El asesinato de una mujer en un país con altos niveles de femicidio parece ya no suscitar mayores reacciones en medio de 13 años de violencia en ascenso, pero la muerte de Abril Pérez, el pasado 25 de noviembre, encendió como pocas veces la indignación general.
El Día de Acción de Gracias llegó con una sensación de pérdida, pero también con un sentimiento de solidaridad, en las comunidades mexicano-estadounidenses del norte de México, casi cuatro semanas después de que nueve de sus integrantes fueran asesinados por miembros de un cártel de narcotráfico.
Cuando el hijo mediano escuchó la pelea, su padre estaba a punto de degollar a su madre con una navaja en el cuarto de al lado.
La propuesta de Donald Trump de designar a los cárteles mexicanos de la droga como grupos terroristas ha generado un intenso debate en México, que ha dejado en el medio a miembros de una comunidad de mormones estadounidenses cuyos familiares fueron acribillados en el norte del país.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pidió a Estados Unidos "cooperación sí, intervencionismo no" luego de que el mandatario Donald Trump anunciara su propósito de catalogar a los cárteles del narcotráfico que actúan en México como grupos terroristas.
Los mexicanos reaccionaron airadamente el miércoles después que el presidente de Estados Unidos Donald Trump dijo que designará a los cárteles del narcotráfico de México como organizaciones terroristas.
El presidente Donald Trump puso al gobierno de México a la defensiva cuando dijo que “definitivamente” proseguirá con sus planes de etiquetar a los cárteles mexicanos del narcotráfico como organizaciones terroristas.
Al menos un militar y seis presuntos delincuentes han muerto en una serie de enfrentamientos registrados el jueves en la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, situada en el norte del país, según un balance de víctimas divulgado por las autoridades locales.
Un total de 56 personas lesionadas y nueve elementos retenidos fue el saldo que dejó el bloqueo realizado durante cerca de siete horas por elementos de la Policía Federal (PF) en inmediaciones de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), para exigir el pago...
Agentes del FBI están en México para ayudar a investigar la masacre de nueve mujeres y niños con nacionalidad estadounidense ocurrida en el norte del país la semana pasada.
Las autoridades mexicanas realizaron arrestos en el caso de los asesinatos de la semana pasada de nueve mujeres y niños con nacionalidad estadounidense y que se atribuyen a un comando del crimen organizado en el norte del país, informó el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo.
Las autoridades realizaron los primeros arrestos de los presuntos responsables de la matanza de 9 personas (tres mujeres y 6 niños) de una comunidad mormona en una localidad fronteriza del norte de México hace una semana, anunció el ministro de Seguridad Pública Alfonso Durazo.
La delincuencia organizada cambió su "modus operandi" para enfrentar la forma de afrontar la ofensiva del gobierno en su contra y ahora no sólo dirige sus ataques contra sus enemigos sino también contra civiles, que suelen ser aterrorizados en las calles por hombres armados.
El gobierno mexicano dijo el domingo que invitó a la Oficina Federal de Investigaciones estadounidense (FBI, por sus siglas en inglés) a participar en su investigación sobre un ataque en el norte de México que mató a nueve ciudadanos con doble nacionalidad de Estados Unidos y México.
Un hombre de Utah que ayudó a su madre y otros familiares a huir del norte de México luego de la reciente matanza dijo el domingo que la mayoría escapó a Arizona con lo que pudo meter en sus carros y camiones y probablemente nunca regresará.
los líderes de la comunidad religiosa aseguran que las víctimas fueron plenamente identificadas por cuanto una de ellas, Christina Langford, de 30 años, salió de su vehículo y levantó las manos gritando que llevaba niños cuando comenzó la lluvia de balas a plena luz del día.
Unos 100 miembros de familias mormonas llegaron el sábado a Arizona en una caravana de 18 vehículos después de abandonar sus casas en México tras un violento ataque a tiros contra integrantes de su comunidad en ese país.
Lo que había sido una vida en gran parte tranquila en un valle fértil rodeado de montañas y desierto a 112 kilómetros (70 millas) de la frontera con Arizona, es desde hace años una zona cada vez más peligrosa por el aumento de poder de los cárteles y sus enfrentamientos territoriales.
Indignados familiares de seis niños y tres mujeres que fueron asesinados en una emboscada en México instaron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a aceptar la ayuda ofrecida por Estados Unidos para enfrentar a los cárteles de la droga.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días emitió el martes un breve comunicado en el que expresó su solidaridad con las víctimas, al tiempo que hizo notar que no pertenecían a la rama dominante de la Iglesia.
