NACIONAL - Seguridad y Justicia
Criminales cruzan otra línea roja en México
Al menos dos grandes organizaciones del crimen organizado han iniciado una guerra sin cuartel en Ciudad de México, que amenaza con ponerse cada vez más cruenta y salvaje.
Al menos dos grandes organizaciones del crimen organizado han iniciado una guerra sin cuartel en Ciudad de México, que amenaza con ponerse cada vez más cruenta y salvaje.
La violencia mexicana sin límites, como lo muestra el asesinato ayer de seis policías en el estado de Puebla, vecino a la capital, lo que se suma a una ola creciente y cada vez más preocupante de homicidios contra agentes del orden.
CIUDAD DE MEXICO, 5 JUN - Un tribunal de apelaciones anuló la investigación de la Procuraduría General de la República sobre la desaparición de 43 estudiantes en 2014, por no haber sido "pronta, efectiva, independiente ni imparcial" y ordenó crear una Comisión de la Verdad.
En este lugar donde nadie recuerda nada y quien sí trata de olvidar, hace apenas una semana un grupo de sicarios sembró el terror. La escena, tan cotidiana en un México bañado de sangre, se produjo esta vez en una de las avenidas más populares de Guadalajara. La segunda ciudad más grande el país.
La ONU tiene "fuertes indicios" de que las fuerzas de seguridad mexicanas estuvieron involucradas en la desaparición de veintitrés personas en la ciudad de Nuevo Laredo, en el estado norteño de Tamaulipas.
Los asesinatos de estilo mafioso son cada día más frecuentes en la Ciudad de México y sus alrededores, que desde hace tiempo enfrenta un proceso de deterioro en materia de seguridad.
El gobierno mexicano lanzó una ofensiva a fondo contra el Cartel de Jalisco Nueva Generación, tras lograr que se desmorone la mayor empresa criminal del país, el Cártel de Sinaloa.
Las calles relativamente tranquilas de esta metrópoli de 9 millones de habitantes, 20 millones contando la conflictiva periferia, se han convertido en campos de batalla de bandas criminales que se disputan territorios.
Pobreza y crimen se dan la mano en México y se entrelazan pero los especialistas estiman que no responde a la relación entre la falta de recursos y la actividad delictiva, sino a la ausencia del Estado en las zonas más marginadas del país.
Los obispos mexicanos denunciaron la "corrupción, impunidad e ilegalidad" que generan más de 11 años de violencia rampante, así como "el robo, la opacidad y el despilfarro" que se registran en el país, a mes y medio de las presidenciales del 1 de julio.
El mexicano Iván Reyes Arzate, excomandante de la Policía federal en su país, se declaró culpable hoy en Chicago de filtrar información confidencial a uno de los cárteles de la droga, y de interferir en actuaciones policiales de México y Estados Unidos contra el narcotráfico.
La desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, en 2014, volvió a enfrentar al gobierno de México y a la Organización de las Naciones Unidas, cuyo exrelator Juan Méndez lo calificó como un "caso envenenado".
La capital mexicana se parece cada vez más a otras zonas del país, teñidas de rojo a causa de la espiral de sangre que azota a México desde que el gobierno federal lanzó la "guerra contra el crimen organizado" en diciembre de 2006.
Los sacerdotes mexicanos viven atemorizados y toman previsiones ante la ola criminal que los ha hecho uno de sus blancos favoritos, instalando cámaras de circuito cerrado y contratando personal de seguridad en templos y casas parroquiales.
Una fría noche de diciembre de 2009, tres integrantes de una familia fueron secuestrados en el estado de Chihuahua por un grupo de hombres armados que vestían uniforme militar, y nunca se les volvió a ver.
Un "rapero" de 20 años, que se hace llamar QBA, y cuyos videos se han viralizado en las redes sociales, fue uno de los encargados de disolver en ácido los cuerpos de tres estudiantes de cine en el estado de Jalisco, oeste de México, generando una ola de indignación.
Javier Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz García y Marco García Ávalos querían grabar un cortometraje de terror para una tarea universitaria. El 19 de marzo pasado visitaron una casa que parecía ser el set perfecto; no volvieron a ser vistos por sus familiares.
El primer trimestre de este año fue "de miedo" en México, con un aumento en los homicidios del 15%, en medio de una pesadilla a la que no se le ve fin, tras la ofensiva lanzada hace 11 años por el gobierno contra las bandas criminales con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
La jerarquía católica mexicana manifestó un nuevo "Ya Basta" por el asesinato de dos sacerdotes en menos de una semana, que elevó la cifra de curas victimados en los últimos 6 años a 23 y de paso criticó la "guerra sin sentido" del gobierno contra las bandas criminales.
La confianza de los mexicanos en las Fuerzas Armadas sigue a la baja en el marco de un creciente cuestionamiento a los militares, involucrados por el gobierno en tareas de seguridad pública para combatir a las bandas criminales.