Migración
La desesperación aboca a los migrantes al mar
En una de las fotos, el cayuco aparece en la orilla al anochecer, ya sin restos, como la única prueba física de las jóvenes vidas perdidas. En otra, una mano protegida por un guante de látex examina los preciados celulares de unos hombres que no realizarán más llamadas ni consultarán más mensajes.