CNN divulgó que en el otoño pasado ya hubo una discusión sobre la posibilidad de sacar a McMaster, pero finalmente sobrevivió porque muchos funcionarios, incluido el propio presidente, se mostraron escépticos sobre la óptica de designar a una tercera persona para el cargo en menos de un año.
Los medios norcoreanos siguen sin mencionar que Pyongyang ha aceptado celebrar reuniones entre el líder norcoreano y el presidente estadounidense en mayo y también con el jefe de Estado surcoreano, Moon Jae-in, en abril, algo que se ha atribuido a la prudencia del régimen.
"Nosotros estamos encantados de ejercer de mediadores para aligerar este proceso a los principales actores: Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, China y Japón, que (son los que) tienen el mayor interés en esta cuestión. Pero la sustancia la deben negociar ellos", explicó.
El encuentro entre Moon y Kim debe celebrarse en el lado surcoreano, en la Casa de la Paz, instalación localizada en el Área de Seguridad Conjunta de Panmunjom, dentro de la Zona Desmilitarizada, al sur de la frontera intercoreana, de acuerdo con lo programado.
¿El mundo está a punto de ver a un Trump desencadenado?, comienza el material al referirse a la salida forzada de su asesor económico Gary Cohn, y de su secretario de Estado Rex Tillerson, en una movida para impulsar su agenda nacionalista 'América Primero'.
Estados Unidos confirmó hoy que aún no existe una fecha concreta para la celebración de una cumbre entre el presidente Donald Trump y su homólogo norcoreano, Kim Jong-un, y aseguró que el reciente cese del secretario de Estado, Rex Tillerson, no afectará al encuentro.
El viaje se produce después de que Suecia ofreciera la semana pasada su ayuda para que se concreten las conversaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos, tras la voluntad expresada por ambas partes para celebrar una cumbre sobre desnuclearización.
Japón, por su parte, destacó su voluntad de mantener una "relación estrecha" a todos los niveles con Estados Unidos y de "cooperar" para lograr que Corea del Norte abandone sus programas nuclear y de misiles, según dijo el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, en rueda de prensa.
Mientras, los expertos señalaron que aunque Trump se podría estar alejando de la diplomacia tradicional, al mismo tiempo el nombramiento podría dar más coherencia a la política exterior estadounidense y lanzar un mensaje más claro de cara a la cumbre.
El designado secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, es un amigo confiable de Israel y un acérrimo adversario del acuerdo con Irán. Un "halcón" intransigente sobre Corea del Norte y un defensor incansable de Guantánamo.
La salida de Tillerson del frente del Departamento de Estado se produce cuando Estados Unidos y Canadá están enzarzados en crecientes disputas comerciales y renegociando junto con México el Tratado de Libre Comercio de América del Norte
Abe trasladó esta petición al Norte en el marco de un encuentro celebrado en Tokio con uno de los enviados surcoreanos que se reunieron con Kim en Pyongyang y mediaron para facilitar las futuras cumbres, y quien le informó del estado del diálogo con el hermético régimen.
La salida de Tillerson ocurre tras meses de fricciones entre el mandatario republicano y el expresidente ejecutivo de Exxon Mobil, de 65 años. Las tensiones alcanzaron su cenit en el otoño boreal de 2017, cuando hubo reportes de que Tillerson llamó"idiota" a Trump y amenazó con renunciar.
La jefatura de la CIA será ocupada a su vez por la tenebrosa Gina Haspel, quien supervisó las torturas practicadas en la cárcel secreta de Tailandia. Tanto el puesto de Pompeo como el de Haspel requieren de confirmación del Senado.
"Con Mike Pompeo tenemos una forma de pensar similar. Tiene una tremenda energía, un tremendo intelecto; siempre estamos en la misma onda", señaló Trump a los periodistas minutos antes de embarcar en el helicóptero presidencial para partir rumbo a California.
De producirse el encuentro, sería el primero entre un líder norcoreano y un presidente de Estados Unidos tras casi 70 años de confrontación iniciados con la Guerra de Corea (1950-53) y de un cuarto de siglo de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa nuclear del régimen asiático.
"Somos optimistas sobre esta oportunidad, pero estamos determinados a mantener la campaña de máxima presión hasta que veamos hechos acompañando a las palabras y progreso hacia la desnuclearización", dijo el general H.R. McMaster, asesor de Seguridad Nacional del presidente, Donald Trump.
El secretario de Estado señaló que hay que dar "varios pasos" que serán "necesarios" para llegar a un acuerdo sobre el lugar y el alcance de las conversaciones entre Trump y Kim, y agregó que los planes de la cumbre están todavía en "una muy primera fase".
Asimismo, Chung Eui-yong, jefe de la oficina de Seguridad Nacional surcoreana y quien lideró la delegación a Pyongyang, inició hoy una visita de dos días a Pekín y se reunió con el presidente chino, a quien trasladó una invitación para reunirse en Seúl con Moon, según informó la agencia local.
Chung viajó a Pyongyang junto a Suh Hoon, director del Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano, para mediar en la facilitación de las futuras cumbres, y después viajó a Pekín mientras que Suh se dirigió a Tokio para reunirse con el primer ministro, Shinzo Abe.
