El gobierno del presidente Donald Trump generó dudas el martes sobre la solidez de la tregua comercial entre Estados Unidos y China, contribuyendo al desplome de los mercados bursátiles e incrementando los temores de una recesión económica global.
Mientras los funcionarios de la Casa Blanca se afanaban en destacar lo que el presidente de EU, Donald Trump, llamó "un acuerdo increíble" con China que abría una tregua en su guerra comercial, Pekín ha dicho poco sobre un pacto que animó a los mercados, pero dejó muchas preguntas sin responder.
El presidente Donald Trump dijo el martes que Estados Unidos lograría un acuerdo con China si eso fuera posible, pero destacó que si ambas partes no podían resolver sus disputas, él volvería a los aranceles.
El presidente Donald Trump dijo el martes que Estados Unidos lograría un acuerdo con China si eso fuera posible, pero destacó que si ambas partes no podían resolver sus disputas, él volvería a los aranceles.
Los precios del petróleo subían con fuerzas el martes, extendiendo su avance de la víspera, por las expectativas del mercado de que la OPEP decida recortes en su bombeo y luego de una reducción forzada en el suministro de Canadá.
El cobre caía el martes mientras los mercados aguardaban que Estados Unidos y China tomaran medidas inmediatas para distender el conflicto comercial entre ambos luego de que sus líderes acordaran una tregua de 90 días.
Mientras algunos gobiernos poderosos de la Unión Europea están preocupados por la posibilidad de que China se haga con el control de infraestructuras energéticas y de transporte críticas para el bloque, una de las economías más pequeñas de Europa Occidental está aprovechando la nueva oportunidad.
El gobierno de Donald Trump celebró la tregua de 90 días alcanzada en su guerra comercial con China como un avance significativo pese a los escasos detalles que se conocen, su vago calendario y el escepticismo generalizado de que Beijing vaya a ceder a las demandas de Estados Unidos.
El presidente Donald Trump y altos oficiales de Estados Unidos dijeron el lunes que la tregua comercial con China generará cambios estructurales en las políticas económicas de Pekín, incluyendo la rebaja de aranceles, menos barreras no tarifarias y más acceso de las firmas estadounidenses.
La tregua anunciada por China y Estados Unidos en su disputa comercial tranquilizó temporalmente a los mercados mundiales el lunes, pero no hay indicio de que los dos países hayan cambiado sus posturas.
China y Estados Unidos acordaron suspender la aplicación de nuevos aranceles, con lo que pusieron freno a la escalada de una guerra comercial y se abrieron a sostener conversaciones en los próximos 90 días que apunten al logro de consensos.
Muchos delegados de las 20 economías más grandes del mundo llegaron a una cumbre en Argentina esta semana decididos a lograr una declaración escrita, luego de que las tensiones entre Estados Unidos y China descarrilaron una reunión de líderes de las naciones del Asia-Pacífico dos semanas antes.
La actividad de las fábricas de China creció levemente en noviembre, según una encuesta privada, aunque los nuevos pedidos de exportación extendieron su declive en un nuevo golpe al sector ya afectado por las fricciones comerciales entre Pekín y Washington.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el domingo que China acordó "reducir y remover" los aranceles para los autos estadounidenses por debajo del nivel del 40 por ciento que Pekín cobra actualmente a los vehículos fabricados en su país.
Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, acordaron detener la imposición de aranceles comerciales adicionales y abrir los mercados de sus países entre sí, dijo el sábado un alto diplomático del gobierno chino, el consejero de Estado, Wang Yi.
Trump accedió a suspender sus planes de imponer aranceles el 1 de enero sobre bienes chinos por valor de 200,000 millones de dólares. Los chinos accedieron "a comprar una cifra no determinada, pero sustancial, de productos agrícolas, energéticos, industriales".
Los precios del cobre bajaron levemente el viernes antes de la cumbre del G-20 en Argentina, donde se espera que la disputa comercial de larga data entre China y Estados Unidos tome un lugar central en la agenda.
Los precios del crudo cayeron el viernes por preocupaciones de un exceso de suministros y la fortaleza del dólar, pero las pérdidas fueron limitadas por las expectativas de que la OPEP y Rusia acordarán alguna forma de recorte a la producción la próxima semana.
El gasto del consumidor en Estados Unidos anotó en octubre su mayor incremento en siete meses, pero las presiones a los precios subyacentes se desaceleraron y una medición de inflación seguida por la Reserva Federal anotó su menor incremento anual desde febrero.
Estados Unidos y China están explorando un posible acuerdo comercial por el cual Washington podría suspender la imposición de más aranceles hasta la primavera boreal de 2019 a cambio de reformas en la política económica de Pekín, reportó el jueves el Wall Street Journal.
