El presidente de Rusia, Vladímir Putin, acusó el martes a Occidente de iniciar y mantener la guerra en Ucrania y rechazó cualquier culpa de Moscú casi un año después de la invasión no provocada del Kremlin a su vecino, que ha matado a decenas de miles de personas.
La visita de Wang a Moscú ocurrió justo cuando el presidente estadounidense Joe Biden realizó una visita no anunciada a Ucrania el lunes para reunirse con el presidente Volodymyr Zelenskyy y mostrar el apoyo de Estados Unidos a Kiev en vísperas del primer aniversario de la invasión rusa.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken pidió el lunes que Suecia y Finlandia sean aceptados en la OTAN “lo antes posible”, aunque su homólogo turco descartó la posibilidad de cualquier vínculo entre su adhesión y la solicitud de Turquía de aviones de combate F-16.
La Unión Europea debe hallar maneras de entregar rápidamente miles de proyectiles de artillería a Ucrania o enfrentar la posibilidad de que se pierda la guerra contra Rusia, advirtieron el lunes altos diplomáticos comunitarios mientras disminuyen las provisiones de municiones en los arsenales...
La primera ministra de Estonia insistió el domingo en que una vez que termine la guerra en Ucrania, Rusia debe ser llevada ante la justicia por crímenes de guerra y por la decisión de invadir a su vecino, si quiere tener alguna posibilidad de desarrollar una relación normal con Occidente.
Los medios rusos no pueden llamarla “guerra” y los manifestantes que emplean esa palabra en sus carteles son penados con multas fuertes. La mayoría de los que salen a la calle para protestar son detenidos con rapidez. Las marchas se desvanecieron.
Al destacar el compromiso reciente de Gran Bretaña de proporcionar a Ucrania tanques de batalla, sistemas avanzados de defensa aérea y misiles de mayor alcance, Sunak instó a otras naciones a hacer lo mismo antes de que Rusia lance una esperada ofensiva en la primavera.
En vísperas del primer aniversario de la invasión rusa a Ucrania, el campo de batalla se ha estrechado y la resistencia tenaz ha obligado a Moscú a reducir sus objetivos militares, pero las consecuencias diplomáticas de la guerra aún reverberan en el mundo.
Un año después de la invasión rusa de Ucrania, Estados Unidos se aferra a una estrategia: dar millones de dólares en ayuda militar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que consiga avances en el campo de batalla y forzar una eventual negociación con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
La guerra que comenzó hace casi un año en Ucrania ha dejado miles de muertos, obligó a millones de personas a abandonar sus casas, redujo ciudades enteras a escombros y alimentó el temor a que pudiese derivar en una confrontación abierta entre Rusia y la OTAN.
“Si envías armas, si financias todo el presupuesto anual de uno de los beligerantes, si prometes más y más armas, más y más armas modernas, entonces ya puedes decir lo que quieras, pues no importa lo que digas. Estás en la guerra”, afirmó el mes pasado el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exhortó a Turquía el jueves a ratificar las solicitudes de ingreso de Finlandia y Suecia a la alianza militar, reiterando que los países nórdicos han cumplido con los reclamos de Ankara de que repriman el extremismo.
Washington lo calificó de "peligroso" e "irresponsable" y advirtió a Moscú de "consecuencias catastróficas". En octubre pasado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló que por primera vez desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962 el mundo corre el riesgo de un apocalipsis nuclear.
Suecia prometió el miércoles enviar sus temibles cañones Archer a Ucrania “lo antes posible”, pero advirtió que la futura ayuda militar dependerá de sus propias necesidades de defensa, dada su pretensión de ingresar a la alianza militar OTAN.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exhortó el miércoles a los 30 países miembros a comprometerse a dedicar al menos el 2% de su PIB a la defensa para una fecha determinada, a medida que la guerra rusa en Ucrania y diversas amenazas se llevan parte del presupuesto militar.
El incidente en Moldavia generó una interrupción generalizada de los vuelos y un momento de pánico cuando las autoridades cerraron temporalmente el espacio aéreo del país ante lo que más tarde describieron como un objeto “similar a un globo meteorológico” avistado cerca de la frontera con Ucrania.
Los países occidentales deben aumentar el suministro de municiones a Ucrania en un momento en que Rusia intensifica su esfuerzo bélico antes del primer aniversario de la invasión del 24 de febrero, dijo el martes el jefe de la alianza militar de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Ucrania reiteró el martes su petición de cazas a los países occidentales para ayudar a frenar la invasión rusa, aunque Estados Unidos y sus aliados y socios de la OTAN se mostraron más preocupados por la abundante munición que necesita Kiev conforme se acerca el final del primer año de guerra...
Esa misma noche, el NORAD detectó un segundo objeto que volaba a gran altura sobre Alaska, según informaron las autoridades estadounidenses. El sábado cruzó el espacio aéreo canadiense y se encontraba sobre Yukón, un territorio remoto, cuando Trudeau ordenó su derribo.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió el lunes que Ucrania está consumiendo municiones mucho más rápido de lo que sus aliados pueden proporcionar y esto está presionando a las industrias de defensa occidentales.
