MUY OPORTUNO
La parálisis de la tibieza
Quizá no tendré minutos para responder a cien mensajes electrónicos intranscendentes o para ver las últimas fotos de los amigos, pero sí los tendré para amar a Dios, mi Padre, y para ayudar y servir a familiares, amigos y pobres necesitados de cariño y de gestos solidarios.