Por último, el misil de crucero hipersónico, dotado según Putin de un motor nuclear -lo que le permitiría permanecer en vuelo casi sin límite de tiempo-, recibió el nombre de Burevéstnik (Albatros), una palabra que podría traducirse del ruso como "mensajero de la tormenta".
Gran Bretaña ha dicho que Rusia usó una arma química de la era soviética llamada Novichok para atacar a Skripal y su hija Yulia, el primer uso ofensivo conocido del arma en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Moscú ha negado cualquier participación.
"Mientras recordamos a las víctimas subrayaré el compromiso incondicional del Reino Unido con la seguridad futura de Europa. Juntos podemos trabajar para asegurar que superamos los retos que todos afrontamos", dijo May, cuyo país abandonará la Unión el 29 de marzo de 2019.
Los cancilleres de Japón y Rusia, Taro Kono y Sergey Lavrov, manifestaron hoy su desacuerdo sobre la prevista instalación en territorio nipón de un sistema antimisiles destinado a interceptar eventuales proyectiles norcoreanos, que Moscú cree que amenaza su seguridad.
Desde el Pentágono se ha defendido en diversas ocasiones que ante un ataque nuclear de baja intensidad la respuesta no puede limitarse a una ofensiva atómica a gran escala, alternativa que en su momento fue definida por el exsecretario de Estado Henry Kissinger como "rendición o suicidio".
Boris Johnson, quien informó a sus pares de la Unión Europea el lunes en Bruselas, también recibió un renovado apoyo del bloque, aunque los diplomáticos aclararon que no había perspectivas inmediatas de nuevas sanciones económicas a Rusia.
"La gente puede ver que esta es la clásica estrategia rusa de intentar esconder la aguja de la verdad en un pajar de mentiras y confusión", afirmó Johnson a su llegada a la reunión de titulares de Exteriores de la Unión Europea (UE) que se celebra en Bruselas.
Reino Unido ha dicho que Skripal y su hija fueron envenenados con el agente nervioso "Novichok" de la era soviética, y el secretario de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, dijo el domingo que Rusia ha estado almacenando e investigando cómo podrían usarse esas armas en asesinatos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que las medidas de Moscú fueron una respuesta a lo que llamó "acciones provocativas y acusaciones infundadas" de Reino Unido. Advirtió a Londres de que estaba listo para tomar nuevas medidas en el caso de más "pasos hostiles".
Rumbo a una victoria segura en la elección presidencial del próximo domingo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dejó a un lado brevemente su imagen como zar firme pero misericordioso para aclarar que podría perdonar fechorías de individuos rebeldes, pero "no todo".
Skripal, de 66 años, y su hija, Yulia, de 33, permanecen ingresados en "estado grave" tras entrar en contacto con un agente nervioso de fabricación rusa el 4 de marzo en la localidad inglesa de Salisbury, según las autoridades británicas.
Las autoridades británicas violan lo establecido en la Convención de Prohibición de Armas Químicas, de la cual forman parte, en lo relacionado con el derecho de la parte acusada del empleo de esas armas de contar con todos los datos para argumentar tal decisión, declaró Lavrov.
En un artículo publicado hoy por el diario francés "Le Parisien", Johnson afirma que el envenenamiento de Skripal y de su hija en la ciudad de Salisbury -que se encuentran en estado crítico- es "una manifestación suplementaria del comportamiento peligroso del presidente Vladímir Putin".
La portavoz del Departamento de Estado de EU, Heather Nauert, no descartó hoy sancionar a Rusia por el envenenamiento en Londres del exespía Serguéi Skripal, acción que la primera ministra británica, Theresa May, atribuyó ayer al Kremlin.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo hoy que "parece" que el mandatario ruso, Vladímir Putin, está detrás del envenenamiento al exespía ruso Sergei Skripal y su hija en el Reino Unido, y aseguró que se está tomando "muy en serio" lo ocurrido.
El jefe del Comando del Pacífico de las Fuerzas Armadas, el almirante Harry Harris, opinó hoy que la prioridad de Estados Unidos debe ser defenderse tanto a sí mismo como a sus aliados, a pesar de que un conflicto en la Península de las dos Coreas provocaría "miles de víctimas".
Después del primer uso ofensivo conocido de un agente neurotóxico en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, Reino Unido responsabilizó a Moscú y expulsó a 23 enviados rusos que según Londres trabajaban como espías encubiertos en la embajada británica.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, dijo el miércoles que Washington cree que Moscú es responsable por el ataque y agregó que se trató de un crimen que amerita una acción de parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tachó hoy de "absurdas" las acusaciones vertidas ayer por May, quien aseguró en el Parlamento que es "altamente probable" que Rusia sea responsable del envenenamiento de Skripal.
Al terminar la reunión en el Ministerio de Exteriores ruso, el embajador británico insistió en que Londres espera una explicación de Moscú esta noche sobre cómo pudo llegar el "novichok" a Reino Unido, y que May anunciará mañana las medidas oportunas.
