La proyección de junio redujo en 4,2 millones de toneladas la producción de cereales, leguminosas y oleaginosas en Brasil frente a las divulgadas en mayo y fue atribuida a la caída en la segunda cosecha de maíz, por la reducción de la ventana de siembra y la falta de lluvias en algunas regiones.
Brasil, uno de los mayores productores y exportadores de alimentos del mundo, recogerá en 2031 una cosecha de granos de 333 millones de toneladas, volumen un 27 % superior al previsto para este año (262 millones de toneladas), según un estudio divulgado este miércoles por el Gobierno.
Los agricultores brasileños han cosechado alrededor del 12% de su segunda etapa de cultivo de maíz, en momentos que una serie de heladas está impactando la calidad de los granos y las estimaciones de producción se están reduciendo drásticamente, dijo el lunes la consultora AgRural.
Con la segunda cosecha de maíz, sembrada después de la cosecha de la soja, Brasil compite agresivamente con Estados Unidos en los mercados globales. En 2021, sin embargo, una sequía y las heladas más recientes recortaron la producción y redujeron las perspectivas de exportación.
"El calor que había en el lejano oeste, parece que está volviendo a entrar en el Cinturón de Maíz occidental", dijo Mark Schultz, analista jefe de mercado de Northstar Commodity. "No se quiere tener un calor de 95 grados (35° centígrados) que provoque una polinización (del maíz)".
Las heladas caerían entre el martes y el jueves en la mayoría de las regiones del estado de Paraná -el segundo mayor productor de granos de Brasil-, en partes de Mato Grosso do Sul y en el sur del estado de Sao Paulo, el primer productor de caña de azúcar del país.
Los futuros del trigo de invierno también cayeron y el contrato más activo del trigo rojo suave de invierno en la Bolsa de Chicago alcanzó su nivel más bajo desde mediados de abril, ya que la cosecha en curso en el hemisferio norte impulsó los suministros.
Lejos aún de superar la crisis del coronavirus, Brasil enfrenta la peor sequía en décadas, un fenómeno cada vez más frecuente, influido por la deforestación en la Amazonía, entre otros factores, y que pone en jaque la matriz eléctrica del país, basada mayoritariamente en hidroeléctricas.
Los cafetaleros de Brasil recolectaron el 40% de la cosecha de 2021 al 22 de junio, un ritmo más lento que el observado hace un año y por debajo del promedio de cinco temporadas para esta fecha, dijo el jueves la consultora Safras & Mercado.
"Esa sequía es una preocupación del Gobierno principalmente por sus efectos en el sector de energía, ya que la mayor parte de la matriz eléctrica de Brasil es hidráulica, pero también es una preocupación para la agricultura, porque vivimos un ciclo de sequía muy acentuado", dijo.
A la espera de un esperado informe sobre la superficie de maíz y soja en Estados Unidos que se publicará a finales de mes, los mercados de cereales se centrarán en el clima de Estados Unidos y de Sudamérica, donde la sequía ha reducido la producción de maíz en Brasil
Los ingenios de la región produjeron 2,62 millones de toneladas de azúcar en la segunda quincena de mayo, un 2,6% más que hace un año y por encima de las expectativas del mercado. La producción de etanol aumentó un 9,1% a 1,980 millones de litros, dijo Unica.
Los futuros del maíz y la soja en Estados Unidos subían el martes después de que un informe del gobierno mostró que el estado de los cultivos era peor que lo esperado, mientras una ola de calor azotaba el Medio Oeste de Estados Unidos.
La Organización Internacional del Azúcar (ISO) dijo el viernes que el déficit mundial de azúcar en 2020/2021 será levemente menor al esperado, debido en buena parte a un menor consumo.
La persistente sequía en los cinturones de cultivos del norte de Estados Unidos y Canadá podría verse acentuada por el pronóstico del clima cálido para finales de esta semana, lo que amenaza con impactar gran parte de la cosecha de trigo de primavera y algunas cosechas de maíz y soja.
El sector ganadero de China está listo para absorber millones de toneladas de trigo de la cosecha de invierno del país que comenzó este mes, extendiendo una serie de cambios de cultivos en la alimentación animal y enfriando aún más la demanda de importaciones de maíz.
Brasil, el mayor productor y exportador mundial de café, recogerá este año una cosecha de 49 millones de sacos del grano (de 60 kilos cada uno), lo que supone una reducción del 22,6 % frente a la producción récord de 2020, según una proyección divulgada este martes por el Ministerio de Agricultura.
La siembra de soja se había completado en un 75% el domingo, según el USDA, frente al 61% de la semana anterior. La cifra estaba bajo la estimación promedio de los analistas del 80%, pero sobre la media de cinco años del 54%.
"Es un alivio fiscal", observó Piazza, quien de todos modos advirtió que "todo esto es circunstancial y momentáneo, hasta que los precios de los commodities se estabilicen y aflojen", y alertó sobre el efecto inflacionario en los alimentos que ejercen los actuales altos precios de los granos.
Dos de las principales consultoras agrícolas de Moscú, Sovecon e IKAR, dijeron a principios de mayo que esperaban que la cosecha de trigo de Rusia en 2021 fuera de 81,7 millones de toneladas y 79 millones de toneladas, respectivamente.
