuro de la demanda por la pandemia mundial de coronavirus, dijeron los operadores.
Aproximadamente la mitad de la cosecha de espárragos del agricultor Jaime Urbina sigue sin recoger en sus campos en el centro de España, ya que el cierre de fronteras para frenar la expansión del coronavirus impide la llegada de trabajadores temporeros del este de Europa.
Algunas tiendas y pequeñas empresas reabrieron el lunes en la India rural, parte de un gradual levantamiento de una cuarentena de varias semanas que ha dejado a millones de personas sin trabajo ni acceso a alimentos, mientras el número de infecciones por coronavirus aumentó en más de 1,500.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes un programa de 19,000 millones de dólares para ayudar a los agricultores a hacer frente al impacto de la pandemia de coronavirus, a través de un paquete que incluirá pagos directos y compras de productos.
Argentina se prepara para el primer caso de coronavirus entre los miles de trabajadores agroportuarios del país, uno de los principales proveedores mundiales de alimentos, lo que cambiaría el modo de trabajo de una industria clave de la economía local.
Los consumidores en Norteamérica, el principal mercado del aguacate mexicano, un negocio de 3,000 millones de dólares al año en exportaciones, seguirán recibiendo el codiciado fruto pues los productores se mantienen trabajando pese a la epidemia de coronavirus.
Más de 200,000 personas han respondido al llamamiento lanzado por el gobierno en Francia para ayudar a los agricultores a recoger las cosechas ante la falta de temporeros en el país, anunció el martes el ministerio de Agricultura.
Con numerosas cosechas a la vuelta de la esquina, el gobierno de España anunció este martes que favorecerá la contratación de desempleados y de extranjeros para garantizar la mano de obra agrícola, amenazada por el cierre de fronteras inducido por el coronavirus.
Los cuellos de botella que en las últimas semanas han causado demoras en los embarques agrícolas de Argentina mostraron señales de alivio el viernes, a pesar de que municipios del país continúan limitando la circulación de camiones con granos para evitar la expansión del coronavirus.
Los trabajadores agrícolas mexicanos que se encuentran a ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México están trabajando en condiciones insalubres pese al rápido incremento de casos de coronavirus, afirman trabajadores, defensores de los derechos y académicos.
La decisión de Australia de prohibir la entrada a su territorio a todos los extranjeros desde el 18 de marzo, excepto a los residentes, preocupa al sector agrícola, especialmente a los productores de frutas y verduras, grandes empleadores de mano de obra extranjera.
Hacinados en dormitorios, trabajando muy cerca, sin mascarillas o guantes: aunque los agricultores son considerados esenciales, pues de ellos depende recoger las cosechas que alimentan a Estados Unidos, las condiciones en las que viven y trabajan los hacen muy vulnerables a contraer la covid-19.
A sus cincuenta años, y después de dedicar toda una vida investigando los procesos de producción del cacao, está llevando a cabo una iniciativa local que desafía el modelo de negocio de la agroindustria global y garantiza el desarrollo de las futuras generaciones.
Los envíos de soja a las plantas de procesamiento de Argentina se han reducido a la mitad y continúan bajando, dijo la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) el viernes, debido a que diversas ciudades restringen el paso de camiones con granos por temor al coronavirus, pese a una orden del Gobierno.
La preocupación por la seguridad de la alimentación mundial va en aumento, ya que alrededor de una quinta parte de la población mundial ya está confinada para luchar contra la creciente pandemia de coronavirus que ha infectado a más de 470,000 personas en 200 países y matado a unas 21,000.
Washington y Pekín han logrado avances en la implementación de las provisiones agrícolas de la fase uno del acuerdo comercial que entró en vigor el 14 de febrero, dijeron el martes el Departamento de Agricultura y el Representante de Comercio de Estados Unidos.
