La televisión yemení Al Masira, controlada por los rebeldes, informó de que siete personas perecieron en ataques de los aviones de la alianza árabe contra un casa y una clínica cercana, ubicadas al oeste de la ciudad de Saada, bastión de los hutíes en el norte del Yemen.
En respuesta al disparo de cohetes, unidades del ejército lanzaron "golpes de precisión" contra las zonas desde las que se abrió fuego contra Damasco, lo que ocasionó "pérdidas" en las filas de los grupos armados y la destrucción de sus lanzaderas de proyectiles, dijo SANA
Estados Unidos, país cuyas fuerzas militares no fueron autorizadas por el Gobierno sirio ni por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a operar en este territorio, con sus medidas de nuevo cuño persigue perpetuar su permanencia en suelo sirio, estiman analistas.
El ejército continúa buscando a otras posibles víctimas que pudieran haber quedado atrapadas para evacuarlas y proporcionarles tratamiento médico.
En la rueda de prensa bisemanal de las Naciones Unidas en Ginebra, la portavoz de la OIM, Olivia Headon, afirmó que Bangladesh es el país que más ayuda necesita, ya que debe hacer frente a la crisis de la minoría rohinyá, y además ayudar a los bangladeshíes afectados por desastres naturales.
"Las evacuaciones forzosas son siempre una violación de derechos humanos y ponen inevitablemente a la población, que ya está sometida a situaciones vulnerables, en un riesgo incluso mayor", denunció la directora regional de AI para África del Este, Sarah Jackson.
Más de 20,000 personas han muerto desde el comienzo de la insurgencia yihadista en la zona, en 2009, alrededor de 1,6 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y 4,7 millones necesita asistencia alimentaria de emergencia, según cifras de la ONU.
El líder de la Asociación Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, Ricardo Beteta, aplaudió hoy la "coherencia" del discurso del Gobierno panameño frente al tema del matrimonio entre personas del mismo sexo, y se puso a la disposición del Ejecutivo para avanzar en esa materia.
Desde entonces nada se sabe del submarino a pesar de un gran esfuerzo, que incluso contó con la ayuda de grandes potencias como Estados Unidos, Rusia e Inglaterra, además de la colaboración de otras naciones latinoamericanas.
De acuerdo a datos difundidos el pasado día 4 por la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), 60.310 personas se desplazaron de sus hogares en Idleb y Hama entre noviembre y diciembre pasado y huyeron hacia el norte, debido al deterioro de la situación de seguridad.
La provincia de Idleb está controlada casi totalmente por el Organismo de Liberación del Levante (alianza creada en torno a la antigua rama de Al Qaeda) y otras agrupaciones armadas que luchan contra las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad.
Por otro lado, continúan los combates entre las fuerzas armadas sirias y el Organismo de Liberación del Levante -la alianza de la exfilial de Al Qaeda- y otras facciones en la ciudad de Harasta, situada en la región de Guta Oriental, el principal feudo opositor de las afueras damascenas.
"Actualmente trabajamos en la unificación de las facciones en tres cuerpos -la legión primera, la segunda y la tercera- y cuando estén listas se integrarán en el 'Ejército nacional sirio", explicó por teléfono el comandante de la Brigada Sultán Murad, Ahmed Ozman.
Además, once civiles perdieron anoche la vida y ocho sufrieron heridas cuando los aviones de la coalición tuvieron como objetivo un grupo de hutíes que se encontraban cerca de un restaurante en la ciudad de Zubid, al sureste del puerto de Al Hudeida, señalaron las fuentes médicas en el lugar.
El Ejército sirio limpió hoy de explosivos la zona de Guta Occidental, al suroeste de Damasco, e izó la bandera nacional en las colinas de Al Homr, en la provincia de Al Quneitra (sur del país), áreas próximas a la frontera con Israel, después de recuperar el control de esas zonas
A lo largo de 2017 las fuerzas iraquíes, con apoyo de la coalición internacional, han arrebatado a los terroristas los últimos territorios que controlaban, entre ellos la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive, con cerca de dos millones de habitantes.
Unas 300 personas han sido detenidas en los incidentes, que no parecen mitigarse pese a los llamamientos a la calma del presidente iraní, Hasán Rohaní, y al hecho de que las autoridades hayan cortado el acceso a las redes sociales para evitar nuevas convocatorias.
Un total de 1.939 personas, 700 de ellas civiles, murieron el pasado mes de diciembre en la guerra en Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que precisó que es la cifra más baja de muertos en un mes en 2017, según sus cálculos.
