El presidente de México, Andrés López Obrador, lamentó hoy el asesinato de 13 policías en la localidad sureña de Aguililla, una de las zonas más sangrientas del país, pero aclaró que seguirá el combate contra el crimen organizado.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, le nombró hace unos días jefe de policía de la capital. Ello pese a las suspicacias sobre su ascendencia, su padre y su abuelo simbolizan al PRI más represor, el del 68 y la Guerra Sucia.
Los habitantes de esta urbe, en medio de una región formada por grandes planicies, denominada "Bajío", viven en constante zozobra, mientras que la sangre corre a diario por sus calles y no pasa un día sin que ocurran ataques a negocios, asaltos, secuestros o asesinatos.
Una caravana simbólica se abrió paso el domingo por las calles de Ecatepec, mientras sus integrantes sostenían ramos de rosas blancas en recuerdo a una niña de dos años que fue asesinada a golpes y abandonada en una acera de este suburbio al norte de Ciudad de México.
Un exjefe investigador de la fiscalía federal fue designado el viernes nuevo responsable de la seguridad en la Ciudad de México.
Un comandante de policía en el estado de Guanajuato, en el centro de México, fue asesinado el lunes por atacantes no identificados, informaron las autoridades.
Un comandante de policía de Cancún que había sido secuestra fue hallado muerto, informaron las autoridades del centro turístico mexicano, quienes negaron las acusaciones que hizo un cártel narcotraficante de que favorecían a un grupo rival.
México da una segunda oportunidad a la memoria histórica. El Estado mexicano ofrecerá este lunes una disculpa pública a Martha Camacho Loaiza, una exintegrante de la desaparecida guerrilla urbana Liga Comunista 23 de septiembre torturada junto a su esposo durante 49 días de 1977.
"Le dieron 11 balazos y murió tendido en la calle", dice Ismael Ramos al recordar aquél día de 2006, cuando Telésforo Ramírez fue asesinado.
Cinco personas fueron asesinadas a tiros en un bar en el estado de donde es originario el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, unas horas antes de que el mandatario dirigiera las celebraciones de su primer día de independencia el domingo por la noche.
El conteo de asesinatos de periodistas en México parece una banda sin fin tras la muerte de Erick Castillo, 46 años, fotógrafo que colaboraba para la firma estadounidense de documentales Discovery Chanel en el puerto sureño de Acapulco, costas del Pacífico.
Con un sentimiento de satisfacción por haber hecho la tarea después de haber reducido un 56% el flujo migratorio a Estados Unidos, la delegación del Gobierno mexicano pisó Washington este martes para reunirse con el vicepresidente Mike Pence.
En julio, agentes de la guardia empezaron a patrullar en varias zonas de la capital. Concretamente en puntos limítrofes con el Estado de México, caso de la colonia de Ismael. Si la Ciudad de México es gigantesca, inabarcable, lo es en buena medida por la cantidad de municipios de la entidad vecina-
La ofensiva a gran escala contra los cárteles del narcotráfico que fue emprendida en 2006 en México desató una oleada de violencia no vista desde la Revolución Mexicana, y estuvo caracterizada por asesinatos brutales en los que los diversos grupos delictivos buscaban superarse unos a otros.
La guerra de México contra el narcotráfico parece haber vuelto, y podría ser peor que la sangrienta ofensiva gubernamental contra los cárteles entre 2006 y 2012. Antes la peor parte de la violencia se limitaba a unas pocas ciudades; ahora se extiende por todo el país.
La indignación crecía el jueves entre las familias de las 28 personas que fallecieron luego de que miembros de un grupo criminal prendieron fuego a un bar luego de bloquear las salidas. Las familias se quejan de que los delincuentes están fuera de control y hacen imposible la vida en Coatzacoalcos.
A Nayeli Irineo le daba miedo ir al trabajo, pero no podía dejarlo. Su sueldo como bailarina era el sustento de sus padres, su hermano más pequeño y sus dos hijos, de tres y cinco años. Procuraba no meterse en problemas con nadie. Tomaba todas las precauciones posibles.
La indignación crecía entre las familias de las 26 personas que fallecieron cuando miembros de un grupo criminal prendieron fuego a un bar luego de bloquear las salidas. Se quejan de que los delincuentes están fuera de control y hacen imposible la vida en Coatzacoalcos.
La salida a la crisis forense que afecta a México, derivada de la ola sangrienta iniciada hace más de 12 años, se perfila como una misión imposible que podría demorar décadas aún contando con muchos recursos y ayuda internacional.
La Fiscalía General detuvo en la Ciudad de México a seis policías federales por presuntos homicidios cometidos en el estado occidental de Michoacán, el primer arresto de agentes de esa fuerza por hechos vinculados con violaciones a los derechos humanos.
