Las últimas encuestas de cara a las presidenciales del próximo 1 de julio no dejan casi alguna duda de que el candidato de centroizquierda, el politólogo Andrés López Obrador, de 64 años, se alzará con un triunfo en las históricas votaciones.
López Obrador, de 64 años y ex jefe de Gobierno de Ciudad de México, ha hecho campaña con la promesa de poner fin a lo que llama la "mafia del poder" y de atender la desigualdad arraigada en el país.
El candidato presidencial Andrés López Obrador parece enfilarse cómodamente hacia la victoria en las elecciones del domingo, pero la derecha evangélica, uno de sus "compañeros de viaje", se convirtió en un "aliado incómodo".
Los últimos seis años con el presidente Enrique Peña Nieto -un líder muy impopular cuyo gobierno ha estado marcado por escándalos de corrupción, una violencia en aumento y violaciones a los derechos humanos- han afianzado su enojo con la clase política, así como su deseo por un cambio profundo.
Los mexicanos no tienen muchas opciones en las presidenciales del domingo próximo, con una izquierda casi simbólica y tres opciones de derecha, por lo que analistas estiman será un voto por "el menos peor".
Haciendo uso del poder y de los recursos del gobierno, el Partido Revolucionario Institucional ha aprovechado algunas de las instituciones más importantes de la nación en un intento por cambiar el rumbo de las elecciones presidenciales del 1 de julio, de acuerdo con exoficiales del partido.
Nacido en el estado de Nuevo León, norte, donde se ubican las sedes de los grandes conglomerados industriales del país, Romo logró la hazaña de atar el cabo suelto que impedía al favorito a ganar las presidenciales ampliar su aceptación en uno de los sectores más díscolos a sus propuestas.
La disputa electoral en México se desarrolla principalmente en las calles, las plazas públicas y los medios de comunicación tradicionales, pero la otra gran batalla, igual o más de encarnizada, se lleva a cabo en la arena cibernética.
La violencia política alcanzó su máxima intensidad, tras el asesinato de dos alcaldes con unas cuantas horas de diferencia, y apareció como un pésimo augurio que hace temer incidentes en los comicios del 1 de julio y que los votantes se alejen de las urnas.
Las noticias falsas hicieron su aparición por primera vez en un proceso electoral mexicano, tal y como ocurrió en los comicios estadounidenses o en otros similares en Europa, generando confusión, desconcierto y acentuando el discurso de odio.
A pocos días de la elección presidencial en México, la ventaja de Andrés Manuel López Obrador en las encuestas no deja de crecer y, al menos sobre el papel, se antoja definitiva. El tres veces candidato roza el 50% de los votos, según el último promedio de sondeos.
El actor Diego Luna y los cineastas Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón, entre otras figuras famosas del mundo del arte, la cultura y el periodismo en México, lanzaron una campaña de reconciliación nacional llamada "El Día Después".
El escándalo de la constructora brasileña Odebrecht que salpicó a dirigentes políticos de al menos una decena de países latinoamericanos, irrumpió tardíamente en las campañas presidenciales mexicanas en el tramo final previo a las votaciones del 1 de julio.
El tiempo se agota para la campaña de Por México al Frente. Este lunes, el equipo de Ricardo Anaya apostó por uno de sus últimos ases bajo la manga para tratar de recortar distancias respecto al puntero de la contienda, Andrés Manuel López Obrador.
El futbolista Cuauhtémoc Blanco se perfila para saltar del cargo de alcalde de Cuernavaca a la jefatura de gobernación del estado de Morelos, vecino a la capital, según las encuestas y si no sucede nada extraordinario en las próximas dos semanas.
Ricardo Anaya tenía 21 años y se había postulado por primera vez para un cargo de elección: una diputación en el estado mexicano de Querétaro en representación de un área rural alejada de su hogar en la capital estatal, donde creció en un club campestre.
Los candidatos a la Presidencia de México entran hoy a la recta final de la campaña tras un tercer debate flojo en propuestas y marcado por las acusaciones de corrupción; un todos contra todos que dejó varios rasguños pero no parece que cambiará las preferencias electorales.
Un día antes del último debate presidencial y cuando quedan pocas semanas para que los mexicanos elijan a su presidente, la campaña de Ricardo Anaya ha sufrido un golpe que está cerca de ser mortal, denunciado por presunto lavado de dinero y tráfico de influencias.
A pesar de las numerosas reformas a las leyes electorales en los últimos años en México, los expertos aún temen que el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro) pueda hacer fraude en las presidenciales del próximo 1 de julio.
El candidato presidencial conservador mexicano, Ricardo Anaya, quedó en el ojo de la tormenta después que un video lo vincula con dinero ilegal para su campaña de un empresario acusado de estar involucrado en una operación de lavado de dinero.
