América Latina es la región más desigual del mundo en términos de ingreso y el poder se aprovecha de la pobreza para acrecentar el clientelismo existente, especialmente en periodos electorales, alertó hoy Oxfam.
No hay una sola explicación generalizada sobre cómo el mundo por fin escapó de la recesión mundial. El impulso en Estados Unidos se debe en parte a un mayor gasto gubernamental durante el gobierno de Barack Obama y a un reciente recorte de impuestos por 1500 millones de dólares.
Según los expertos, es probable que la tasa de desempleo caiga por debajo del 4 % en los próximos meses por primera vez desde el 2000 gracias al estímulo que debe suponer este año la reforma fiscal del presidente estadounidense, Donald Trump.
Sin embargo, hacer predicciones políticas a partir del desempeño económico de un país es un ejercicio arriesgado. Si alguna lección se puede extraer de las experiencias previas de hiperinflación es que es mejor no apresurarse a sacar conclusiones.
El cambio acerca las expectativas oficiales a las del mercado, pero queda aún por debajo. Los economistas estiman que el número final de 2018 oscilará entre el 17% y el 20%; muchos argentinos temen que será incluso mayor, debido a los bruscos aumentos con los que ha arrancado el año.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, pidió el domingo al gobernador del banco central mantener sus esfuerzos para reactivar la economía, pero agregó que no había decidido si volvería a nombrar a Haruhiko Kuroda para otro período de cinco años.
La creación de puestos de trabajo en Estados Unidos se desaceleró más de lo esperado en diciembre ante una caída en el sector minorista, pero un repunte de los salarios mensuales mostró una fortaleza del mercado laboral que podría allanar el camino para que la Fed aumente las tasas de interés.
Este dato de desempleo sugiere que la economía estadounidense se estabiliza en cuotas de pleno empleo, gracias a la creciente demanda en el sector inmobiliario, el repunte de la inversión de capital y la mejora de la demanda mundial de bienes del país.
Venezuela comienza 2018 sumida en la hiperinflación y en medio de la preocupación por los efectos del nuevo aumento salarial anunciado el domingo por el presidente Nicolás Maduro, que no es celebrado más que en círculos oficialistas y aumentará aún más la inflación según muchos economistas.
