Brasil, uno de los mayores productores de alimentos del mundo, aumentó su previsión de cosecha para 2023 y ahora espera recoger 299,7 millones de toneladas de granos, lo que supondría un nuevo récord, informó este jueves el Gobierno.
Los agricultores brasileños se están beneficiando este año de una caída de los precios de importación de fertilizantes, después de que las sanciones impuestas en 2022 a los principales productores, Rusia y Bielorrusia, hicieran temer una escasez mundial de suministros.
El índice mundial de precios de la agencia de las Naciones Unidas para la alimentación cayó en marzo por duodécimo mes consecutivo y se sitúa ahora un 20,5% por debajo del récord alcanzado hace un año tras la invasión rusa de Ucrania.
Los productores argentinos de soja y de cultivos no tradicionales como yerba mate y cítricos podrán liquidar sus ganancias a un tipo de cambio de dólar más conveniente que el oficial para amortiguar las pérdidas de una sequía histórica.
"El volumen mexicano se obtiene principalmente de productores de pequeña escala, de menos de una hectárea, y una de las ventajas que tienen en los mercados es su alta demanda internacional", señaló el representante no gubernamental del Sistema Producto Vainilla, Miguel García Cabrera.
El director del IICA calificó como "fascinante" la experiencia de Brasil en este sector y, aunque reconoció que no hay una receta única para que los países la repliquen, comentó que es valioso aprender de los avances brasileños en la materia, ya que el etanol puede ser "el combustible del futuro".
Los futuros del trigo de Chicago subían el miércoles a un máximo de más de cuatro semanas después de que Cargill dijo que dejaría de enviar granos desde su terminal de exportación en Rusia.
Los futuros del trigo y la soja estadounidenses subían el martes y los del maíz cotizaban mixtos, debido a que los operadores especulaban sobre la superficie de siembra en Estados Unidos y la disponibilidad de grano en el corredor de exportación del mar Negro.
El maíz en Chicago alcanzaba el viernes su nivel más alto en tres semanas, impulsado por otra gran venta a China que consolidó la demanda, mientras que el trigo y la soja también subían en el cierre de la semana.
El intercambio entre Brasil y China superó los 150,000 millones de dólares en 2022, con un superávit para la mayor economía de Latinoamérica, que vendió principalmente a la potencia asiática soja, mineral de hierro y derivados, productos petroleros y carne bovina.
El maíz subía el jueves en Chicago, impulsado por otra venta a China, mientras que la soja bajaba por la continua presión de la cosecha brasileña, según los analistas.
* "A la espera de la Fed, los mercados se muestran reacios a asumir riesgos. Los operadores siguen estando muy largos", dijo Tom Dosdall, corredor de materias primas de Daniels Trading. "Todavía se habla de la apertura del corredor del mar Negro", añadió.
"Las únicas prohibiciones a las exportaciones de alimentos y fertilizantes de Rusia son las impuestas por el Gobierno de la Federación Rusa", señaló. "Rusia es la que restringe sus exportaciones: impuso cuotas de exportación a ciertos fertilizantes, y recientemente las prorrogó hasta la primavera".
Un acuerdo sin precedentes en tiempos de guerra que permitía enviar granos desde Ucrania a países de África, Medio Oriente y Asia —donde acecha el hambre y los altos precios de alimentos provocan mayor pobreza— fue extendido poco antes de su fecha de caducidad.
"El acuerdo ofrece un alivio económico inmediato, asegura la protección de los derechos básicos humanos y la eliminación del acoso sexual contra las mujeres, algo que ocurre a diario y es el pan de cada día para las miles de mujeres que trabajan fuera de esos acuerdos", señaló Benítez.
Los futuros del trigo y el maíz estadounidenses subían el martes, recuperándose de los mínimos de varios meses tocados la semana pasada, al estabilizarse los mercados bursátiles de Wall Street y surgir indicios de una nueva demanda de exportación de grano, dijeron analistas.
Sicredi, el segundo mayor prestamista agrícola de Brasil, dijo que los productores de granos del país cosecharán 147 millones de toneladas de soja en el ciclo 2022/2023, ya que una sequía en el sur de la nación echará a perder parte de la cosecha.
Algunos expertos del sector han dicho que les preocupa que la restricción mexicana sobre el maíz transgénico, si tiene éxito, pueda sentar un precedente, lo que incitaría a otros países a adoptar un enfoque similar y perturbaría el comercio mundial de maíz.
Canadá solicitó consultas formales con México en relación a las restricciones de la nación latinoamericana a las importaciones agrícolas genéticamente modificadas en virtud de su acuerdo de libre comercio, luego de que Estados Unidos presentara una solicitud separada a principios de esta semana.
"La secretaria (de Economía de México) Raquel Buenrostro Sánchez; la titular de la USTR, embajadora Katherine Tai, y sus equipos han venido sosteniendo diálogos de carácter constructivo con miras a encontrar soluciones que brinden certidumbre a las partes interesadas", sostuvo la SE.
