COMO ANILLO AL DEDO
La Ley Revolucionaria de Mujeres del EZLN cumple 30 años y debería ser un faro a seguir
“Yo pensé que había sido siempre así —dijo—, que podía ir a la escuela, (…) que podía casarme si quería o no casarme, que podía vestirme a mi gusto, que podía participar, que podía aprender, que podía enseñar. Pero ya escuché cómo platicó la compañera de cómo se vivía en la época de los finqueros.