Wall Street caía el jueves arrastrado por las acciones financieras, ya que existe cierto temor entre los inversores por la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de ofrecer a los bancos nuevas rondas de liquidez para estimular la economía de la zona euro.
El real brasileño se apreciaría en los próximos meses por las expectativas sostenidas de que el presidente Jair Bolsonaro logrará reformar el gravoso sistema jubilatorio del país pese a la falta inicial de respaldo a sus planes, halló un sondeo de Reuters.
Los precios del oro cerraron estables el miércoles, apenas por sobre un mínimo de cinco semanas que marcaron en la víspera, ante una leve alza del dólar y una caída de los mercados bursátiles, mientras los inversores aguardaban más señales sobre la salud de la economía global.
Los principales índices de la Bolsa de Nueva York cayeron por tercer día sucesivo el miércoles, en una sesión en que el S&P 500 sufrió su peor descenso en un mes, debido al retroceso de las acciones de los sectores de salud y energía.
El peso mayorista de Argentina se depreciaba nuevamente de manera sostenida el miércoles por compras privadas de dólares, en medio de una creciente cobertura de carteras ante la alta inflación, una economía en recesión, e incertidumbre política, dijeron operadores.
Los principales índices de Wall Street cayeron el martes tras una sesión volátil, porque una baja de las acciones de General Electric contrarrestó ganancias positivas de minoristas, y la preocupación por las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China también pesó sobre el mercado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó el sábado a la Reserva Federal y dijo que la política monetaria del banco central estaba contribuyendo a un dólar alto y que afectaba la competitividad de Estados Unidos.
El índice S&P 500 y el Promedio industrial Dow Jones dejaron atrás el viernes una racha de tres días de pérdidas, debido a que el optimismo sobre las perspectivas de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China contrarrestó débiles datos industriales de las dos mayores economías del mundo.
La Reserva Federal de Estados Unidos dejará de reducir su balance de 4 billones de dólares más adelante este año, dijo su presidente Jerome Powell, poniendo fin a un proceso que inversores dicen que funciona como un mecanismo complementario a la pausa de alzas de tasas del banco central.
El dólar cayó a un mínimo de tres semanas tras una sesión agitada, luego de que el presidente de la Reserva Federal reafirmó que el banco mantendría su postura “paciente” en política monetaria, sugiriendo que es improbable un alza de las tasas de interés de Estados Unidos en el corto plazo.
Las acciones brasileñas cerraron al alza, gracias al impulso de firmas como RD antes de su reporte trimestral y de Suzano por el alza de los precios de la celulosa en China, aunque los operadores siguieron atentos al escenario político y económico local y noticias procedentes del exterior.
Los tres principales índices de Wall Street cayeron levemente el martes tras una sesión volátil, ya que los inversores se enfocaron en datos dispares sobre la economía de Estados Unidos y esperaban claridad sobre temas como las conversaciones comerciales entre Washington y Pekín.
La Reserva Federal “no tiene apuro para tomar una decisión” sobre nuevos cambios a las tasas de interés, dijo el martes a legisladores estadounidenses su presidente, Jerome Powell, al explicar el enfoque del banco central frente a una economía que probablemente se está desacelerando.
El aumento de los riesgos y la debilidad mostrada por recientes datos económicos no deberían impedir un crecimiento sólido de la economía estadounidense este año, pero la Reserva Federal seguirá “paciente” a la hora de decidir nuevas alzas de tasas de interés, dijo Jerome Powell.
Las monedas de América Latina podrían seguir siendo impulsadas por un mayor apetito por el riesgo ante las expectativas de que Estados Unidos y China estén cerca de alcanzar un acuerdo que termine con la amarga guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Una simple evaluación superficial podría concluir que Estados Unidos no es para nada el candidato ideal para el empleo de administrar al máximo representante del dinero del planeta. Tiene una enorme deuda pública —de 22 billones de dólares— y va en aumento.
La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ampliar el plazo para subir los aranceles a las importaciones chinas generó un cauteloso optimismo en China el lunes y provocó una reacción positiva en los mercados financieros.
El dólar bajó el viernes ya que los inversores buscaron activos de mayor riesgo después de que los líderes de Estados Unidos y China dijeron que era posible alcanzar un acuerdo comercial, a una semana de que se generen nuevos aranceles debido a la fecha límite impuesta por Washington.
El primer ministro de Australia intentó el viernes apaciguar los temores de un nuevo tensamiento de las relaciones con China tras una prohibición de las importaciones de carbón en el puerto norteño de Dalián, el cual ha afectado a los exportadores del mineral y a la divisa australiana.
El oro cayó el jueves desde un máximo de 10 meses, presionado por señales de que la Reserva Federal de Estados Unidos no adoptaría una postura moderada sobre su política monteria como había pensado el mercado y por una toma de ganancias, mientras que el paladio retrocedió desde un récord histórico.
