Los precios del oro subieron el martes sobre los 1,500 dólares, recuperándose de un descenso de más de 1% en la víspera, en medio del retroceso en los rendimientos de los bonos del Tesoro por las crecientes expectativas de más estímulos para contrarrestar la desaceleración de la economía global.
Los inversores extranjeros han retirado unos 20,300 millones de reales (5,000 millones de dólares) del mercado bursátil brasileño en lo que va del año, dijo el martes en un comunicado B3 SA Bolsa Balcao, la mayor salida desde 1996.
Las monedas de la región subieron el martes mientras el mercado espera pistas sobre posibles recortes de tasas de interés en unas minutas que difundirá la Reserva Federal de Estados Unidos y en una próxima cita de banqueros centrales en Jackson Hole.
El Banco de México redujo el jueves su tasa referencial en 25 puntos básicos para dejarla en un 8%, en el primer recorte que realiza desde el 2014.
Rusia sigue reduciendo las inversiones en los bonos estadounidenses, que se situaron en 10.848 millones de dólares en junio, informó el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
El S&P 500 y el Dow Jones cerraron al alza el jueves tras ganar terreno por la tarde, después de que alentadores datos de ventas minoristas contrarrestaron temores sobre una recesión en medio de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
¿Qué significa exactamente que la curva de tipos de Estados Unidos se haya invertido? En el mercado de bonos, los inversores compran deuda de los países y exigen a cambio una compensación, que es mayor cuanto más riesgo corre su dinero.
Wall Street ha vivido este miércoles una jornada negra, con una caída del 3% y alarmantes señales de recesión en el mercado de los bonos, arrastrada por los datos de China y Alemania que alimentan el temor a una ralentización económica global.
A las 1756 GMT, el oro al contado cedía un 0,1% a 1.498,97 dólares por onza tras superar esta semana el umbral de 1,500 dólares por primera vez desde abril de 2013. El lingote sumó 4,4% en lo que va de la semana y un 17% en el año, con un alza de más de 100 dólares en la última semana.
Las acciones europeas cayeron, lastradas por un descenso de 2,5% en la bolsa de Italia ante la incertidumbre política en el país, mientras que declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que no iba a cerrar un acuerdo comercial con China también afectaron la confianza.
El yen y el franco suizo subieron el viernes, ya que los inversores buscaron monedas de refugio ante las preocupaciones por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la incertidumbre política en Italia y débiles datos económicos a nivel mundial.
Las chispas que suelta la pelea entre Washington y Pekín amenazan con incendiar distintos mercados. Todo comenzó con la imposición mutua de aranceles. Más tarde, China coqueteó con la devaluación del yuan.
El S&P 500 se recuperó de fuertes pérdidas de comienzos de la sesión y cerró en alza el miércoles, porque los inversores compraron acciones sobrevendidas y los rendimientos de los bonos se recuperaron de mínimos significativos que habían elevado el temor a una recesión.
Al igual que el famoso economista John Maynard Keynes, los defensores de la teoría monetaria moderna piensan que el gobierno tiene un rol importante en compensar lo que sucede cuando la demanda no alcanza para que todos los que quieran consigan un empleo.
Desde su casa en Setauket Harbor, en la Costa Norte de Long Island, Stephanie Kelton espera revolucionar la manera en que el gobierno de Estados Unidos gestiona la economía.
El diferencial entre los tipos de interés a corto y largo plazo se estrecha en los Estados Unidos por el temor de una mayor desaceleración global por la guerra comercial y las tensiones entre China y Estados Unidos.
La Reserva Federal podría quedar atrapada por años en un ambiente de volatilidad en el comercio global, pero no puede responder al “tira y afloja diario” de las grandes naciones que discuten sobre las reglas del juego, dijo el martes el presidente de la institución en St. Louis, James Bullard.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, minimizó el martes la preocupación por la larga guerra comercial con China, mientras que Pekín advirtió de que la decisión de Washington de señalarlo como un manipulador de monedas llevará al caos a los mercados financieros.
El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este lunes su decisión de designar a China como un "manipulador de divisas", después de que el Banco Popular de China haya dejado caer el yuan a mínimos de 2008 con el dólar.
Las acciones de Estados Unidos sufrían el lunes su mayor caída diaria desde diciembre, después de que China permitió que su moneda se debilitara más allá de un umbral clave, lo que apunta a perspectivas más sombrías para el comercio entre Estados Unidos y China.
