La embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo el viernes que Washington estima que las fuerzas del presidente Bashar al-Assad han usado armas químicas al menos 50 veces durante los siete años de guerra en Siria.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, aseguró hoy en su rueda de prensa que el equipo del presidente continúa analizando la situación, aunque reiteró que la responsabilidad del ataque recae sobre el presidente sirio, Bachar Al Asad, así como en Rusia, por no frenarlo.
Rusia, que convocó la sesión ante las "amenazas" de EU a Siria, volvió a defender que el supuesto ataque químico del pasado sábado en Duma fue un montaje y que Washington y sus aliados quieren usarlo como pretexto para actuar contra las autoridades de Damasco.
"Esperamos que no haya punto de no retorno, que Estados Unidos y los aliados se abstengan de cualquier acción militar contra un Estado soberano", dijo Nebenzia a los reporteros. "Estamos muy preocupados por la situación, por la peligrosa escalada".
No obstante, recordó que Ucrania, el ataque al exespía y su hija en Salsbury (Reino Unido), las intervenciones en Siria, los piratas informáticos rusos y las interferencias en los procesos democráticos en los países occidentales "están conectados con Rusia" y necesitan "una respuesta clara".
Macron, que expresó su "profunda preocupación frente a la degradación continua de la situación sobre el terreno", reiteró que las prioridades de Francia pasan por proseguir la lucha contra el terrorismo e impedir el resurgimiento del grupo yihadista Estado Islámico.
"Hay prueba de que esto ocurrió", dijo Haley, que defendió que no se puede permitir la normalización del uso de armas químicas, pero confirmó que su país aún no ha tomado una decisión definitiva sobre qué hará en respuesta.
Damasco niega haber lanzado un ataque con armas químicas en Duma. También Rusia califica de "montaje" el supuesto empleo de agentes tóxicos en Duma e insiste en que expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) lleven a cabo una investigación sobre el terreno.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, ya había adelantado poco antes la intención de su país de reunir "pronto" al Consejo de Seguridad, en este caso en formato abierto, para analizar las tensiones en torno a Siria.
El embajador defendió que los "terroristas" que combaten a Damasco disponen de sustancias químicas desde hace tiempo, procedentes de Libia y facilitadas por los servicios de inteligencia de Turquía, Arabia Saudí, Estados Unidos y Francia.
En un comunicado, el ministerio informó de que, sobre la base del análisis químico de la sustancia utilizada en el ataque, el Reino Unido le ha explicado "en detalle" por qué la responsabilidad de Rusia es "muy probable" y "no hay una explicación alternativa plausible".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, lamentaron hoy los vetos de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU acerca de Siria, el último este martes sobre una investigación de supuestos ataques químicos en ese país.
La OPAQ, que está llevando a cabo una investigación sobre el origen del veneno utilizado en ese ataque, perpetrado el pasado 4 de marzo, apoya con esta confirmación la teoría del Gobierno británico, quien además acusa directamente a las autoridades rusas del ataque.
En una rueda de prensa en Berlin junto al primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen, Merkel agregó que el Gobierno alemán apoyará "que se haga todo lo necesario para mostrar que el uso de armas químicas es inaceptable" y para que "Al Asad y sus aliados" entiendan este mensaje.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió el miércoles a Rusia de una respuesta militar inminente a un supuesto ataque químico en Siria, asegurando que "estarán llegando" misiles y criticando a Moscú por respaldar al presidente Bashar al-Assad.
"La unidad entre los musulmanes basada en la diversidad y la adherencia a la esencia de la religión es lo que protege nuestras sociedades frente a los complots occidentales con el objetivo de dividirnos y debilitarnos", dijo Al Asad en una conferencia en Damasco con académicos religiosos.
La Sociedad Médica Siria Estadounidense (SAMS, en sus siglas en inglés) y la Defensa Civil Siria, ambas organizaciones apoyadas por EU, denunciaron que al menos 42 personas fallecieron hace cuatro días con síntomas de haber sufrido un ataque con sustancias tóxicas.
El 6 de abril de 2017, Trump ordenó lanzar decenas de misiles contra la base aérea siria de Al Shairat, en la provincia central de Homs, como represalia por el ataque químico en la localidad de Jan Shijún, donde murieron más de 80 personas y del que la ONU culpó al Gobierno de Damasco.
Poco después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró en un comunicado que unas 500 personas fueron atendidas en centros médicos en Duma con síntomas de exposición a agentes químicos y que unas 70 personas que estaban en sótanos murieron.
En el frente diplomático, el Consejo de Seguridad de la ONU rechazó tres proyectos de resolución sobre el uso de armas químicas en Siria. Rusia vetó un texto estadounidense, mientras que dos resoluciones redactadas por los rusos no obtuvieron un mínimo de nueve votos para su aprobación.
