El cobre llevaba meses viviendo una escalada sin precedentes desde hacía una década y el pasado 8 de marzo llegó a su máximo histórico, 4,86 dólares la libra, superando el récord anterior de mayo y los registros del "superciclo" de 2011.
Anglo American se hundió un 8,1% después de que Morgan Stanley y UBS rebajaron sus calificaciones sobre la acción. El índice de minería europeo también fue presionado por temores sobre una desaceleración del crecimiento en China, cediendo cerca de un 8% en la semana.
Las acciones en Londres de Royal Dutch Shell ganaron un 3,8% y las de la francesa TotalEnergies sumaron un 2,2%, después de que ambas compañías anunciaran recompras de papeles debido a que un aumento en los precios del petróleo y el gas impulsó sus ganancias.
Aún así, los temores sobre el avance de la inflación permanecían entre los inversores tras datos que mostraron anteriormente que los precios en las fábricas de China aumentaron en mayo a su ritmo anual más rápido en más de 12 años, impulsados ââpor el alza de los precios de las materias primas.
Además, las acciones de firmas ligadas al petróleo y gas perdieron un 0,3%, debido a que los precios del crudo retrocedieron antes de las conversaciones de esta semana entre Irán y las potencias mundiales sobre un acuerdo nuclear que, de concretarse, aumentaría los suministros de crudo.
La compañía, cuyos productos también incluyen carbón, níquel y mineral de hierro, adelantó que espera un crecimiento del 3 por ciento de la producción de 2019 y otro 5 por ciento más en 2020 y 2021, lo que dio impulso a sus acciones en la bolsa de Londres, que cerraron con alza del 5,5 por ciento.
Los sectores minero, automotriz, tecnológico y petrolero subieron el lunes en las bolsas europeas, impulsando con fuerza al principal referencial de la región, luego de que los presidentes de Estados Unidos y China acordaron una tregua temporal en su guerra comercial.
