Miles de simpatizantes del partido derechista Liga se congregaron el domingo en el norte de Italia en apoyo a Matteo Salvini, quien buscará relanzarse como líder de la oposición después de un grave error político que sacó a su grupo político del gobierno.
En la reciente contienda por los principales puestos de la Unión Europea, Josep Borrell Fontelles fue una de las elecciones que más sorpresa causaron, debido a su edad y a su tendencia a dar declaraciones controvertidas.
El socialista italiano ha anunciado que esta línea roja y otras claves de la posición de la Eurocámara quedarán reflejadas en una resolución pactada por todos los partidos yque se votará el próximo miércoles, día 18, en sesión plenaria.
El jefe de Gobierno ha aprovechado para invitar a los dos partidos en el Gobierno a "dejar de lado nuevos egoísmos y viejos rencores" y trabajar "con la mirada puesta en el futuro" de Italia.
El primer ministro británico Boris Johnson y el político italiano de extrema derecha Matteo Salvini quedaron contra las cuerdas esta semana, cada uno por su propia cuenta tras arriesgarse y perder pensando que podrían salir adelante gracias a su popularidad.
El nuevo gobierno de Italia tomó posesión el jueves y sus primeras decisiones indican que se distanciará de la postura populista y euroescéptica de la coalición a la que reemplazó.
El nuevo Gobierno de Italia tomó posesión el jueves, con el proeuropeo Partido Democrático (PD) y el Movimiento 5 Estrellas alineados en una hasta hace poco impensable coalición que ha sido recibida con los brazos abiertos por los mercados financieros.
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, presentó el miércoles su nuevo gabinete, que une a dos partidos políticos rivales en una improbable coalición que se espera que mejore la relación con la Unión Europea y asuma una postura más suave frente a la inmigración.
Los dirigentes políticos italianos encargados de formar un nuevo gobierno dijeron el miércoles que terminaron de elegir a los integrantes del gabinete, del que quedará excluido el partido ultraderechista y antiinmigrante Liga, de Matteo Salvini.
Los miembros del antisistema Movimiento 5 Estrellas respaldaron el martes por una abrumadora mayoría una coalición con el Partido Demócrata de centroizquierda, abriendo el camino para que un nuevo gobierno tome posesión en los próximos días.
A falta de un pacto final de divorcio, Gran Bretaña dejará de ser miembro de la UE sin un acuerdo sobre lo que sucederá a continuación. Con un Brexit sin acuerdo perderían vigencia las normas que rigen los vínculos entre ambos.
Europa está empezando a asemejarse al escenario previo a la II Guerra Mundial, con líderes que utilizan un lenguaje polarizador para ganar popularidad y propagar el odio contra las minorías, advirtió el domingo el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
Italia parece estar a punto de poner fin a una crisis política de tres semanas con el colapso de un gobierno y la llegada de otro, pero una votación online podría pinchar la euforia del mercado y volver a sumir al país en el caos.
El jefe de Estado de Italia dio el jueves a los otrora rivales políticos del Partido Democrático (PD) y el Movimiento 5 Estrellas la oportunidad de formar un nuevo Gobierno, poniendo fin a tres semanas de agitación con lo que podría ser un punto de inflexión para las debilitadas relaciones del país
El ex primer ministro italiano Giuseppe Conte aceptó el jueves un nuevo mandato para intentar formar un gobierno respaldado por el populista Movimiento 5 Estrellas y el centroizquierdista Partido Democrático, con el objetivo de bloquear a Matteo Salvini, de tomar el poder.
Las dos partidos que intentan formar un nuevo gobierno en Italia avanzaron hacia un acuerdo de coalición el martes, animando a los mercados financieros y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien dijo que espera que Giuseppe Conte vuelva a ser primer ministro.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que podría organizar la cumbre del Grupo de los Siete del año que viene en una de sus propiedades cerca de Miami, pero insistió en que no se beneficiaría personalmente de la selección del complejo.
El canciller iraní Mohamed Javad Zarif visitó el domingo la cumbre del G-7 sin previo aviso y se dirigió directamente al corazón de Biarritz, donde los líderes de las democracias más prósperas del mundo han estado debatiendo cómo hacer frente a las ambiciones nucleares de Teherán.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, guardó las formas. Todo fueron sonrisas y abrazos durante las dos primeras jornadas de G7 en Biarritz, no hubo tuits insultantes para los otros líderes ni salidas de tono.
Con la escalada de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, los esfuerzos de los gobiernos europeos por rebajar las tensiones entre Washington y Teherán y la creciente indignación global por los incendios en la Amazonia, su agenda podría quedar eclipsada.
