China y Estados Unidos están discutiendo la próxima ronda de diálogo comercial cara a cara programada para septiembre, pero las esperanzas de avances dependen de si Washington puede generar condiciones favorables, dijo el jueves el Ministerio de Comercio de China.
La economía de Estados Unidos se desaceleró un poco más de lo informado inicialmente en el segundo trimestre, ya que el sólido desempeño del gasto del consumidor fue contrarrestado por una baja en las exportaciones y menores acumulaciones de inventarios.
Las economías de América Latina transitan el segundo semestre del año enfrentando incertidumbres en medio de la escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, además de una posición expansiva de los principales bancos centrales del mundo.
Los futuros del Brent bajaron 64 centavos, o un 1,08%, a 58,70 dólares el barril, tras tocar máximos de sesión de 60,17 dólares. Los futuros del West Texas Intermediate en Estados Unidos perdieron 53 centavos, o un 0,98%, a 53,64 dólares el barril.
“Estamos preocupados por cualquier fragilidad en la cadena de suministro y especialmente cuando un adversario la controla”, dijo a periodistas Ellen Lord, subsecretaria de defensa del Pentágono para adquisición y mantenimiento, en un evento en Washington el lunes.
La mayor economía latinoamericana, Brasil, colecciona una sarta de preocupaciones económicas que paralizan los negocios y la recuperación de empleo en un país con 12 millones de personas sin empleo.
Hu estaba respondiendo a lo que parecía una extraña expresión de 'arrepentimiento' por parte de Trump el domingo. Cuando se le preguntó si estaba repensando su decisión de intensificar la guerra comercial, Trump reconoció tener dudas.
La mayoría de mercados de América Latina cerró el lunes con pérdidas, debido a la incredulidad de los inversores sobre el futuro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, pese a recientes declaraciones de funcionarios de ambas partes que no lograron apaciguar las aguas.
Un intento global por parte de más de 120 países para encontrar la forma de gravar de manera más justa a los gigantes de internet continúa a pesar de que algunas naciones han decidido tomar medidas fiscales por su cuenta, informó el secretario general de la organización que encabeza el proyecto.
Desestimando preocupaciones sobre la inestabilidad económica mundial, el presidente Donald Trump defendió el lunes su forma de presionar a China para lograr un acuerdo comercial diciendo que es un estilo que le funcionó cuando era empresario.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, les ordenó este fin de semana a las empresas estadounidenses salir de China e indicó en un tuit que tiene la autoridad para exigir se cumpla esa orden.
Tras la nueva escalada en la guerra comercial entre China y Estados Unidos, ambas partes han optado por intentar rebajar la tensión, al menos en sus declaraciones públicas, y tender la mano al diálogo.
Los precios del petróleo caían el lunes y presionaban al mercado del crudo a su menor nivel en más de dos semanas por una escalada en la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que sacudió la confianza en el desempeño de la economía global.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dijo el domingo que él y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaban “entusiasmados” ante la idea de cerrar un tratado comercial posterior al Brexit.
China dijo el sábado que se opone firmemente a decisión de Washington de poner aranceles a bienes chinos valorados en 550,000 millones de dólares y advirtió a Estados Unidos que habrá consecuencias si no termina con estas “acciones equivocadas”.
“Cada vez más directores ejecutivos están convencidos de que el apoyo público hacia el sistema en el que han operado está a punto de desaparecer”. Les preocupa que, en cuanto comience la siguiente recesión, también estalle una revolución.
Trump, molesto por la decisión de Pekín de responder con gravámenes a su próxima ronda arancelaria y furioso con el presidente de la Reserva Federal por no hacer más para aprovechar la economía, dijo que incrementaría los impuestos a todos los bienes chinos.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, dijo que la economía británica parecía estar en camino de un estancamiento este trimestre, y que el crecimiento subyacente aún luce escaso, incluso si se elimina el efecto de la volatilidad por el Brexit.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respondió a los aranceles anunciados por China con un gravamen adicional del 5% a bienes del país asiático valorados en unos 550,000 millones de dólares, lo que una profundiza la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
El enfrentamiento comercial entre China y EE UU se desató hace casi un año y medio y, pese a que las partes estuvieron a punto de firmar las paces en mayo, la tregua fracasó y cada vez parece más lejos la posibilidad de un acuerdo que termine con esta nueva guerra fría.
